Algo en mi esta cambiando,
mis penas se dilatan,
y sigo caminando,
entre estiércol y albahaca.
Un resorte en el camino,
que da tregua a mi amor,
pasajero del destino,
equivocada razón.
Muevo ficha en valentía,
ordago a grandes y a chicas,
todo parece mentira,
me acobardo con mi ira.
El susurro del lamento,
parece que quiere decir,
has navegado en el tiempo,
mas todo tiene su fin.
Me asombro del delincuente,
que ha profanado mi vida,
y con un latir ausente,
cicatrizan mis heridas.
Yo solo pregunto en cenizas,
¿que es lo que he ganado?,
y con un juego de tizas,
subrayo a mi pasado.
la oscuridad de mis ojos,
que destruye mi ilusión,
soy persona y no un antojo,
y tu gritas:maldición.
La mañana se siente fría,
entre mis pies descalzos,
temerosos de los días,
que por norma son fracasos.
Me estrello con la luna,
y divago con el sol,
la muerte es solo una,
y el resto es dolor.
Mañana quiero empezar,
a saber decir te quiero,
pues yo no tengo maldad,
por que siempre fui sincero.
Ahora, en este momento,
por dentro estoy muriendo,
y la llama de mi fuego,
caliente quema el aliento.
Se que no merezco flores,
que crezcan en mi jardín,
pues ya se oyeron rumores,
tengo todo contra mi.
La fiesta se esta acabando,
los invitados se ocultan,
entre jarrones de barro,
entre murallas oscuras.
Pierdo el control del reproche,
ya no significo nada,
atardece,ya es de noche,
¿quien me llevara a la cama?
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