La agonía de algunos días

Las noches son más silenciosas, pero la mente muy ruidosa. Casi eternas, esperando ansiosa que llegue el día siguiente pero no saber para qué, eso si para hacer cosas y no tener que parar. Esto cada vez se volvía mucho más pesado y más denso, quería mucho poder cerrar sus ojos y sanarse, encontrarse dentro de ella, disfrutarse sin sentir la necesidad de que el otro le diga que esta bonita, o que simplemente la quiere, o alguna muestra de interés. Pensaba que antes de empezar la medicación estaba en un estado muy mal, pero ahora que las toma se pregunta: ¿sera que estos bajones emocionales se sentían así tan fuertes?, e intentaba recordar pero no lo lograba. Sabia que podía salir más rápido de la emoción pero también pensaba que es por la mente que esta intentando volverla muy fuerte. Hablaba esa noche con mamá del tema de la depresión le ha dicho que no se ha estado sintiendo bien, que a veces sentía mucha presión social cuando le decían en plan pero «porque estas así», «mk salí hace algo para que se te pase», o por ejemplo que le digan en plan: pero «mira no todo el mundo a tenido tu vida o tiene tu vida», «o que le digan pero tienes que cambiar esa mentalidad», o «le digan es que eres muy dramática», es muy desgastante querer ser fuerte pero simplemente que no existan fuerzas, o simplemente recursos para adaptarse tan rápido en una solución que es ser fuerte, se sentía muy débil de mente, y debía mostrarse como una persona fuerte, siempre fuerte y esto resulta mas desgastante de lo que muchas personas puedan pensar. Es increíble la capacidad que tienen algunas personas para ser tan fuertes y adaptarse bajo las circunstancias, pero siempre pensaba que era de acuerdo a las creencias, a la crianza.

                                 «Las lagrimas no cesan y salen con tanta dureza».