Le hice un dibujo con todo mi corazón, pero al final mi madre lo tiró, porque según ella eso no era de valor.
 Una última hoja le entregue yo, en donde plasme todo mi esfuerzo, quise que viera que había gastado todo mi tiempo, capaz así valiera más y de esa manera me pudiera amar.

Se lo di y le hice saber el esmero que puse en ella, aun así lo rechazó, según ella era mejor usar la hoja para otra cosa.
 Capaz que hoy no me ame, pero puede que mañana lo haga.
Hoy no me abrazo,seguramente porque estaba muy ocupada, lo más probable es que cuando trabaje me extrañe, porque eso decían mis compañeros sobre sus madres.

Yo tenía que inventar mis propias historias, porque en mi mente no había ningún recuerdo en donde ella estuviera, pero eso me hacía feliz porque por lo menos en mis sueños compartimos momentos de esos que en la realidad nunca hubieron.

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