Estas son palabras de otro y mías al tiempo. No las digo yo porque se me fue el tiempo.
Estoy maldito. Estamos malditos todos los niños. Estamos atados a ir de la mano ya sea de tutores, guardianes o enemigos. Estamos sujetos a ver el mundo avanzar alrededor y no ser capaces de entender qué pasó. Estamos condenados a crecer siendo vulnerables y literales; a ser los únicos que se independizan después de gastar una cuarta parte de su vida. Somos aquellos que despertamos y dormimos habiendo respirado pecados que se nos perdonan. Somos una composición artística, coloreada jovial y despreocupada, pero los rieles que nos separan del público son delicados. Nosotros los niños somos todo y aún así nos quedamos cortos pues nuestras alas no son suficientes para descrestar al adulto más cercano. Somos nosotros los niños aquellos que habremos de reflejar el color con el que el mundo se decida vestir frente a nosotros.
Ojalá los que me vieron, queriendo o no, hagan memoria en el futuro. Ahora estoy llorando por pecar de ser honesto, como? por decidir ocultar la verdad sobre los ojos que no fueron suaves y las manos que decidieron hacerme callar. Todo es culpa del resto que no me enseñó a entender cuando correr o caminar, saltar o arrastrar.
No obstante, aún hay felicitaciones por dar: una al azar por bendecirme con una balanza oxidada que registra más peso en saliva ajena a mis propias lágrimas, otra a esos que me abrazaron tan fuerte que no me dejaron respirar al punto en que hoy en día me despierto sin aliento y finalmente, a esos que mi estatura no logro hacer la mirada y me dejaron a mi suerte.
Estas palabras son mías y solo mías, son del niño que fuí hace tanto tiempo que ahora es viejo así como son ansiedades del adulto que nacerá en unos años.
Ahora si pueden entrar los aplausos para los que crían sin querer y los que olvidan incluso el dolor que les vendrá después, pueden estar orgullosos de dejar niños hechos esquirlas a merced del viento, quien decidirá si habrán de clavarse en otros reflejando dolor o si los rayos de sol bailarán entre ellos mismos al punto de derretir los pedazos.
OPINIONES Y COMENTARIOS