Tu corazón en nuestras manos

Envuelto en la luz eterna nos sonríes, al otro lado de nuestros párpados cerrados

Tu nombre es nuestro mantra

La armónica guarda silencio por ti 

 Mientras, La Mancha te extraña

Nunca se había sentido tan árida y solitaria como hoy

Los molinos de Campo de Criptana aúllan al viento 

Quijote de ojos audaces y vivarachos

Nos dejas huérfanos de ti, de tu coraje, de tu determinación

Nos dejas sedientos de tu compañía y de tu aliento

Ya no hay cansancio, ni cadenas, ni mordazas

Sólo tú en la inmensidad del cosmos, señalándonos como siempre el camino

Padre

Abuelo

Hermano

Amigo

Compañero

Nuestras manos parecen vacías, pero tan solo es un espejismo

Están llenas de ti, y en ellas late como un animal salvaje tu corazón

Om bhur bhuvah svah

Tat savitur varenyam

Bhargo devasya dheemahi

Dhiyo yo nah prachodayat