¿Seguiré frágilmente por el mismo camino?

o volverá a pasar el tren del recuerdo.

Te siento lejos, pero veo que nos dividen solo una vida antes de otra vida.

Hay una infancia perdida por espejos de amor

y muy dentro esquivo pensar

que se dijeron adiós.

Crecer no te hace otro tan distinto a lo que se lleva en el alma,

las huellas son las mismas, aunque cambien las mañanas.

Extraño los mediodías y comer en casa.

Qué es de este tiempo sin llamadas,

qué es de tu vida, y tu futuro, y tu pasado

que dejaste tan guardado 

sólo juntando el polvo de los años.

Se hace carne una ausencia

una tierna foto en mi puerta pintada ya de otros colores.

Recuerdo y escucho tu nombre,

pero qué destiempo el de las almas

alguna vez tan cercanas

hoy tan lejanas.

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