Es tan difícil caminar sin un rumbo fijo, caminar solo porque sí, pero no porque haya un verdadero motivo, es tan incierto el destino que se espera cuando se está bajo la inseguridad de un corazón frágil, sin saber siquiera que rumbo se espera al tomar el camino que parece fácil,intrigando aún más la mente y el corazón, forjando en ellos una insensata melancolía, una sutil sustancia de existir, una temible incertidumbre sin saber si tal vez al dar toda su espléndida esencia sea correspondido. Pero a su vez y como una utopía queriendose acercar al motivo de su existencia, otro corazón; al cual espera conocer y ser querido de la misma manera, sin saber si al dar todo por el otro corazón este sea igualmente recompensado o tal vez destruido, siendo afortunado o para su desdicha ser demolido en miles de añicos sin tener el derecho a recuperarse, aventurandose a crear un nuevo camino, dejar una huella, plasmar una marca o tan siquiera dejar una semilla, en aquel misterioso corazón, que se reviste de corazas con cortezas tan impenetrables, pero a su vez, con una delicada cubierta tan exquisita a su razón de ser que es lo que le permite soñar con entrar en el y quedarse por siempre en sus entrañas.

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