APARTAMENTO F902

2 habitaciones, 1 baño, sala comedor, balcón y cocina integral

el edificio cuenta con ascensor y seguridad 24/7

  • Hola, ¿Cómo me les va?

  • Muy bien doña Marga, yo feliz de acompañar mi niño.

  • Doña Margarita, una pregunta ¿Dónde está el balcón?

  • Mijito, váyase por el pasillo y la última puerta a la derecha es.


  • Gracias. Ma ¿Me tienes el celular por favor?

  • Claro, mi cielo. ¿Vas a ir a ver la vista?

  • Mija aquí el atardecer se ve tan bonito a esta hora, es que las nubes se ven ahí nomás.

  • Que belleza doña Marga, a mí este apartamento siempre me pareció tan bonito, me encantaba venir a hacer trabajos del colegio.

  • Le metimos mucho empeño mijita. Increíble que Jaimito ya pueda aplicar para la hipoteca. Mi María lo orgullosa que has de estar de tu muchacho.

  • No quepo de felicidad, cumple 28 años la próxima semana y ya viendo apartamentos a ver cuál va a comprar. ¿mi cielo, está bonita la vista?

  • Si parece que fue ayer cuando lo veíamos como un hombrecito en su primera comunión. María, mijita usted es toda una guerrera por seguir adelante después de que su marido le hiciera semejante cosa, ¿Cómo fue capaz de abandonarla así?

  • Él tenía muchas cosas en la cabeza, yo creo que ni siquiera pensó en el niño antes de atravesarse. Y pensar que ahora mi Jaimito tiene la misma edad que él cuando se fue.

  • Mijita, ustedes eran muy jóvenes cuando lo tuvieron pero vea, María usted con solo 18 y ya sabía que le tocaba ser mamá. Y Jaime, un año mayor con tanta pendejada. Pero con todo el dolor usted dijo ‘mi niño va a tener su comunión este año sí o sí’. ¿Jaimito, mijo, está viendo los otros cuarto? ¿lo bonitos que son?

  • Gracias doña Marga, fue difícil pero no sabía que más hacer y yo no culpo a Jaime, en todo caso él siempre fue un muy buen hombre. Pero bueno, yo le quería preguntar ¿por qué están vendiendo este apartamento?

  • Mi esposo y yo queremos ayudar a Adrianita con la maestría en Canadá, ¿se imagina que pueda conseguir la nacionalidad? Sería una maravilla. Es que verlas a ustedes dos tan crecidas. Mire, mi niña saliendo del país y usted viendo a su niño salir ya de la casa.

  • Me acuerdo tanto cuando salió para Bogotá después de que se ganó la beca, yo también había aplicado y ahí fue cuando tuve que trabajar tiempo completo.

  • A ustedes dos se les notaban las ganas de salir a comerse el mundo, y Adrianita desde que se montó a ese bus por estos lados no volvió. Pero bueno, nosotros hacemos el esfuerzo cuando podemos de ir a visitarla. Es que uno por los hijos hace lo que sea.

  • Tiene razón, yo al principio no estaba segura cómo iba a hacer y usted sabe cómo era mi mamá, ella no iba a ser niñera mientras yo estudiaba. Sólo quería nieto para jugar con él en las visitas.

  • Es que esa señora era un roble, no la movía nada. Eso sí, casi se muere cuando la vió pipona y sin matrimonio. Por suerte Jaime hizo las vueltas antes de que el niño naciera. ¿Papito? Venga para que vayamos a ver el parqueadero en un momentico.

  • Sí, él no quería que yo me metiera en problemas. Hasta me ofreció opciones con el embarazo pero yo no quería hacerle más daño a mi mamá. Y aunque ella estaba dolida, un niño siempre trae alegría a la casa.

  • Y semejante belleza de niño, parecía un muñeco. La mamá de Jaime, que en paz descanse, vivía enamorada de él¿no?

  • Ay sí, Doña Lucía sufría mucho porque no se pudo venir a vivir aquí y tampoco llevarme al norte con el niño, pero bueno, logró disfrutarlo hasta los 12 años. ¿Mi cielo, qué tanto haces?

  • Ese dolor de Jaime se la llevó muy rápido, ella era para que todavía estuviera por ahí jodiendo la vida. En todo caso, usted aquí se la apañó muy bien, imagínese ya casi alcanza las semanas de cotización para la pensión y tan jóven.

  • Ya las tendría si esa empresa en la que trabajé apenas se fue Jaime no se hubiera aprovechado de mi desesperación, ese año y medio solo me pusieron unas 10 semanas, y ni modo de pelear porque ya no existe. ¿Mi cielo, por qué no vuelves a hablar con nosotras?

  • Nunca faltan los sinvergüenzas, que tristeza mijita, pero por suerte mi Adrianita la llevó a la firma.

  • Sí, al principio fue muy difícil porque estar con la limpieza era muy pesado y yo con el niño no tenía descanso. Pero al menos era algo en arquitectura.

  • Claro mijita, yo vivo tan agradecida con ellos porque mi muchacha logró hacer las vueltas para la especialización en España. Y usted María, lleva allá desde que el niño entró a secundaria. ¿Jaimito, si viste que remodelamos la ducha del cuarto principal?

  • Ya toda una vida desde eso, y tantas cosas que quería hacer pero la vida hace planes distintos a uno. Es que toca más bien adaptarse porque sino…

  • Termina uno como Jaime, es que se veía tan sanito y hacer algo tan horrible.

  • Ay doña Marga, si usted supiera lo mucho que él luchó antes de eso. Cómo le digo, tenía demasiado en la cabeza y eso le hacía mucho daño. ¿Cielo, dónde estás?

  • Es que uno no decide esas cosas María, es al tiempo que es. Eso de estar por ahí buscando un daño en la carretera es pecado. ¿Mija será que anda chateando que ni nos escucha?

  • Mire doña Marga, yo no le voy a pedir que lo entienda, solo le pido que no hable así de Jaime. Ese tren cañero pudo ser un accidente, nunca lo vamos a saber de seguro. ¿Mi vida, qué pasa que no me contestas?

  • Mamita timbrele.

  • Doña Marga, él me pasó el celular apenas llegamos. Más bien ayúdeme a buscarlo.

  • ¿Jaimito, papito dónde se metió?

  • Cielo, responde por favor.

  • Mamita yo no lo veo por ningún lado.

  • ¿Cómo no va a estar doña Margarita? si él solo salía al balcón.

  • Acabo de mirar desde el pasillo y está vacío.

  • Déjeme yo me asomo a ver. ¿Si no está aquí arriba dónde más va a estar? Jaime…

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