Crees conocer la naturaleza de mis defectos,
pero no sabes su modo de ser.
Crees estar a la altura de mis dolores,
pero no sabes la secuela que reside en mi ser.
Estúpidamente crees descifrar mis pensamientos,
y como siempre fallaste en tu gran desacierto,
tanto así que, ni una sola vez te has sentido como yo me siento.
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