EL SEÑOR CONEJO
En una casita pequeña y bonita
vivía don conejo junto al manantial
siempre muy temprano silbando y cantando
va por agua al pozo para cocinar
se inclina en la orilla
moja su barbilla, ve como un espejo el agua de cristal
se peina, se limpia y observa coqueto
la imagen que el agua le deja mirar
limpia su sombrero, se arregla el bigote
listo está el buen mozo para regresar
al llegar a casa prepara el brasero
pues ahí el puchero a de cocinar
recoge la cama, dobla el pijama
limpia con esmero su viejo baúl
pues lleno lo tiene de tantos recuerdos,
de su gran familia y de su niñez,
quien, pues le dijera que dolor trajera, todo lo que encierra en su corazón
Irrumpe el silencio la vieja tetera, anuncia que es hora de desayunar,
su hambre satisfecha, su casa ordenada,
sabe que es la hora de irse a trabajar
puesto ya el sombrero, los guantes se ajusta
le faltan los lentes y su corbatín
camino a la siembra saluda a la urraca,
que linda muchacha, qué feo el puercoespín.
todos lo saludan, le tienen respeto
aquí está el gran viejo dice don tejón
todo un personaje luciendo su traje,
ese don conejo es un gran señor,
trabaja la tierra sin darnos la guerra,
nos vemos conejo en otra ocasión.
AUTOR: Abraham Carranza Silva.
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