De este amor, de estás lágrimas oscuras, de este polvo que somos y seremos. De mi rodilla chueca, de mi alma amputada. De este sol que nos ilumina en la tormenta. En el vacío de nuestra vida. Que jamás llenamos y terminaremos de llenar. Del amor que inhalan las putas del barrio. Y de este jodido corazón, nacerán las rosas que el viento arrasó. Y el amor siempre joven de mi madre, será una brisa que riegue las hojas de mi alma.
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