Existió un lugar mucho más lejano de lo que se pudiera imaginar, cuyo nombre ya fue olvidado donde habitaban dos razas míticas de las cuales seguramente has oído: ángeles, con fuertes y grandes alas blancas; y demonios con colas y cuernos parecidos a lo de un animal. Este lugar estaba dividido en dos ciudades, la ciudad de los ángeles y la de los demonios.
Seguramente estarás creyendo que los ángeles son “las criaturas más puras y bondadosas”, pero aquí no, los ángeles solo tienen de “puro” lo blanco de sus alas, porque en su corazón estos seres solo albergan egoísmo y orgullo. Haciéndose llamar “la raza pura” los ángeles detestaban y consideraban inferiores a los demonios, así que los habitantes de estas dos ciudades nunca hablaban entre sí.
Pero no siempre fue así, llegó a este mundo una nueva raza: «los ángeles oscuros» nacidos de la Unión de ambas razas. Generalmente los ángeles oscuros vivían con su padre o madre demonio ya que los ángeles consideraban a esta raza «inferior» a la suya. Hasta que un día, un ángel con diferentes ideas a las propias de su especie, quiso cambiar esta enemistad y división de razas, creando una escuela mixta. A esta escuela, ubicada la frontera de las dos ciudades eran admitidas las tres razas, aunque el principio esta idea no resultó debido a la arrogancia de los ángeles, poco a poco estos fueron haciéndose más humildes y la escuela fue creciendo.
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