Amor, vida, paz y obsesión.
Cuatro conceptos, cuatro virtudes y cuatro placeres.
Vivir es paz, paz es amor y amor puede ser obsesión.
Siempre que tengas amor tendras adicción, siempre que tengas amor tendras calor.
El concepto amor, lo que genera felicidad, compasión y una gran claridad, claridad de amor, de compasión y de naturalidad. Naturalidad hermosa y tranquila, tan feliz como una niña, tan feliz como una mariposa. Una mariposa que vuela y consigue su amor en las flores, su amor en tí y su amor en el corazón.
El concepto de vida, algo que se vive con el corazón, el alma y la pasión, tan hermosa y impresionante como un dragón. Pero también tan problematica como un drama con una dama. Una dama en un drama impresionante, con una vida llena de amor y corazón.
El concepto de paz, algo que se vive, algo que se siente y algo que se obtiene con vida, amor y alma, una paz tan conocida, tan conocida como una linda flor esperando a su abeja, tan linda como el honor de vivir, el honor de tener amor y de tener paz, un sentimiento único y especial. Algo tan poco visual y a la vez tan natural.
El concepto de obsesión, el menos querido de los cuatro, pero uno muy especial, pero nunca escogido, nunca preferido y siempre perseguido, el amor distorsionado en persona. Tan divido entre la vida y la paz, entre la vida y el amor, algo «irracional» y poco esperado. Tan poco anhelado y tan burlado. Ojalá nunca lo sientas que no podrás escapar.
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