Hermanito

Estoy seguro de que podría haber sido un mejor hermano. Muchas veces me arrepentí de mis acciones, muchas veces supe que podría haberlo hecho mejor. ¿Te acordás de cuando mamá y papá te retaban injustamente y yo no te defendía? ¿Cuando no te quería ayudar con la tarea?¿O cuando me pedías que vaya a comprarte algo porque te daba vergüenza y yo me negaba?

Pensarás que fui un maldito todas aquellas veces, y puede que sí lo haya sido. Lamento haberte siempre jodido las cosas cuando podrían haber sido tan fáciles, pero yo ya había visto cosas que tú no, cosas que te tocarían vivir tarde o temprano. Estaba asustado de que llegara aquel momento, aquel en el que sufrirías de verdad.

La meta interna que entonces me metí en la cabeza fue prepararte para cuando llegara. Conocerías las partes oscuras de este mundo, aquellas partes que iban más allá de tu inocencia. Y no sé si fue la decisión correcta, pero me enorgulleció haberte visto defendiéndote de quienes te molestaban. Te vi diciéndoles lo que siempre me decías a mí cuando yo lo hacía.

No puedo decir que entiendo lo que se sintió que tu hermano mayor sea tan molesto (estoy seguro que para nada bien), y sin embargo comprendo que todo por lo que te hice pasar te hizo más fuerte. Hermanito, eres mucho más seguro de ti mismo de lo que yo nunca fui. Y es puro mérito tuyo.

Estoy tan orgulloso de ti, pero me invade una tristeza impotente al entender que nunca me comprenderás. Pensarás, y con razón, que pude haber sido mil veces un mejor hermano, uno tranquilo, quieto, más simpático, juguetón, cariñoso. Sé que es verdad y me lo reprocho, pero sigo diciéndome que al fin y al cabo tú eres feliz.

Y créeme que no hay mayor felicidad para un hermano mayor que el que su hermanito sea una persona tan extraordinaria.