Regresa cada noche el mounstro vigilante, sentado en el closet sobre aquella esquina con la mirada fija esperando, esperando, esperando.
Durante las noches largas tapo mis pies y arropó mi cabeza ignorando que está ahí mirando fijamente, no sé que espera de mí pero no me atrevo a preguntarle por medio a conocer la respuesta…
OPINIONES Y COMENTARIOS