Somos dos almas libres y enamoradas/
esos paseos nos hacen muy felices/
conocer los encantos de la naturaleza/
claro que si, fuera de la ciudad/
de esa ciudad tan magra, húmeda y desordenada/
cuando nos vemos las horas pasan despacio/
lo húmedo se hace templado, el sol sale/
usted es esa primavera eterna a flor de piel/
con su sola presencia innata, su sonrisa/
oh cautivadora, me relaja, me contagia/.
¿Qué más puedo hacer?: la veo y me enamoro/
mucho más de lo que se imagina y ve/
mi corazón late cada milésimas de segundo/
cada segundo, minutos, horas, pensando en usted
gracias por esos bellos paseos al aire libre/
de descubrir la sabia madre naturaleza/
de poder alejarnos del bullicio de la ciudad/
seremos esos errantes eternos por siempre/.

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