Fuego.
Una sola palabra de 5 letras encerrando dentro de si un amalgama de sensaciones infinitas.
En esta noche silenciosa en donde solo escucho el sonido de mi respiración y en dónde el sueño no se asoma por mi puerta viene a mi mente un pensamiento calcinante sin previo aviso, pero para mi sorpresa se trata de ti y lo recibo con hambriento deseo.
Sopeso entre mis labios ese pensamiento que dió rienda suelta a mi imaginación y que ya era demasiado tarde para detenerla.
Siento como poco a poco la temperatura de mi cuerpo va en aumento excesivo, mis senos turgentes desesperados por ser tocados,y la savia que brotaba de allá abajo era para deleitarse con un sin fin de sensaciones, mi manos bajaron sutilmente en donde emanaba ese delicioso calor, y mis dedos no desaprovecharon puesto que se deslizaban lentamente alrededor de esos jugos tan provocativos,sin aguantar más ese juego previo que me estaba enloqueciendo un dedo entró;esa delicada intromisión hizo que se contrajera mi interior arrancándome así un pequeño gemido, mi corazón desbocado latía con fuerza y mis mejillas estaban de un color rojo carmesí. Sin ninguna distracción mi dedo entro y salió produciendo así ese sonido tan excitante, esa combinación de humedad con piel que me hacía perder la cabeza. Cada vez iba más rápido y mi respiración también ,la otra mano no se quedó atrás y frotaba con ímpetu la raíz de mi excitacion, sentía milímetro a milímetro como mi interior se apretaba alrededor de mi dedo que se deslizaba tan rico, ya casi estaba llegando a la cúspide así que mi dedo palpó con frenesí mi interior que de una forma brusca me hizo llegar al Nirvana.
Dejé que mi cuerpo se recuperara de ese asalto fortuito y al abrir mis ojos con gran pereza, mi cuerpo vibró y fue allí en ese instante que supe ese amargo descubrimiento, le pertenecía.
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