El mejor amigo

Hablar de Dios, es hablar de mi mejor amigo. Son pocas las personas que llegan a conocerte verdaderamente, son pocas las personas que te hacen sentir en confianza, pero ninguna persona cubre la totalidad de todas las necesidades que pudieras tener. He aprendido que el único que entiende tus sentimientos, pensamientos, debilidades, angustias, alegrías, dificultades, es Dios.

Siempre he sido una persona introvertida, me es difícil expresarme cuando no conozco, e incluso cuando conozco, tendría que inspirarme confianza la parte viceversa.

Recuerdo que en mis primeros inicios de conocer a Dios me era difícil contarle hasta el mas mínimo detalle de mi vida, conforme fue pasando los días, los meses y los años, aprendí y el me enseño a decirle cada detalle de mi vida, hasta llegar al punto de decirle “quiero comer tal cosa” . La palabra que mas repito en mis conversaciones con el es “amigo” porque el puede entender desde lo mas profundo de mis entrañas, mis pensamientos, sentimientos y solamente el las puede reparar sorprendentemente.

Cuando le fallo, cuando hago algo que no debería, me hace ver mi error, pero su bondad y fidelidad siguen permaneciendo cada vez mas fuerte. Cuando siento que la carga es más pesada, siento que el me dice “tienes que avanzar lo doble”.

Al inicio de esta carrera le cuestionaba todo, a estas alturas, solamente bajo la cabeza no en señal de tristeza, sino en señal de sumisión a su voluntad, he aprendido si, y mucho, decir “no lo entiendo, pero sigues siendo Dios” y al sabe a que me refiero.

Solo puedo decir que el mejor amigo te va abrazar, te va consolar, te va exhortar y confrontar, porque el mejor amigo, no solamente te aplaude cuando estas bien, sino te va alinear aun cuando fallas, pero lo mas hermoso es que te tiende la mano para levantarte y seguir caminando.

Somos inmerecedores de su gracia, pero aun así el nos amo incondicionalmente y se entrego por amor a nosotros.