“EL CAPITAN AEREO” en «EL PLANETA TERRARIUN”

“EL CAPITAN AEREO” en «EL PLANETA TERRARIUN”

Tabla de contenido

Capítulo 1…………….., El Capitan Aereo en el Planeta Terrariun.

Capítulo 2……………………………………….Las Luces Fotonicas.

Capítulo 3……………………………………. L a Ciudad Futurista.

Capítulo 4………………………………………..Las Narices Rojas.

Capítulo 5..Diferencia de Alimentacion Terrestre y Narices Rojas.

Capítulo 6……………………………… Los Circuitos de Imagenes.

Capítulo 7………………………………………….……El Horaculo.

Ultimo Capitulo……… El Regreso del Capitan Aereo a la Tierra.

“TEORÍA DEL CAPITÁN AÉREO”

Si una nave espacial terrestre mantuviese una velocidad uniforme. Tardaría 4075 años, para recorrer un «Año Luz»

En cambio, para llegar a 40 Años Luz, tardaría 163.000.

Eso sería si la raza humana no descubriera un combustible especial, que le diera más velocidad a sus naves, pero esa teoría sería factible si se aplicaren nuevas tecnologías, para el fuselaje de las naves. Porque caso contrario, se correría el riesgo de que, a más velocidad aplicada, estas se desintegren en el espacio, pues el metal de la que fue creado no soportaría las vibraciones a las que estarían expuestos.

El otro caso sería optar por «hacer» los que hacen las alienígenas, que llegan de otros universos. Buscar en nuestro planeta un «Portal Inter dimensional» como el de Las Bermudas y adoptarlo para nuestros beneficios. Con eso abarataríamos el costo de los viajes, trayectos y distancias, pudiendo viajar Años Luz Indefinidamente.

Capítulo 1

EL CAPITÁN AÉREO

“EN EL PLANETA TERRARIUM”

El Superhéroe Argentino decidió hurgar el infinito y se dirigió a explorar los últimos planetas cercanos al Sol. Así observo, lo que creería era el Planeta Urano, cuya superficie se veía de color marrón y llena de cráteres.

Al costado izquierdo del Capitán se observaba el gigantesco Astro Rey alejándose de las estrellas, tanto que fue quedando atrás. Y se alejaba de nuestra Galaxia, dirigiéndose rumbo a una dimensión desconocida.

En aquel lugar se observaban unas especies de Nebulosas, agujeros negros y grandes «Vías Galácticas» que se dirigían a inciertos lugares.

Repentinamente, vio en una de ellas, un grupo de asteroides que viajaba con estruendosos ruidos, pues chocaban entre sí en sus trayectos, y pasaron a cerca de él alejándose a otros rumbos.

El Superhéroe volteó mirando a los cuatro costados y vio que en la distancia había tres soles, las que no eran del Sistema Planetario Terrestre. Entonces voló hacia ellos para investigarlo y muy pronto estuvo próximo a aquellos Astros. También observo que en esa constelación había varios Planetas formados en forma frontal.

Estos cuerpos celestes eran 7 y cuando más se acercaba a ellas, el Capitán creyó haber regresado al mismísimo Planeta Tierra.

Al acercarse más, vio que tres de estos mundos eran parecidos a la esfera Terrestre, pues tenían las mismas características en sus relieves, con la única diferencia, que se observaban en sus océanos 3 Vórtices, como el de las Bermudas.

Los otros cuerpos celestes eran parecidos, pero tenían relieves geográficos diferentes.

Más entre los tres vistos, observó uno de color rojizo con cráteres sobre la superficie. Esta era parecida al Planeta Plutón. Supongo que serían unos de sus satélites, las que se veían diseminadas, cerca de todos aquellos planetas.

¡Iré a investigar aquel planeta!

¡Quizás tenga vida en ella!

Dijo el Capitán Aéreo, dirigiéndose a uno del planeta parecido a la Tierra.

Capítulo 2

“LAS LUCES FOTÓNICAS”

Al acercarse más para llegar al desconocido Astro celeste.

Esta tenía una especie de Cinturón Galáctico, al igual que en el Planeta Tierra. Y a la vez era muy diferente, porque en el nuestro está el Cinturón de Asteroides.

En cambio, el cinturón de esta en particular estaba vivo. Eran como una especie de Luces Foto nicas Inteligentes, que tenían distintos y radiantes colores. Estas luces chocaban por el cuerpo del Capitán Aéreo a toda velocidad. No lo lastimaban, pero él sentía unas descargas eléctricas, que traspasaban su cuerpo.

Muy pronto, aquellas luces, enceguecieron al Superhéroe, dejándole momentáneamente sin visión. Él solo veía los brillosos y enloquecedores rayos luminosos, que lo llevaban a una especie de letargo y náuseas.

Como el Capitán Aéreo aún se sentía para escapar de los ataques de esas luces, acelero la entrada hacia el Planeta desconocido y supero aquella Banda Foto nica, recuperando la visión automáticamente.

Capítulo 3

“LA CIUDAD FUTURISTA”

Seguidamente, el Capitán Aéreo atravesó una atmósfera parecido a la tierra y observó que había llegado a una gigantesca «Ciudad del Futuro» También vio sorprendido que había allí naves que volaban sobre los altos edificios geométricos.

Las construcciones de aquel mundo, se bifurcaban en diferentes direcciones, algunas eran puntiagudas y otras planas y arqueadas. Resaltaban en ellas el color gris azulado, como el acero. Mientras que en los centros de las ciudades las carreteras se elevaban igual que unas «Ruedas de la Fortuna», surcando el espacio entres los rascacielos, mientras que otras pasaban por debajo, entrecruzándose en la distancia.

Los vehículos del lugar parecían avionetas y se desplazaban sobre las carreteras, levitando a una altura de dos metros. Todos aquellos medios no tenían otros colores que el gris azulado, también tenían pequeñas alas en los costados y carecían de ruedas, no usaban combustibles ni proyectaban vapores y circulaban mediante desplazamientos magnéticos.

Por las paredes de los rascacielos, circulaban ascensores transparentes, vitrificados, como tubos que se deslizaban por la parte externa de los edificios, bajaban y subían a grandes velocidades. Y por el entorno parpadeaban unas especies de luces.

Más arriba, sobre la ciudad, se observaban otras naves que bajaban desde el espacio. Los cuales aterrizaban en algunas recónditas bases aéreas.

Repentinamente, he visto que se abrió el techo de un edificio y salió de ella una Nave Espacial con vuelo vertical, la que rápidamente se dirigió a rumbos desconocidos.

Observe’estudiando al lugar donde baje y vi más allá una nave espacial, lista para despegar verticalmente. Esta estaba ubicada en la azotea, que tenía unas cornisas con parapetos. Por la gravedad que sentí en el cuerpo, pensé que estaría a unos 20 pisos en el lugar. Así mismo, el edificio donde llegue, poseía varias entradas con luces que Predominaban el celeste metalizado. Y esta estaba guiada por una computadora con voz de mujer. Las paredes no tenían otros colores, que el anteriormente relatado. El pizo era rayado y con relieves, similar a una nave espacial. Otro detalle no había en aquel sitio.

Capítulo 4

“LAS NARICES ROJAS”

— ¿Holaaaa…? ¿Hay Alguien Aquilia…?

—¡¡¡Bienvenido Extraterrarius!!!

Contestaron unas voces ocultas. Y repentinamente desde algún lugar del edificio salieron una especie de mujer intergaláctica y un hombre. Estos eran semejante a seres humanos, porque tenían extremidades, pero muy diferente a la vez, porque más asemejaban a unos muñecos o marionetas de plástico.

Ellos apuntaban al Capitán Aéreo con unas Escopetas Láser, que poseían tres discos tras versales, en la parte delanteras, parecían resortes grandes y tenían luces propias que se iluminaban y apagaban como en estado de alerta.

El varón que dio la bienvenida al Capitán Aéreo, estaba uniformado con un traje enterizo de color naranja. Esta tenía alegoría de un triángulo femenino de color negro y le cruzaba desde el pecho hasta el cinturón, en la cintura llevaba un cinturón con funda, donde portaba una pistola láser. También usaba largas botas de color negro, las cuales tenían una especie de antenistas a ambo costados.

Sobre el pecho izquierdo, adherido al uniforme, usaba una insignia que estaba representado por un triángulo negro y sobre ella, estaba dibujada la imagen del Planeta, la que tenía circulado en el ecuador, un cinturón de fotones, representado mediante una especie de pequeñas centellas, que bordeaba el ecuador, tanto el mundo, como en la base triangular.

El rostro de mi interlocutor era similar a un muñeco de plástico. Él tenía un aspecto varonil de 1,80 metros de altura, las orejas parecían normales, los ojos también. Pero las ceja y el cabello, lo tenía como una protuberancia pintada, igual que un muñeco terrestre.

La boca estaba pintado de púrpura. Lo más raro es que tenían los labios igual que el de los humanos. Pero en la comisura, terminaban como el personaje llamado el wazon de la película Batman. (Es decir, como cortados para arriba) Las narices eran casi normales, pero muy roja, similar al de los payasos, también en la mejilla.

Las mujeres tenían como rubores de color rojo carmiz y el hombre de marrón claro.

El hombre que me toco conocer, tenía el cabello de color negro y como bien marcado, mientras que la mujer era pelirroja, con supuesta raya al costado izquierdo, la que terminaba sobre los hombros, como respingada a los costados.

(Estos no eran cabellos, solo protuberancias)

Ella estaba vestida con un uniforme azul, el triángulo femenino de color blanco y portaba un cinturón negro con una funda pistolera. También en las mangas, tenía una especie de triángulo macho, es decir, con el índice hacia arriba. La mujer, se veía con una nariz respingona, muy roja y muy sonriente.

El Capitán Aéreo levantó la mano izquierda, saludando

—¡¡¡SALUDOS HABITANTES DE ESTE PLANETA!!!

¡¡¡VENGO EN SON DE PAZ…!!!

— ¿COMO SE LLAMA ESTE PLANETA…?

—Este es el planeta terrarios, de la “Galaxia Sideral” Y nosotros somos “Las Narices Rojas”

— ¿De qué Planeta es usted Extra terrarios?

Pregunto el individuo.

—Soy del planeta Tierra, distante a cuarenta años luz de aquí, en otra galaxia, contesto’ el Capitán.

— ¿Qué viene a buscar en el Planeta Terrarios…?

— ¿Y cómo paso el Cinturón de fotones…?

Pregunto la que parecía mujer.

—Estoy aquí en misión de reconocimiento entre los mundos.

—¡¡¡Lo entendemos…!!!

—¡¡¡Y luego vendrán con sus naves para invadir nuestro planeta…!!!

¿Verdad?

—¡¡¡No, no…!!!

—Mi planeta, la Tierra es joven y ricas en proteicos.

Y todo lo necesario para la subsistencia de nuestra raza.

—No necesitamos invadir ningún planeta.

Mi misión aquí es solo de visita, cortesía y aprendizaje.

Aquellos interlocutores se miraron entre sí.

Y el individuo pregunto a su acompañante.

— ¿Qué’ dice el detector de engaños?

— ¡No capto engaños ni mentiras, Señor!

Afirmo ella.

—¡¡¡Muy bien Extra terrarios…!!!

—Mientras dure su permanencia en el Planeta Terrarium, estará bajo nuestra vigilancia.

—Yo soy el Comandante Esterlín.

Y ella es la Teniente Escarlatas de La federación Intergaláctica.

—En el nombre de la misma le damos la bienvenida.

Será nuestro huésped de honor.

—Informaré inmediatamente de su visita a la Corte Suprema.

Seguidamente, el Comandante ordeno a la Teniente Escarlatas

—¡¡¡Conduzca al Extra Terrarios hágale todas las inmunizaciones y estudios!!!

¡¡¡Le brindaremos estadía en nuestro planeta…!!!

—Comprendido Comandante.

Muy pronto la Teniente Escarlatas guardo la escopeta de rayo láser en una saliente de pared, la que se abrió automáticamente con un sonido cibernético.

— ¡Acompáñeme, Señor Terrestre…!

Dijo y condujo al Capitán a otra sala. Al acercarse a una pared, una entrada se abrió dándole paso, la cual se elevó para arriba, hacia el techo, sin ningún sonido. Al pasar al otro lado bajo nuevamente con un ruido de compresión.

— ¡Póngase en ese círculo, por favor…!

El Capitán accedió. Y al entrar dentro del círculo descendió del techo una especie de tubo cilíndrico de vidrio transparente, con unos conductos de goma.

Muy pronto, una computadora con voz femenina, ordeno automáticamente.

— ¡No acercarse a la pared, mientras dure la inmunización…!

Seguidamente, salieron vapores lechosos de unos orificios de metal, desde la base circular del tubo. Las que cubrieron el cuerpo del Superhéroe, mientras, la Teniente observaba las lecturas de los componentes, que se reflejaban en un Campo Virtual.

Seguidamente, manipulo sobre unos controles de mandos, que aparecieron con diferentes siglas no humanas. Al terminar las lecturas de los componentes, que la máquina cibernética redacto, se levantó nuevamente el cilindro de inmunizaciones.

Y la Teniente Escarlatas me paso un uniforme similar a la del Comandante, para que me lo ponga. Seguidamente sonriente me condujo hasta una habitación, que se avistaba muy confortable, con una vista transparente y panorámica.

Observe a través del vidrio y vi que estábamos más o menos a 30 piso de alturas. Más allá se observaban unos ascensores tipo bóvedas, las que bajaban a toda velocidad, circulados por unas vías en la pared y acompañado de unas luces parpadeantes.

En la distancia se observaban avionetas espáciales, que se entrecruzaban uno con otros, y también algunos autos que en vez de rodar levitaban sobre una especie de rieles magnéticos, a una altura de dos metros, mientras que a los largos de los edificios, se veían rascacielos muy altos y panorámicos.

Continuando con la descripción de la habitación. Aquel lugar estaba inundado por una luz azulina y había una cama dentro de ella, esta era semejante a un Somier. Entonces pensé que estos Terrarios eran muy parecidos en costumbres a los Terrícolas, pues tendríamos ciertas similitudes en las usanzas.

Ahora deberé averiguar cómo son sus convivencias. (Cuando me vista todo, haré nuevas preguntas a la Teniente Escarlatas)

En aquel momento otro ente, no se encontraba a nuestro alrededor. El Comandante Sterling se había marchado con su nave espacial, que estaba aparcado en la azotea del edificio, para reunirse con sus pares en la federación intergaláctica de los Terrarios, con el fin de informar a sus superiores, de mi visita a este Mundo.

Capítulo 5

Diferencia de alimentación

“Terrestres y Narices Rojas”

Cuando termine de vestirme, regreso nuevamente la teniente Escarlatas y me invito para que vayamos a otra sala, a fin de dialogar de nuestras costumbres. Mientras, ella ingresaba en un sistema de datos, llamado computadora madre, todo lo que yo le contaba.

Primero me pregunto:

— ¿Cómo vivimos, alimentamos y nos reproducimos en nuestro planeta? ¿Y cómo somos los habitantes? A la que yo respondí con una breve descripción del Planeta Tierra.

Segunda pregunta fue:

— ¿Cómo se reproducen en el Planeta Tierra…?

— ¡Bueno, los terrestres macho y hembra primero se cortejan y besan…!

Dijo el capitán

Y repentinamente fue interrumpido por la expresión de la Teniente.

—¡¡¡Asqueroso!!!

¡¡¡Eso es intercambio de fluidos…!!!

Al comentar de los cambios de fluido corporal, la Teniente se escandalizó, abduciendo que eso era muy primitivo y arcaico.

Que el intercambio de fluidos, ayuda a las trasmisiones de bacterias, hongos y otras enfermedades, seguidamente se disculpó.

—Perdón Comandante no volveré a interrumpirlo, continúe por favor.

El Capitán Aéreo, explico excautivamente los detalles del apareamiento y nacimiento terrestre a la teniente Escarlatas. Ella fue cargando lo redactado al sistema informático. Para conocimiento de la “Computadora Madre”

Seguidamente, el Capitán Aéreo pregunto.

Disculpe teniente

¿Cómo se reproducen las Narices Rojas?

Bueno, nosotros nos reproducimos de la siguiente manera. El apareamiento entre una pareja de Narices Rojas, consiste en el abrazo y el roce de nuestras narices, de un costado a otro, mediante lo cual, la nariz roja hembra conforma una obulema, creándose asi un embrión de nariz roja en el vientre de la hembra. Luego de 6 meses saldrá a luz el vástago, ayudado por la computadora madre.

Capítulo 6

“Los Circuitos de Imágenes”

Al siguiente día me cambié de uniforme, las que me dejaron en la habitación. Entonces la Teniente Escarlatas me condujo hasta una sala, donde el lugar tenía muchos circuitos de imágenes. Y me dijo que lo observe, para comprender la historia de su mundo.

Esa parte de la izquierda corresponde al pasado, dijo. Los otros corresponden a la que está ocurriendo en el presente, explico la teniente.

En la pantalla de la izquierda, rememoraba la Escaramuzas de una batalla, parecida a la Sanmartiniana (que ocurrió en el planeta tierra) Allí se veía a un General con el gorro Bicornio en la cabeza, y sable corvo en la diestra, montado sobre un caballo blanco y grupos comandos de hombres, vestido con uniformes azul, batiéndose con sus enemigos de uniformes rojos. Todos ellos estaban de a pie y los integrantes de la batalla eran Narices Rojas.

En la siguiente pantalla las imágenes se trataban de la Prehistoria evolutiva de las Narices Rojas. Inmerso en una inhóspita selva y sobre la cima del follaje de un árbol, se veía a un simio Ramipitecus de Nariz Roja. Mediante un “plano semi-subjetivo”Es decir, desde atrás. Aquel animal miraba a un lejano lugar que tenía un paisaje con mesetas montañosas y volcanes erógenos e inestables. El simio se movía continuamente de ramas en ramas, como preocupado por aquella erupción volcánica.

Otras imágenes correspondían a la llegada al Planeta Terrarium de una Gigantesca Nave Nodriza. Era del inicio de la civilización, de Las Narices Rojas. Esta Nave asemejaba a un Gigantesco nido de Avispa Alfarera (Planeta Tierra) largo como un gigantesco cigarro de color marrón. En ese entonces, el planeta prehistórico de los Terrarios, estaban llenos de exuberantes selvas con abundante vegetación.

Aquella Nave quedó flotando a ciertas alturas espaciales, dentro de la Atmósfera Terrarium. Seguidamente, se abrieron unas compuertas y salieron varios platillos voladores diseminándose por todas partes del Planeta. Una de ella llego hasta una Colonia de Terrarios, en medio de una espesa Jungla.

Aquella Colonia se trataba de una civilización de Narices Rojas, la que se asemejaba al Pueblo Maya-Tolteca del Planeta Tierra, porque tenían construcciones con técnicas Arquitectónicas, como el Templo de Kukulcan.

Sobre la Cima de aquel Templo descendió el “Disco Espacial”.

Y se posó aterrizando sobre ella. Mientras, en la pantalla se difundió una rápida “Visión Panorámica del lugar». Acentuándose las llamativas Bases Alienígenas, las que, hoy en día, son llamados templos antiguos, situado en México (Planeta Tierra).

Alrededor del mismo, había muchos toldos. Las que estaban construidos con pajas y adobes, por la primitiva sociedad de Narices Rojas. Estas asemejaban a la sociedad antigua de los Aztecas (Planeta Tierra) por las vestimentas similares a las que usaban.

Ejemplo los que parecían “Plebeyos”

Vivían semidesnudos y estaban vestidos solo con taparrabos, con largas tiras para ser atada al frente, fabricados con fibras de algún vegetal de aquel Planeta.

Las mayorías de las construcciones aztecas, Incas y mayas (Planeta Tierra) tienen una base cuadrada en la cúspide y luego unas bajadas, como escaleras, por donde bajaban los supuestos Dioses que descendían del cielo.

Aquellos bajaban de las naves visitando a los pueblos de Narices Rojas, vaya a saber con qué intención. En algunas de aquellas Colonias se observaban hasta Cinco “Bases Interplanetaria, de Aterrizajes” como las de “Teotihuacán México” (Planeta Tierra)

Cuando se producían, estas clases de acontecimiento en algunas Colonias. Todos los miembros de aquel pueblo dejaban los que estaban haciendo y se arrodillaban con la boca hacia abajo, adorando a los visitantes que bajaban del espacio. A quienes consideraban Dioses.

Seguidamente, la Teniente Escarlatas me llamo frente a un visor informante del momento y me dijo que allí se veía lo que ella me había comentado. Se trataba de una protesta de Narices Rojas, quienes muñidos de pancartas elevaban sus protestas en plena vía céntrica, entre los altos rascacielos de la ciudad.

— ¿De qué se trata la protesta? Pregunte. Y ella contestó.

— ¡Esos Terrarium elevan su voz, en reclamo de unas Vacunas contra las caídas de caras…!

— ¿Y a quiénes van dirigidos, el reclamo?

— ¡A la Federación Intergaláctica…!

Sorpresivamente, ante el visor por el frente de la multitud, paso un individuo vestido como un Monje Capuchino, que aparte del atuendo de monje con capucha de color marrón, usaba un barbijo del mismo color, con la que cubría su boca.

¿Quién es ese personaje…? Pregunto el Capitán.

—¡¡¡Es un Oráculo…!!!

Contesto la Teniente Escarlatas.

—En toda ocasión que el pueblo de Narices Rojas estén sufriendo por un problema grave, el Oráculo les acompaña para que sus pedidos tengan fuerzas.

Seguidamente, salió en el visor una Nariz Roja que oficiaba de Periodista, informando de la solicitud del pueblo a la “Federación Intergaláctica” Y continuo haciendo un reportaje a una Nariz Roja, afectada con la enfermedad de «Cara Caída» Quien escondía la cara con sus manos muy afectada, llorando y sufriendo ante las cámaras.

Luego hablo la Teniente Escarlatas diciendo:

— ¡Esa Nariz Roja contrajo la enfermedad en las afueras de la Ciudad, Zona Roja o Selva Prohibida…!

Asi pasamos el día y seguidamente fui a descansar nuevamente en la habitación, que me prestaron.

Al otro día quedamos en que saldríamos con la Teniente por la Ciudad, ella me llevaría a conocer y hablar con el Oráculo que vive en las afueras, pero para ello, la Teniente me disfrazaría de Nariz Roja, para no tener ningún problema con los miembros de aquel planeta.

Ya al otro día temprano, la Teniente Escarlatas golpeo la puerta para que yo me levantara

—Toc, toc, toc

—¿¿¿Quién???

La voz habló desde el otro lado, mediante un inter reproductor

—Soy la Teniente Escarlatas, prepárese Comandante, hoy saldremos de Excursión, como habíamos quedado.

—Muy bien Teniente, ya estaré con usted.

Capítulo 7

“El Oráculo”

Muy pronto el Capitán Aéreo se dirigió hasta la sala científica. Allí le estaba esperando la Teniente Escarlatas

—Siéntese aquí Comandante.

— ¿Qué me hará?

—Trataré de disfrazarle como uno de nosotros, las Narices Rojas.

Muy pronto la Teniente fue pintando la boca del Capitán, haciéndole sonriente, colocándole rubor marrón claro en las mejillas, mientras que para cubrir el pelo de sus cabellos, uso un casquete tipo plástico de color negro y unos guantes blancos para cubrir sus manos. Seguidamente, paso un espejo al Capitán, diciéndole que ya estaba todo listo.

Ya todos preparados abordaron un vehículo volante, con capacidad de 4 personas y despegaron verticalmente sobre los altos rascacielos de “La Ciudad Azul Metalizada” Seguidamente, se dirigieron al Sureste de aquella Ciudad y ante de media hora, bajaron en un lugar montañoso, donde estaba edificado un Monasterio tipo Gótico, con altas cúspides.

El vehículo con despegue vertical también descendió de la misma manera que subió, con un zumbido cibernético, y frente aquel monasterio, bajo la Teniente escarlata del Auto Volante. Seguidamente, se acercó a una gran puerta labrada que estaba en la entrada, golpeo con el llamador, que se trataba de una gran argolla que salía de la nariz de un león con melena.

Aquel llamador era similar a los llamadores de la Época Florentina de Italia (Planeta Tierra)

Alguien abrió la gran puerta labrada y se asomó El Monje Capuchino, vestido con su atuendo marrón y el barbijo negro. Ella habló con él por un rato.

Seguidamente, tal Oráculo accedió a recibirme para hablar con él a solas. Mientras la Teniente me esperaría afuera, dentro del “Auto Volante” pase adentro con el Oráculo y primero me hablo en un Idioma que yo no comprendía. Seguidamente, muy pronto corrigió su vocabulario con el “Conversar Oral Interplanetario” Y llegamos a entendernos.

Le pregunté

— ¿Qué trabajo cumple él en ese Planeta?

Él me informo que es el auxiliar de la divinidad Terrarium, en ese Planeta

«EL QUE TODO LO VE Y LO CORRIGE»

Aunque no viva en aquella dimensión.

Y también pregunté:

— ¿Por qué él usaba ese antifaz…?

Me contesto que todos los Oráculos lo usan para adquirir respeto de las otras “Caras Sonrientes”

Es decir, de esa forma se veían solemnes y rigurosos.

Seguidamente, él me pregunto cómo llegue a ese Planeta y yo le conteste que volando y me mostró que él también volaba y comenzó a levitar frente a mí, hasta una altura determinada.

Muy sorprendido, le pregunté por qué él vuela y los demás Narices Rojas no.

Entonces él me explico que ellos se recibían de Oráculo después de muchos tiempos de estudios y aislamiento de la sociedad de Narices Rojas, evitando el contacto con las demás, viviendo solo de la Naturaleza, residiendo solo con el régimen de la rectitud, al cavo de la cual mediante ciertos ritos, ellos llegaban a adquirir el poder de volar. Finalizando asi la etapa de “Aprendizaje a Oráculo”

El Oráculo también me pregunto si yo me quedaría a vivir en Terrarium y que yo sería bienvenido entres los demás Oráculos, por el poder de volar que tengo.

Y conteste que agradecía mucho su atención y ofrecimiento, pero que yo estaba en ese Planeta en una misión especial y que debo regresar a mi Planeta, muy pronto. Entonces me despedí de él y regresé con la Teniente Escarlatas al edificio del congreso de la base interplanetaria.

Al otro día se acercaba el momento de que debía regresar a la Tierra, ya se estaba acabando mi tiempo en aquel Planeta. He aprendido otras costumbres y conocimientos tecnológicos, que podrían ser útiles en mi Mundo, y le comente a la Teniente Escarlatas de mi decisión y me pregunto:

— ¿Cuándo piensa marcharse Comandante…?

— ¡Lo haré hoy mismo…!

—Debo regresar a mi Planeta

— ¡Ya he terminado mi investigación aquí! —Adquiriendo conocimientos más allá de mi Sistema Solar. —Descubrí que existen otras civilizaciones muy inteligentes y con tecnologías muy avanzadas

— ¡Quisiera despedirme del Comandante Esterlín…!

—Lo siento Comandante terrestre.

El Superior Esterlín se encuentra en este momento de excursión en el Planeta de los Corf, no regresará hasta mañana.

Último Capítulo

“El regreso del Capitán Aéreo a la Tierra”

Muy pronto me dirigí hasta donde estaba la azotea de aterrizaje para volar desde allí. Mientras, la Teniente Escarlatas me seguía a unas distancias, con lagrimeos en los ojos por la emoción.

Me despedí de ella levantando la mano izquierda y diciendo:

—¡¡¡Teniente!!!

Que la paz reine para siempre entre nuestro Planeta.

—Su Mundo y las Narices Rojas estarán para siempre dentro de mi corazón.

Y comencé a elevarme de a poco también la Teniente levanto la mano despidiéndome.

Esta vez arremetí con todo hacia el espacio a «Velocidad Supersónica» para atravesar el «Cinturón de Fotones» y ya no me alcanzaron aquellas luces.

Luego de unas horas regrese a nuestra Galaxia y pase por el Planeta Marte, quizás para ver algún conocido y he visto desde ciertas distancias a la Doctora Luna, quien se encontraba inmersa entre una noche estrellada, pero ella estaba acompañada de un niño marciano a quien tomaba de la mano. Quizás sea su pequeño retoño, el que ella había salido a buscar en el interior de alguna gruta marciana.

No baje en el lugar, pero sí desde ciertas distancias levante la mano saludándola. También ellos levantaron las manos, saludando. Y luego me eleve en el espacio a toda velocidad para regresar a mi hogar.

«EL PLANETA TIERRA»

FIN