*El afecto a mis letras*
Está noche está pa’ poesía, dejarla pasar por alto sería descortesía…
Sentir este apacible silencio me hace querer pensar en la bella lírica que guarda una pluma y me invita a componer osados versos de esos que desde niña atesoro y que aún amo todavía. Negarme, cómo podría?, Si es que encuentro en este universo de letras mi lugar en este planeta. Libera los recuerdos de esos años audaces en los que mi corazón vibraba con fuerza y con mirada famélica devoraba libros cuál estrellas fugaces. Fueron momentos memorables en los que fantasiaba con los personajes y me inspiraban a crear mundos utópicos que hoy son inimaginables. Rememorar estas prosas hace que mi musa despierte y me susurre al oído las palabras de Russell: «los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra», y sí, lo descubrí en los miserables de Víctor Hugo, en el retrato de Óscar Wilde, en el cuervo de Allan Poe, en la divina comedia de Dante, en la torre oscura de Stephen King, en la ratonera de Aghata Christie, en el afamado Sherlock Holmes de Conan Doyle…, y la lista podría seguir pero no creo acabarla nunca, por eso prefiero decir que cómo estas obras, ninguna!
Tampoco puedo evitar no hablar de García Lorca, de mi admirada Gabriela Mistral, del estilo único de Juan Ramón Jiménez y del realismo mágico de Julio Cortázar.
Y qué he de decir del gran Pablo Neruda, de las metáforas de Jorge Luis Borges, de los cien años de soledad de García Márquez, de mi amor por las colecciones de vida abundante del argentino Chaij y del asombroso Cuauhtémoc con la fuerza de Sheccid.
Dejar por fuera no podría al bohemio Bukoswki, que pese a su alcoholismo es digno de admiraciones, la primera vez que lo leí cuestioné con pudor su realismo sucio, pero me encontré a Henry Chinasky y comprendí la razón de tan ávido «infortunio».
Tengo cientos de literatos más por nombrar, pero la noche es corta para tanto festín intelectual, quería honrar algunos en honor a sus letras que me inspiran con ahínco a creer que puedo crear mi universo con ellas.
Y ya pa’ finalizar este oleaje de grafemas, quisiera evocar con certeza: que los libros abren puertas para ver más allá de una simple silueta y dotarte de astucia ese bello caletre al que llamamos cabeza.
Rocxybepach🦋
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