En Sicilia agonizó Esquilo en la isla de Gela, como istmo entre dos mares que le llevaban al Dyonisius por el pliego del Hádico Speleothemes, aquí éste le ingresaba al skené de Eurípides y Sófocles bajo manutención de Dyonisius y del padre de Esquilo; Euforión de Eleusis. El iba camino a Gela cuando le embistieron y cruzaron después de la repercusión temporal de Ofensiva en Salamina encontrándose con Wonthelimar y Vlad Strigoi cuando se aprestaban a dirigirse a la Caverna de Dyonisius. Lo más inverosímil de esta secuencia paralela surge del ensalmo de la nigromancia de Dyonisius al convocar junto a ellos para dirigirles a la caverna. La escena o skené triple se hacía factible cuando Vernarth se bilocó tres veces junto a ellos escaldando la fogata desde los bordes del Prophytis como si fuera un fanal que destellaba micro relámpagos para reconvertir las luces bilocadas de Siracusa con las de Patmos simultáneamente, Vernarth se levanta del borde noreste del Koilon de su teatro y les dirige con su ensalmo:
Primera Escena de Dyonisius: “ Venía con su carro de Thespis con los chispazos desde Catania, aquí se percató que aparecían bolas de relámpagos surcando desde el éter, y sobre ellas una frecuencia triple que aclamaba unirse a Wonthelimar y Vlad Strigoi. En concomitancia, él se dirige raudamente hasta Siracusa viajando a una gran velocidad, elevándose a la tercera luz del Menorah de siniestra a diestra de tal manera que sus caballos dilapidaban el fuego sobre el césped de oro”
Segunda Escena Esquilo: “ Se dirigía a Gela, cavilando en el camino con su temerario tiempo congelando su voluntad que le llamó en ese instante y que vociferó como Anthropokairós derivándose de su memoria espiritual remanente que le advertía hacer lo que no hizo en un pasado deletéreo pavoroso, esquivándole con sus anquilosados brazos cuando bolas de relámpagos se inquietaban para ingresar en la escena de Salamina donde lidió con los Aqueménides.
Tercera Escena Wonthelimar: “ Iba con Vlad Strigoi, y este a su lado olía a azufre que experimentaba con cercanía de algunos de ellos que ya habían tenido lid de casta y drama existencial exultante, Iban raudos tripulando con sus transitorios élitros cuando recibieron bolas de relámpagos que iban enérgicamente azuzándoles ”
Esquilo iba a agonizar a Gela, después de no hacerlo en Salamina con cierto desencanto y supuestamente de haber develado los Misterios de Eleusis, mas no lo fue! Afanosas espoleadas le sacudieron de repente cuando ante él se presentó bilocado Vernarth emitiendo episodios del Siglo Dieciséis, concisamente de Fray Luis de León; respecto al Cantar de los Cantares que comparecía desde el éter transitando por el triunvirato de borlas de relámpagos que le había soplado Vernarth para exteriorizarle su epítome de parapsicología cuántica. El caer sometidos ambos, brevemente Esquilo comprendió que percibía el juzgamiento de Fray Luis de León por la Inquisición por sus expresiones de carácter erótico y filosófico con su prosa elevada. La antología dramática de Esquilo le dirigía a su Necrópolis de Paquidermo en Gela al abandonar sus pares piernas y brazos. En el intertanto desde el agón o certamen, Dyonisius le arrebataba su Kairós de hombre singular, le conminaba al Hádico Speleothemes desde donde venía Wonthelimar para referirse a él tal como lo hizo con Eurípides y Sófocles con las sempiternas Ranas de Aristófanes. Prosigue la secuencia paralela de la trilogía caracterizada en Esquilo para finir en el skené o período culmine para recibir sobre su cabeza la inspiración del bolon del relámpago de Vernarth unida con sus tres partes! Las tres escenas se juntan con la interferencia y paralelismo de Dyonisius que les exhorta a dirigirse con ellos por el Speleothemes así se aseguraba de salvar sus celebrantes almas y anti mitos que se desharían con éste drama satírico con los batracios, como un convite de Vernarth para cimbrar el destino de cada uno de ellos hacia una caustica realidad que prorrumpe al hombre próximo a su agonía en su proporcionada defunción develada como una tragedia existencial cercana al omega del Anthropokairós. Por tanto se tensionaban destinos en tres escenas que se acoplarían con la del eje de sostenimiento de una víctima no puntualizada por varias que seguirían con su misma perennidad en compañía de Eurípides, y Sófocles con baladas de los batracios de Dyonisius para encantarles como subterfugio y didáctica para que de una vez sean adpresos en la galería de la caverna para que fueran convencidos con mayor persuasión. Las Tres Escenas se hacían de una sola bajo el precepto de Dyonisius, para adherirles en la siguiente ante sala de parapsicología de Spinalonga, donde tres escenas harían tragedias y fábulas que seguirían desde el trono de las graderías con miles de difuntos que querían escuchar y re escuchar desde el infra mundo de los Speleothemes yendo hacia el viaducto de Patmos.
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