Quisiera pedirte que no te marches
pero eso sería como rogarte
y mis sentimientos se irían para otra parte.
Desearía tanto poder besarte
pero tú resistencia me pone intolerante
que escribo cosas, que en ocasiones no son las indicadas.
Te pediría que no seas tan fría
pero eso no es mi función
sino que seas espontánea, con intención
Que dejaras de evadirme
y que me marche, no vuelvas a pedirme
aun así, no quisiera llegar a despedirme.
Muchas veces me pierdo en tus miradas frágiles
en los recuerdos enormes, que motivaron nuestro caminar
y llego a la conclusión, que el amor y sus consecuencias, no es tan fáciles.
Y que el amor es una motivación
que lleva el sello propio del corazón
y de nada serviría, que te obligue por emoción.
Desearía pedirte que te quedarás
más eso significa que estaría prolongando mi agonía
y es de seguro que eso, a los dos, nos dañaría.
Y sería como llenarte de incomodidad
y dejar por sentado que lo harías por necesidad
y no porque realmente sea tu voluntad.
Aun así, prefiero disfrutar de estos últimos instantes
en qué tengo tu atención, sin interrupciones
y así poder guardarme para siempre, todas las emociones que llevamos en nuestros corazones.
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