Te Vi, Jennifer.

Te Vi, Jennifer.

Emery

24/06/2023

Por algún motivo, la noche era mi lugar de paz, las luces psicodelicas y ver colores en las caras de las personas me resultaba realmente divertido así que lo había convertido en una rutina, más aún, después de tu partida, Jennifer.

En realidad, fue mi partida, yo ya no podía soportarte, cada día me sorprendias con una nueva actitud irritante o alguna queja sin base ni fundamentos en este universo pero que en el tuyo tenia todo el sentido del mundo, mientras yo te agasajaba con regalos bien pensados tu lo hacías con reproches, igualmente bien pensados. Así que, un día decidí romper el lazo que nos unía de manera profunda. ¡Y te dolió tanto, Jennifer! Lloraste, rogaste, insultaste, juraste, usaste todas las cartas que tenías pero lastimosamente no poseias muchas, o al menos no las indicadas para reconstruir mis sentimientos.

Me llamaste perro, infeliz, imbécil, poco hombre, cobarde, mi amor, mi vida, corazón, cariño …Pero en ese momento yo ya no sentía nada por ti, tal vez si te odiaba hubiese sido más fácil que cediera.

Pero te vi, en una de esas noches coloridas ya mencionadas, mientras mi oído sufría por la inconmensurable cantidad de ruido y yo tomaba pequeños tragos de un whisky más bien barato, mis ojos pudieron distinguirte, en una esquina, con una camisa verde que en algún momento me perteneció, pero que ahora la usabas como tuya. Apenas podía verte y en realidad no me inmute en lo absoluto, hasta que pude ver con quién habías llegado

Era un hombre, alto, probablemente más que yo, modelaba unos zapatos blancos, pero realmente blancos, ¿como podía tenerlos tan blancos en un ambiente como este? Los míos estaban rotos.

Tenía el cabello no muy largo y no muy corto, pero lo tenía bien cuidado, tenía ojos de cazador y una nariz imponente. Al igual que el resto de él

¿Quien era ese ser extraño? Te pregunté telepáticamente, y no sé porqué esperaba una pronta respuesta.

Vi como hablaban, como le sonreias, cómo rompias la barrera del espacio personal, y no entendía porque tenías que hacerlo, ¿Era por amabilidad ¿Porque te habían gustado sus zapatos? O quizá su cabello, Sea por lo que sea, no quería que lo hicieras, y menos aún con mi camisa puesta, ¿Que tramabas? ¿Lo ibas a seducir con ella? ES MI MALDITA CAMISA, JENNIFER

Probablemente luego de esta fiesta te lo llevarías a la cama aprovechando que todos duermen a estas horas, caminarían en cuclillas y cogerían tan agresivamente en un tan profundo silencio…Y nadie los descubriria, lo mismo hacías conmigo todas las noches, ninfómana desgraciada. Te desnudarias para él de alma y cuerpo, excepto por mi camisa, No te la quitarias, coger con ella puesta tal vez sería tu manera de vengarte de mi, cómo si yo pudiera ver a través de ella…Hija de puta, no puedo ver ¡PERO PUEDO SENTIR! Y lo sabías tan bien.

Sé que él te tocará, te faltará el respeto y a ti eso te va a encantar, y también sé las cosas que le pedirás y que prefiero no imaginar ¡ME LAS PEDIAS A MI! Y yo siempre decía que no, no era mi estilo, pero juro por Dios que ahora sí lo es…Debería ir y ser yo quien te quite esa estúpida camisa, creo saber que dirás que si y que lo dejarás a él y a todo por mi…Si, eso es exactamente lo que haré.

Salí de mis pensamientos, y cuando los busqué con la mirada y las piernas pude capturarlos en la puerta, en la salida, ví como él te llevaba de la cintura y tú reias de manera coqueta mientras subían al taxi.

Apenas el taxi se fue, salí, aún podía verlo, entonces abrí mi boca pero no pude maldecir.

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