Desde que formas parte de la nada

Y para nada revelas tu estar,

Aprendí  que si me tomas de la mano

Nada podremos lograr, ¿acaso eres tú mi faro? Dime tu la verdad. Vierte en mi el riego de tu haber, y dime, si vale la pena intentar. Si con tan solo intentarlo. Apartaras de mi esas horribles e inquitantes aspiraciones,

De no ser para que se han formado…

Pues cuando el aceite se vierte  de su cristalino frasco, 

Y se demora un siglo en volverse a completar.

Dime tu, ¿si acaso  el fusnesto suelo

No queda manchado y a pesar de eso 

sé vuelve  a limpiar,  con eso me demuestras que si es absurdo  el existir,  quiero sentir una en un millón  las ganas de  vivir.

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