¿Acaso podemos sentir el dolor de los demás?, jamás había escrito sobre el dolor, era muy joven aun en ese mundo de las desdichas del mundo, no venimos al mundo con las preguntas, las creamos con el pasar nuestro crecimiento, las respuestas vienen de varias formas, no todas nos dan ese alivio de conocimiento, y hay algunas que hubieras deseado nunca haber conocido, las cuales nos hacen desear habernos quedado en ese mundo de inocencia que teníamos en nuestros primeros años, donde nuestro deseo por conocer el mundo era el mayor de nuestros anhelos, mientras vamos desarrollando nuestro pensamiento, nos damos cuenta que hay algo en particular que, creíamos conocer solo de forma tangible, el dolor, el cual se presenta también en forma de sentimiento, veía tantos a mi alrededor sufrirlo de esa forma, para mí era aún incierto; Es difícil entender los sentimientos para alguien que ha dejado a un lado el camino espiritual, pero jamás es tarde de volver a ese camino, nacimos en ese camino y aunque pareciera que nos apartamos, solo estamos siendo como el caminante que se cuestiona hacia donde se dirige, y eso no es malo, porque mientras vamos creciendo, ese libre albedrio nos ayuda a crear nuestro propio camino, en el cual aprenderemos, dichas y tristezas, ambas son como la lluvia y el fuego, a mucha tristeza se extingue la felicidad, y a mucha felicidad se vuelven pálidos los sentimientos nuevos que nos da la vida, y hay quienes salen del camino de la espiritualidad buscando comprender la vida, sin embargo hay quienes no logran notar el momento en el cual se han desviado, tanto que ellos mismos pierden el camino de regreso, pero aquel camino solo se nubla, más nunca deja de existir, tu que sientes dolor, te aseguro que también sentirás alivio a lo que te pone triste, así como la naturaleza del universo se traduce inexplicablemente en vida, de una forma que nos parece inimaginable, aprende tú, a traducir la tristeza a misiones que le den alegría a tu vida.
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