Si tuviera 80 quiero que me traten con dignidad. Ayudar a otros. Ganar mi propio dinero. Comer lo que me gusta, ir de paseo, a campamentos, a festivales, ir de compras. Aprender cosas nuevas. Tener largas tertulias con mi Padre de los cielos. Tararear antiguas canciones e inventar nuevas. Agarrar un lienzo y pintarlo de colores. Quiero vestirme con alegría y oler a una ostentosa cantidad de perfume. Y reír. Espero ver lo suficiente para escribir muchas líneas, a veces versos, tal vez consejos, algún recuerdo. El tic tac del reloj ya no perturba pues tendré mucho tiempo e ilusiones y más risas que dolores.
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