Era un día normal, cuando ocurrió mi desgracia. mi nombre es Demi y tengo veinte años. Me encontraba casual, como todos los días, había ido a la universidad y terminando las clases mis amigas y yo decidimos tomar el resto del día para nosotras, habíamos entregado proyectos finales así que las vacaciones estaban presentes, decidimos ir a conversar a un café donde sirven unas crepas deliciosas. estuvimos toda la tarde charlando sobre la universidad y nuestras vidas personales, la tarde eventualmente paso rápido y se llegó el momento de despedirnos así que me dirigí a mi automóvil dispuesta a ir camino a casa, es aquí cuando de pronto mi mundo se tornó obscuro.
Tome la ruta de siempre camino a casa, todo iba bien hasta que cruzando por el valido que se encontraba entre la ciudad y mi casa, pude ver un auto detenido a la horilla del camino dejándome el paso libre, y aunque días atrás había visto ese auto en repetidas ocasiones no le tome mucha importancia, decidí tomarlo como una coincidencia; grave error. Más delante en el camino había otro auto pero esta vez cubría el camino, cuando los pasajeros de este auto notaron mi cercanía bajaron sujetos con un par de armas, asustada trate de tomar acción e improvisar así que puse mi auto en reversa y pise a fondo cuando pude notar el auto que había visto atrás en el camino acercarse deteniendo mi paso. Con horror decidí chocar su auto e intentar escapar pero mis esfuerzos fueron en vano, lograron inmovilizarme a pesar de mis esfuerzos por escapar. Cuando estos sujetos de nuevo bajaron de los autos podía escuchar el latir e mi corazón, comencé a sudar frio y entre más se acercaban ellos a mi auto más se aceleraba mi ritmo cardiaco, intente marcar a mis padres en busca de ayuda pero junto cuando tome mi teléfono sentí como el vidrio de mi puerta caía encima de mí, una mano con fuerza tomo mi mano, arranco de mis manos mi teléfono y lo destruyo por completo; de un momento para otro perdí la conciencia.
Cuando recupere la conciencia recuerdo que estaba en un cuarto húmedo, hacia calor y el olor era fétido; estaba muy asustada así que solo podía llorar, intentaba comprender el porque me sucedía todo esto, porque la vida me castigaba de esta manera tan cruel. Momentos después pude escuchar como unos pasos se acercaban cada vez más y más hacia la habitación, y al igual que la situación anterior mi corazón no dejaba de acelerarse, nuevamente temía por mi vida. Al abrirse la puerta estaban dos hombre con los rostros cubiertos, se veían intimidantes; uno de ellos entro en la habitación y me saco de esta a la fuerza entre golpes y patadas intentando escapar de sus manos, sin dirigir una sola palabra hacia mí me llevaron con quien parecía ser su jefe, el con una voz ronca les ordeno llevarme a bañar y prepararme, en este punto ya imaginaba que harían conmigo, me solté en llanto y obedeciendo las ordenes de estos sujetos temiendo que se enojarían si no obedecía me bañe y vestí con los atuendos que me dieron. Posteriormente me llevaron a una habitación, solo que esta era mucho más cómoda, era un lugar que a pesar de ser hermoso se podía sentir un ambiente pesado, pues a pesar de esto yo ya me había dado de cuenta que había sido secuestrada para ser utilizada como objeto sexual; era terrible el cómo me denigraban de esta manera. Dejando de lado los detalles de que habían hecho conmigo, siguió ocurriendo todos los días, he perdido la noción del tiempo, solo sé que llevo aquí varios días pero no pude contarlos, todos los días espero una respuesta del cielo, le pido a Dios entre llanto y sollozos que me ayude a escapar sana y salva de este terrible lugar, incluso llego un punto en que quise culparlo, en que dude de su existencia, si hay un Dios ¿cómo puede permitir que me pase esto?, termine por aceptar lo que me estaba sucediendo y ahora estoy aquí, esperando el momento en que esos hombres entren aquí y me lleven de nuevo con ellos. Tal cual se había hecha rutina, se escuchó la puerta abrir, solo que esta vez no había dos sujetos sino uno, y este iba descubierto; me dijo que ya no me preocupara, que la ayuda estaba en camino, justo cuando había perdido la esperanza apareció esta chispa de luz en mi vida, así que con ansias de escapar decidí seguro.
Salimos de la habitación de a la distancia se escuchaban casi imperceptibles las sirenas de policía, pero cada vez más cerca, mi corazón se aceleraba nuevamente, solo podía imaginar el momento de ver nuevamente a mi familia, abrazarlos y besarlos. De pronto se escucharon gritos tras nosotros así que intentamos correr, en este punto se habían dado cuenta que este sujeto había pedido ayúa. Nos acorralaron y con fuerza pusieron de rodillas a ese gran sujeto que tenía la intensión de rescatarme y mientras yo lo observaba le apuntaron a la cabeza y se escuchó un disparo seguido de su cuerpo cayendo muy lento al piso, de pronto me pusieron de rodillas a mí y justo cuando mire hacia arriba todo se nublo, se oscureció todo repentinamente de deje de sentir cualquier cosa.
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