Que mi último deseo sea verte sonreir. Abrir los pétalos del corazón y mirar el espejo del alma. Por momentos creí que tú sonrisa era el reflejo del cielo, pues que cielo tan bello se esconde, detrás de cada persona, cuando vemos la mirada de su alma. Pero que tristeza es ver qué por un trago amargo se nos apaga el alma. Adiós te digo, pero de que olvide el cielo de tu sonrisa lo dudo.
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