El abismo

                               ¿tiemblas esqueleto?

                               más temblarías si supieras

                               adónde te llevo

                               -Turenne

como una flecha lanzada al universo

envuelto en fuego

y la lengua

como espada aguda de dos filos

va el hombre

intentando ser un niño

intentando ser una estrella

o al menos

como un animal celeste

acercar al sol sus alas

para ser digno del crepúsculo

y he aquí que cae

en el abismo

que abre sus fauces

y es un dragón

dispuesto

a tragar su luz

una gran batalla se aproxima

-tal vez varias-

y el hombre

de dos rostros y dos lenguas

aquel hombre

que dejó de ser animal

para ser flecha

puente

constelación de pulsiones

aquel

que sólo intenta

derribar

y reconstruir

desciende

y en ese trance

inevitablemente envejece

y de pronto

vuelve a ser niño

para besar

una gigantesca lengua de fuego

que se asemeja a un mar

en el velo

del paladar de la bestia

inexpugnable

que abre sus alas

sobre el mundo

como una inmensa

mariposa de muerte

instaurando

el imperio del terror

aquí la vida

es mecánica cuántica

todas las leyes

han rodado

y la belleza

se ha estremecido

no hay viento alguno

que perturbe su existencia

el brillo es menos brillante

y todos los colores

caen como granizo

hay gusanos

en el pan de sus sueños

y el abismo se asemeja

a un agujero negro

          el hombre duda

¿está atrapado en sí mismo

o es una cuerda del universo?

¿por qué hay sangre en su boca?

¿por qué se siente

hijo de la luz

y bebe de sus grandes senos?

          he sido arrancado

          y llevado a la oscuridad

         demasiado pronto

         -piensa

sus pies acarician

la lengua del dragón

blanda y dorada

para tropezar

con un incendio antiguo

su espíritu

es ahora ceniza

y espera

a los miles de ejércitos

que vendrán por él

oleadas de ejércitos

de fuego y metal

          quieren su sangre

          su cabeza

          y la grasa de sus intestinos

          para hacer holocausto/ ofrenda quemada de aroma agradable

vienen por él:

          por no creer en el Espíritu Santo

          ni en la resurrección de los muertos

         por no pedir piedad ni suplicar

         por haber quedado impuro

         en cada derrame de semen

le lloverá granizo:

         por creer en los sobrevivientes

         de la enfermedad de Hansen

         por aceptar

         que toda la humanidad falló

         por ser eternamente impuro

         pues la carne viva

         es impura

son constelaciones

los ojos del dragón

montañas escarpadas y volcanes

su fiero lomo

navajas filudas

las escamas de su piel

capaces de partir el tiempo en dos

         y esas sombras

         ¿son acaso viejas almas derrotadas?

una idea

lo desnuda

en medio de ese infierno luminoso

¿acaso están aquí los nuevos hombres

de los que habló el maestro

          los que no tienen piedad

          pero aman

          los solitarios

          los herederos de la voluntad de poder

          los opositores a la renuncia final

          los amantes de Dionisos

          los que han renunciado

          a la fraternidad de la muerte?

el silencio absoluto es quebrado

por el rumor del mar

a la orilla del esófago

allí el universo

es también infinito

una bóveda

hermosamente estrellada

es el cielo de la boca

y un suave oleaje desnuda

el piélago

y el hombre va como bestia devoradora

adivinando

la perturbadora belleza de la muerte

y el aire se torna limpio

y por momentos puede quebrarlo

con su espada:

           al hombre no le bastan sus dos lenguas

           afiladas y pulidas

           está alerta

           la muerte es un sol negro

           sobre su cabeza

el campo de batalla

no está desierto

está infestado

de inocentes criaturas

confundidas

entre gigantes guerreros

           ¿soy un asesino?

se ha preguntado

tantas veces

           atrapado en tres absurdas dimensiones

se lamenta

de no poder trascenderlas

de no sentir más de lo que siente

en cinco formas diferentes

tal vez los sueños son el umbral

de otros mundos

y ahora

su alma

está atrapada en una celda

          las paredes del infecto cubo

          son espejos

          pero él puede hundir

         su espada en ellos

entonces:

         ¿cómo vencer

         al último guerrero

         de la evolución humana

         al más tardo y vulnerable?

una mezcla de temor y de esperanza

hace presa de él

cuando mira directamente a los ojos

de ese coloso combatiente

que es el instinto

formidable vencedor

de todas las batallas

          ¿estará en este campo

          como amigo o enemigo?

         ¿será un demonio enamorado?

su espada como una llave

abre el cielo y el infierno

y una herida profunda lo estremece

¿en qué momento empezó la batalla?

no hay música de fondo

ni trompetas

ni ha empezado el tercer acto de Nabucco

hay algo extraño en todo esto

su mano está ensangrentada

y siente

que una lanza

atraviesa su cabeza

pero él es ceniza

es un ser venidero

y hunde más su espada

en lo más profundo

del animal desangrado

que deja entrar

amablemente a la muerte

y es un lamento

de peces

interrumpiendo

la sensualidad del triunfo

         interrumpiendo

         ese glorioso momento

         de crueldad extrema

en el instante en el que logra

entrar

por la herida abierta

y un nuevo talud

más grande y profundo

se descubre ante sus ojos

y de pronto está sujeto

a una estructura abrumadora

y se ha convertido

en una lágrima de metal

y su cerebro sólo es una extensión

de aquella entraña

de concreto y fierro

y a través del cableado de sus neuronas

hacia la retina

viaja una luz eterna

y dolorosa

         cierra sus ojos

y una explosión de estrellas

atraviesa sus párpados

dejado sus ojos llagados

mientras por un altavoz

conectado directamente a sus tímpanos

una voz repite sin descanso

         entrada y salida de cadáveres

         de nueve a cinco

¿cómo descendió hasta allí?

a sus pies

un enano narra

una historia

de desencuentros sin fin:

          el ser humano y sus flaquezas

         el olvido del ser

y está cansado

          otro hombre

         está parado

         sobre sus hombros

        y cada cinco minutos lee una proclama

        en la que afirma

       lo difícil que es descubrir

       las leyes que determinan

       el peso del pensamiento

sabe que está revolviéndose

en las entrañas del monstruo

que vive atormentado

por aquellos

que han elegido la sumisión

como su propia fe

seres que se creen salvos

por la obediencia/ la castidad/ la piedad

y en verdad

yacen partidos en pedazos

¿quién les dejó caer la espada antes que yo?

          alles schlafen, es wird einfach diese krieger zu töten die glauben dass sie götter sind

         (todos duermen, será fácil matar a estos guerreros que se creen dioses)

         -calcula

una flecha artera

abre una herida en su costado

y de ella germinan

ríos/ peces/ árboles/ aves

¿quién disparó la flecha?

-voltea

y logra ver a un hombre

que se marcha

en medio de una nube de ángeles

¿no será aquel el hombre

que pronunció tres mil proverbios

y compuso cinco mil poemas?

no hay tiempo para más

no quiere saber cómo es posible

que hayan sobrevivido

estos estúpidos animales

           y blande su acero

más encuentra a alguien

que no ofrece

la más mínima resistencia

           ¿cómo matar a alguien

           que ya se abandonó a la muerte

           y ha perdido

          el brillo de sus ojos?

y arremete

           contra ese sistema de carnes/ sangre/ huesos

brasa en la mirada

y siente que quiere disolverse

en las vísceras del endriago

quiere destruir a dentelladas

la angustia

mas 

           ¿cómo destruirla

           si nosotros somos

          el dolor?

y saborea un leve lamento

en su perversa boca

cansado como está

de su viejo cansancio

nota que ha perdido

un rostro

una lengua

un brazo

y parte de su cuerpo

va transformándose en luz

él también es un reptil

de tierra

aguas

y mundo subterráneo

y sabe que en cada ser

hay un profundo abismo

y él está allí

para extinguir la lumbre

arrancar los ojos

de la compasión

cortarle la lengua

a la mendacidad

y poner contra la pared

a la virtud

            Alea iacta est

es ahora el hombre aire puro

una partícula de éter

cabalgando la luz

un paraíso de fuego

un animal alado con voz de trueno

un ser inconmensurable

fuerte y pleno

nuevo y único

recreándose a sí mismo

un transmutador

un infractor de la lengua

un aniquilador de la cosmogonía

un ser divino/ diabólico/ fantástico

desatendiendo
su cuerpo

un prosélito

de la suprema maestría

ascendiendo por el talud

y transformándose

en un precipicio de luz infinita

un hacedor de universos

de nuevos mundos sin dioses

un alma suave y clara

llena de tonalidades

porque nació para inflamar

          sole perfectum

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