Las amistades, son esos pequeños fragmentos que vamos dejando de nosotros en otras personas, aquellos recuerdos que creamos con otros individuos que decidimos que sean parte de nuestras vidas.
Si has leído algo mio anteriormente, debes de saber que me encanta escribir pensando en la tristeza; ya que, siento que la felicidad es tan personal que la tristeza es lo único que podemos llegar a compartir, sin embargo eso no garantiza que tu tristeza la entienda alguien más. Pero, regresando al punto, las amistades; son momentos, pueden ser efímeras como eternas, pueden ser desgarradoras como sutiles, pueden ser lo que uno decida que sea, no obstante siempre dolerán, si no acaban bien siempre serán un problema sin resolver.
Las amistades, se aman, se cuidan y se respetan, ya lo dije son ese pequeño detalle que dejamos en otros, es la esencia que se comparte a lo largo de la convivencia, a veces es hasta peor que enamorarse, estoy segura que el duelo de una amistad siempre será peor que el de una relación, porque al enamorarte sabes que en algún punto, cuando menos lo esperes todo se acabará, y esa es la diferencia con la amistad, el final nunca lo llegas a imaginar.
Problemáticos, somos todos, somos humanos, los problemas así como los sentimientos nos hacen vivir, son parte de, pero a veces encontrar con quien encajar es lo más bonito que hay, encajar es poder reír hasta llorar, es poder contar con quien llorar, es saber que en las buenas y en las malas siempre habrá alguien que te respalde; honestamente yo no he contado con esa suerte, siempre que me encariño más la gente se aleja, mientras más cerca estoy más lejos ellos están.
Y la verdad es que capaz de culparme no soy, porque prefiero irme sabiendo que me entregue aunque a medias me toque quedarme, irse suena mejor cuando la culpa no cae en ti, es lo más satisfactorio que existe, porque estuviste cuando nadie más lo hizo, y esa satisfacción nadie se la puede llevar.
Los errores se cometen, somos jóvenes, al menos eso me gusta pensar, ya que no soy capaz de juzgar a alguien por los errores adolescentes, como mentir, escaparse, salir de fiesta y perder la noción del tiempo, no llegar a la hora estimada; porque vivir es lo único que la vida nos provee, por eso estamos aquí, aprendiendo a vivir.
En conclusión, cuiden, adoren, respalden y protejan a esos pequeños fragmentos a los que llamamos amigos, a esas pequeñas piezas que completan el rompecabezas al que le llamamos «vida», porque tal vez las relaciones se reconstruyeran pero ¿las amistades?, esas ya no.
L.M
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