«Señorpájaro» narra la relación entre una mujer joven y su padre anciano.
Tras el regreso de la primera después de muchos años de distanciamiento entre ambos a la ciudad donde se crio, la intención de la mujer es reestablecerse en dicho lugar, un barrio suburbial, que ahora le cuesta trabajo identificar por lo mucho que ha cambiado. Su ideario pasa por organizarse la vida mediante el eje central de su trabajo y la atención anímica que requiere su anciano padre, residente en un centro para mayores desde hace tiempo. El deterioro físico y cognitivo del progenitor plagado de extravagancias, a un tiempo preocupa y proporciona estupor en la mujer, que se verá mezclada en situaciones donde la realidad y lo fantástico llegarán a confundirse; y aunque para ella es fácil imaginar en qué desembocará todo aquel proceso por el que transita su padre, la introspección, la empatía, la magia… Un poco de todas estas cuestiones, llegaran a suponerle una impagable gratificación en lo personal.
Si bien puede afirmarse que el peso de la novela recae en la relación padre-hija, cobrará un gran poder aglutinador la figura de otro personaje anciano, Señorpájaro, que ejerce de nexo entre la realidad y lo onírico en que interactúan los provectos héroes, para crear entre ellos un espacio de entendimiento y complicidad al que se permitirá acceder a la mujer.
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