Entre lágrimas y ovación

Entre lágrimas y ovación

Luana Morinico

19/03/2023

El US Open fue el último torneo de Serena Williams, quien se despidió en casa, frente a una multitud que fue a verla brillar por última vez dentro de una cancha. Cayó frente a la australiana Ajla Tomljanovic (7-5 6-7 y 6-1) en tercera ronda, que quedó en un segundo plano.

Y un día, llegó el adiós de la estadounidense Serena Williams. Así la tenista más grande de todos los tiempos se despidió del mundo del tenis, el mismo en el que estuvo presente durante 3 décadas, los dominó y sin dudas dejó su huella en él. Llegó para dominar un mundo que lo solían hacer los blancos; marcó un antes y un después en el tenis femenino, junto a su hermana mayor, Venus.

“No sería nada sin Venus. Ella es la única razón por la cual Serena Williams ha existido”, fueron unas de sus últimas frases públicas, antes de retirarse.

Con su salida no solo se perdió a la mejor tenista de la historia (para muchos), sino también a un ícono de la moda que hizo de esta su arma reivindicativa en las canchas. En uno de los deportes más anclados en la tradición, el clasismo y un reglamento muy estricto para las mujeres, Williams no temió transgredir. Siempre cuidó los detalles; manicura, aros, relojes y sus trenzas con abalorios de colores que forman parte de la historia del tenis. Llegó para dejar un mensaje: “Se puede tener éxito siendo tú mismo”. Es una prueba del conservadurismo de este deporte, con sus propias normas.

En su despedida, antes de colgar la raqueta, su vestimenta para esa noche tenía un significado especial, digna de una campeona como ella. Junto con Nike, su sponsor, crearon un outfit que contenía una enorme carga simbólica. Su vestido fue influenciado por las prendas de patinaje artístico que contenía 6 capas en la falda, haciendo referencia a los 6 títulos que ganó en ese torneo (US Open). La parte de arriba, que tenía diamantes, aludían al cielo estrellado de esa noche en New York, que la han visto decir adiós. Vestida completamente de negro y con diamantes de pies a cabeza, lució también unas zapatillas que realizó en colaboración con la marca de joyería Williams, los cuales contaban con 400 diamantes incrustados a mano que formaban las palabras “Mamá” y “Queen”. Pero eso no fue todo, su hija Olympia, mostró una versión miniatura de su look, además de su peinado que recordaba al primer US Open que ganó su madre en 1997.

Excepcional, inigualable, inspiración y modelo a seguir para muchas, luchadora y apasionada. Deja el deporte a sus 40 años, regaló 27 años de tenis puro. Los medios de comunicación cuentan que los tenistas con más Grand Slam son Nadal (22), Djokovic (21) y Federer (20) … pero se olvidan de la reina. Se llama Serena Williams, y el pasado viernes 2 de septiembre le puso fin a su carrera como tenista profesional, con 23 Grand Slam, una leyenda eterna en el deporte.

Una muestra más de lo que es y lo que genera la menor de las Williams, es el promedio de espectadores durante la transmisión por TV en el canal ESPN en su último partido, 4,6 millones. Rompió el récord anterior, de 3,9 millones (la final de singles masculina de Wimbledon 2012).

Lamentablemente la carrera de los deportistas está limitada, y su fin llega alrededor de los 40 años, como es el caso de la ex N°1 del mundo; quien está pasando por el cierre de su carrera profesional. Y por mucho que quisiera irse, en realidad no quiere irse, no quiere dejarlo.

“Créeme, nunca quise tener que elegir entre el tenis y una familia. No creo que sea justo. Si yo fuera un hombre, no estaría escribiendo esto porque estaría por ahí jugando y ganando mientras mi mujer está haciendo el trabajo físico de ampliar nuestra familia. Tal vez sería más un Tom Brady si tuviera esa oportunidad”, decía Serena en un artículo que ella misma escribió en la revista Vogue, en la que también cuenta lo difícil que es para ella hablar del retiro. Lo toma como una evolución fuera del tenis, ya que quiere hacer crecer su familia.

Hasta siempre y gracias Serena, tu legado es eterno.

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