«Café y cigarro, muñeco de barro,
media hora después de haber entrado al tajo,
me tiro un rato haciendo que trabajo
y luego tiro pa´l almuerzo.
Otro cafecito y un bollejo,
si tengo gusa un montado de lomo con queso».
Olé ese funcioneta bueno
que se alimente es lo primero
que para eso aprobó unas «opos»,
es un travieso y vuelve a su puesto.
A gestionar papeles y hay uno tenso que los está perdiendo…
-Pero, ¿no te da vergüenza poseso… estar escaqueao en lugar de atendiendo?
-Oiga señor pero que está diciendo, tenga un poco de respeto.
¡Por bravucón ya no le atiendo!
-¿Así?
Pues mire lo que le digo… soy su superior, un supervisor y te llevo tiempo siguiendo… te vas a hacer la compra… ¡el bar es tu oficina principal, ésta es de pega!
… Ahora dile al del bar que te pague el sueldo, espabilao.
El funcioneta jeta se quedó blanco y en silencio.
Tenía cara de haber visto un muerto.
Sus compis lo observan descompuestos.
En el café de la una hablan sobre el suceso.
-Ostias, ya lo dijimos…
que podía saltar la liebre en cualquier momento,
que había que estar atentos…
-Es que José se pasaba de cantoso…
A ver… castigado sin recreo por ganso.
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