Un noche lluviosa, una joven morena de cabello rizado, se cubría con su paraguas saliendo de la universidad, -“no puede ser, justamente hoy hay tanta lluvia”- dijo Georgina molesta, la calle estaba silenciosa, -“¡hey taxi!”- dijo Georgina yéndose a tomar un taxi que estaba estacionado, pero una pareja de chicas, las veía subir y marcharse, -“¿ahora en donde puedo encontrar un taxi?”- dijo Georgina seria, en eso vio un taxi estacionado, ella se acercó y subió rápidamente, -“hay por fin”- dijo Georgina ingresando al auto, el conductor no le daba la cara, -“¿está libre verdad?”- dijo Georgina, el conductor no le respondía, no podía verle el rostro, -“oiga si no está libre dígamelo y me bajare enseguida”- dio Georgina seria, al ver que no le contestaba el hombre, ella abrió la puerta, estaba a punto de bajar, -“¿Dónde?”- dijo el conductor serio, -“a la calle Aranda, y no me vaya querer cobrar demasiado, siempre suelo pagar 10 dólares, ¿acepta o tomo otro?”- dijo Georgina, -“está bien”- dijo el conductor serio, el auto se puso en marcha. Georgina miraba por la ventana a la calle pero por la lluvia fuerte no se ubicaba dónde estaba, miraba al conductor que no hablaba, -“¿puede encender la radio?”- dijo Georgina algo nerviosa, el conductor no le obedeció, -“oiga le dije si puede…”- dijo Georgina en eso sonó su celular, -“hola mamá, se me hizo tarde”- dijo Georgina, -“hija sabes que habido muchos secuestros en estas fechas, la delincuencia está peor, y tú a estas horas de la noche”- dijo su madre preocupada, -“tranquila mamá, no me pasara nada”- dijo Georgina, el taxi dio una vuelta rápida, –“espera mamá, oiga señor creo que es por el otro lado”- dijo Georgina, el conductor no respondió, -“¿no me escucho?, espera mamá, estoy hablando con el conductor, señor creo que se equivocó de ruta, oiga contésteme”- dijo Georgina algo asustada, miro por la ventana, era una calle sin luces, el auto iba muy rápido, -“¿hija estas bien?, Georgina respóndeme”- dijo su madre asustada, -“señor quiero bajarme, oiga estoy diciendo que se detenga, llamare a la policía”- dijo Georgina colgando a su madre, marcaba al 911, en eso el conductor se detuvo, Georgina se golpeó con el asiento de adelante, soltó su celular, -“oiga le voy a denunciar, me esta secuestrando”- dijo ella asustada levanto su rostro, pero no vio al conductor en su lugar, de pronto abrieron la puerta de su costado y el conductor le roseo un espray a los ojos, Georgina grito asustada, -“¡mis ojos, mis ojos!”- dijo ella tocándoselos, no podía abrirlos, le había cegado, -“tome mi cartera peor no me haga daño por favor”- dijo ella entre lágrimas, el conductor a sujeto de los cabellos y la golpeo contra la puerta del auto dos veces, Georgina quedó inconsciente con sangre en el rostro.

-“ya son 8 las jóvenes que están desaparecidas, todas con un promedio de 18 a 25 años, la policía está haciendo las averiguaciones respectivas sobre hallar a estas jovencitas y el captor, la última joven, fue Georgina Zapata, hace dos noches, la universitaria luego de salir de su centro de estudios, tomo un taxi que al parecer al secuestro, su madre esta angustiada sin saber el paradero de su hija”- dijo una periodista que entrevista a la madre, -“me dijo que estaba en un taxi, que el conductor le estaba llevando por un lugar desconocido, luego escuche gritos, ya no me respondido”- dijo la madre entre lágrimas, -“la policía esta tras los pasos de este tipo que no ha pedido recompensa alguna, por ninguna de estas señoritas secuestradas, al parecer todo apunta al mismo sujeto”- dijo la periodista, -“encuentren a mi hija”- dijo la madre llorando. –“Apaga ese televisor”- dijo Ana, una mujer policía, -“hay mamá debemos estar enteradas de lo que sucede, fue una chica de mi misma universidad”- dijo Paula, una joven de 19 años, -“muchas de mis amigas tienen miedo en estar en las calles en la noche”- dijo Estrella, una jovencita de 15 años, -“y tienen motivo de tenerlo, en el departamento policiaco están todos locos con este caso”- dijo Ana colocándose su gorra de oficia, tomando su arma y su táser, -“ahora tengo que ir a trabajar, y ustedes ya saben mientras no se logre capturar a ese secuestrador, nada de salidas nocturnas”- dijo Ana, -“mamá, yo hoy tengo turno tarde en la cafetería”- dijo Paula, -“bueno habla con te jefe que te cambie de turno o de lo contrario tienes que dejarlo”- dijo Ana, -“pero mamá no puedo dejar el empleo, necesito trabajar para mis gastos de la universidad”- dijo Paula, -“entonces te iré a recoger, hoy entendido”- dijo Ana seria, -“hay mamá a donde podría salir”- dijo Estrella sonriente, -“hijas estoy hablando enserio, la ciudad está muy alerta con todo esto y yo como parte de la policía debo prevenirles a mis hijas”- dijo Ana, -“por mi parte tranquila mamá, Elder me ira a recoger a la cafetería y me vendrá dejar a la casa”- dijo Paula, -“¿sigues con ese chico?, sabes que no me agrada que estés con él”- dijo Ana seria, -“¿y porque no te agrada, dime que te a echo?, porque a mí no me ha hecho nada malo”- dijo Paula, -“Paula, ese chico no tiene estudios, no trabaja, lo veo metido en casinos, lugares de apuestas, no es un buen chico para ti”- dijo Ana seria, -“pero me quiere y no hace nada ilegal”- dijo Paula seria, -“si lo supiera créeme que estaría detenido”- dijo Ana seria, -“mejor me voy a estudiar”- dijo Paula seria, tomo su mochila y se marchó, Ana la veía irse, -“mamá ¿puede venir Diego a visitarme?”- dijo Estrella sonriente, -“hija ya te dije que no me gusta que cuando no estemos tu hermana y yo, traigas a ese chico, que pueden pensar los vecinos”- dijo Ana, -“lo que quieran, por fin tu sabes cómo me criaste, además tenemos cámaras de seguridad por toda la casa, estoy vigilada, mamá sabes que es un buen chico lo conoces”- dijo Estrella, -“está bien pero en la sala y quiero las cortinas de las ventanas abiertas, te estaré llamando y me contestas enseguida”- Ana seria, Estrella le prometió y le agradeció, Ana se fue a su trabajo.

-“Mamá está muy paranoica con esto de las desaparecidas”- dijo Paula conversando con Elder su enamorado, estaban afuera de la universidad, -“bueno tiene motivos de sobra, hay muchas chicas desaparecidas en distintas zonas de la ciudad, todo apunta que es el mismo sujeto”- dijo Elder acomodándose la chaqueta de cuero, -“no quieor hablar de eso, hoy tengo turno tarde en la cafetería, ¿me vas a dejar y a recoger?”- dijo Paula abrazándolo, -“está bien, ahora más que nunca debo cuidarte, no vaya ser que el secuestrador este detrás de ti también”- dijo Elder dándole un beso, -“el domingo si saldremos a bailar por tu cumpleaños verdad, pediré permiso a mi jefe, ya sabes”- dijo Paula sonriente, Elder le agradecía, -“bueno es hora de ingresar a clases, hasta más tarde, a las 2 en punto”- dijo Paula sonriente se fue a sus clases.

Ana estaba en el departamento de la policía, llegaba y saluda a sus colegas, -“¿cómo van las cosas, alguna novedad?”- dijo Ana seria, -“aun nada, no hay pistas, quisimos rastrear el celular de la última joven pero fue encontrado por un callejón abandonado, en un tacho de basura, los vecinos y transeúntes dicen que ese barrio es muy tranquilo y que no han visto ningún sospechoso”- dijo un policía, -“estaba revisando las cámaras de seguridad, pero por las lluvias no se puede ver el número de placa de aquel taxi, solo se observa que la señorita Georgina subir al taxi y que se marcha, tratamos de seguir al taxi por las demás cámaras pero la lleva por un lugar donde no hay vigilancia, la última cámara que lo graba esta por la zona que va la playa, ni los perros policías lograron encontrar nada”- dijo el segundo policía, -“seguimos haciendo averiguaciones, preguntando a los compañeros de las víctimas tal vez nos den un dato importante”- dijo el policía, -“que barbaridad, diferentes chicas, todas jóvenes, desgraciado”- dijo Ana molesta, veía las fotos de las chicas pegadas en la pared, que decía desaparecida.

-“Mamá no está, así que deberíamos aprovechar”- dijo Estrella sonriente, besando a Diego, un muchacho de sus edad, -“sabes que tu madre tiene cámaras de seguridad por todos lados”- dijo Diego sonriente, -“si pero no suele revisarlo, además yo sé cómo borrar estas horas de grabación, claro que ella no sabe que yo lo sé”- dijo Estrella sonriente, -“¿y cómo lo aprendiste?” dijo Diego sonriente, -“es mi secreto, vamos a mi cuarto”- dijo Estrella se lo llevo a su cuarto.

Paula estaba saliendo de la universidad esperando a su novio, a lo lejos se veía un taxi estacionado, ella no se daba cuenta que alguien la observaba, el taxi se le acercaba pensando que Paula quería sus servicios de taxista, -“ya estoy aquí, vámonos”- dijo Elder sonriente le dio el casco, Paula sonriente le recibió, se dieron un beso, -“date prisa, que se me hará tarde”- dijo Paula sonriente, se marcharon, el taxista lo seguía sin que ellos se dieran cuenta. El semáforo hizo que se detuvieran, Paula aprovechaba y le acariciaba las piernas a Elder, -“hey tranquila o te llevare a otro lugar”- dijo Elder sonriente, -“hoy no, mejor luego de salir a bailar, ¿me llevaras a discoteca Solares?”- dijo ella, -“claro que sí amor”- dijo él sonriente, ellos no se daban cuenta que a lado estaba el taxista escuchando todo, al cambiar de color el semáforo, ellos avanzaron, el taxi los seguía. Al llegar a la cafetería, Paula bajo entregándole su casco, -“más tarde vengo por ti, me esperas”- dijo Elder, -“está bien, no tardes”- dijo ella sonriente, se despidió con un beso, el taxi estaba estacionado al otro lado de la calle, observándolos, ella lo quedo mirando extraño al vehículo, el taxi se marchó, -“¿qué pasa, sucede algo?”- dijo Diego sonriente la miro, -“no es nada”- dijo ella sonriente se despidió y entro a su trabajo, Diego se marchó.

-“Hola Doris, hola Margaret”- dijo Paula contenta y apresurada a la vez, -“vaya, creí que no ibas a venir”- dijo Doris, la otra mesera, -“se me hizo lo siento, ahora me cambio y te relevo”- dijo Paula yéndose a poner su uniforme, -“no tardes que tengo 10 minutos de retraso”- dijo Doris sonriente. Paula salía uniformada, -“Margaret ya estoy lista ¿y Mark?”- dijo Paula, -“salió hacer unas compra”- dijo la cocinera, -“crees que me dé permiso de salir el domingo antes de mi hora, es que es el cumpleaños de Elder y quiero salir a festejarlo”- dijo Paula, -“yo creo que sí, es un día bajo el domingo”- dijo Margaret, -“se lo voy a pedir”- dijo Paula sonriente, se fue a limpiar las mesas, por la ventana se veía al taxi estacionado, vigilando a Paula, como a la espera de que salga.

Ana estaba en la delegación, veía la foto de las desaparecidas, -“una de las jóvenes tiene 17 años, la última vez que se la vio fue en una discoteca, la segunda joven desaparecida fue vista saliendo de un supermercado, todas fueron desparecidas entre 8 de la noche y 3 de la madrugada, días lluviosos, tormentas fuertes, estos meses de invierno está volviéndose peligroso”- dijo Ana, en eso llamo a su casa, -“hola, mamá”- dijo Estrella en su cama a lado estaba Diego, ella le decía con una seña que guarde silencio, -“¿estás en la casa verdad, no abras salido?”- dijo Ana seria, -“no mamá estoy con Diego en la sala mirando la televisión”- dijo Estrella haciendo señas a Diego que encendiera su celular, -“y como no escucho la televisión encendida”- dijo Ana, -“está poniendo una película, Diego sube el volumen, mamá quiere escuchar la película que veremos”- dijo Estrella, Diego en su celular subió el volumen de una película, -“ya es suficiente Estrella, ya iré a casa para almorzar”- dijo Ana, -“está bien mamá, te espero Diego también ya se va cuando acabe la película”- dijo Estrella haciéndole señas a Diego que bajara el volumen de su celular, -“está bien, revisare las cámaras, así que pórtate bien”- dijo Ana sonriente despidiéndose de su hija, -“hay mamá que desconfiada pero adelante revisa esas viejas cámaras de seguridad, yo tengo la conciencia tranquila, te espero”- dijo Estrella sonriente, Diego le besaba los hombros, -“¿qué dijo ya va a venir?”- dijo Diego, -“si, así que mientras yo borro la grabación de estas horas, tú vas arreglas la cama, que no sospeche nada”- dijo Estrella levantándose de la cama con las sabanas, -“esta bien”- dijo Diego cogiéndose la cabeza veía todo desordenado.

Era ya de noche, Paula estaba atendiendo a los clientes, un hombre que estaba leyendo el periódico le pidió un café, otro hombre que estaba con una gorra mirando su celular le pidió una cerveza, ninguno le mostraba el rostro, Paula los miro algo extrañada, en eso entro un hombre con capucha se fue sentar al último, ella fue a tomar su pedido y él pidió una soda, ella lo miro extraño, porque le ocultaba su rostro, luego voltio y veía un taxi estacionado afuera, le pareció que era el mismo taxi que vio en la tarde estacionado, luego miro al hombre con la capucha que voltio la mirada para no verla, ella algo nerviosa fue hacer su pedido, -“Paula”- dijo su jefe apareciendo por su espalda, -“Mark, me asustaste”- dijo Paula asustada, -“¿qué te pasa, porque no recoges el dinero de los clientes?, no se deja en el mesón”- dijo su jefe serio tomando el dinero, no habían los hombres anteriores, -“no me di cuenta a la hora que se fueron, lo siento”- dijo Paula nerviosa, -“debes estar atenta”- dijo Mark serio, el taxi estacionado afuera encendió sus luces, iluminando las caras de Paula y Mark, luego se marchó, -“que tipo”- dijo Mark serio, Paula se veía algo nerviosa, voltio a mirar a el joven de la capucha y ya la traía descubierta, tenía una rosa en la mano que la arrugo, se veía triste, Paula voltio al escuchar otro taxi que estaba afuera estacionado, -“Margaret me dijo que querías hablar conmigo”- dijo Mark,-“si quería pedirte permiso para el domingo poder salir un poco temprano, ya sabes que no hay mucha gente ese día y pues quiero ir a celebrar el cumpleaños de mi novio, por favor”- dijo Paula, -“está bien, cierras temprano”- dijo Mark yéndose a dejar las compras a la cocinera, Paula se quedó pensativa.

Empezó a llover, Margaret y Mark estaban esperando a que saliera Paula de la cafetería, cerraron el local, en eso sonó el celular de Paula, -“hola mamá, si ya me voy para la casa, no es necesario, vendrá Elder a recogerme”- dijo Paula, -“ese chico, Paula vente derecho a la casa por favor, no quiero más preocupaciones de las que tengo, no me contestes de esa manera, mejor iré a recogerte yo”- dijo Ana seria, Estrella sonreía al escuchar la conversación, -“mamá ya te dije Elder vendrá por mí, y no iré a otro lugar, mamá no te pongas ene se plan, voy a colgar te veo en la casa”- dijo Paula seria colgó la llamada, -“me colgó la llamada, es una malcriada”- dijo Ana molesta, -“quieres que te acompañemos mientras llega tu novio”- dijo Margaret, -“no es necesario, ustedes ya vayan, es más ahí viene es aquel joven”- dijo Paula sonriente, veía un joven en motocicleta a un par de calles, Mark y Margaret se despidieron y se fueron juntos, Paula esperaba bajo la carpa de la cafetería, la lluvia era fuerte, veía al joven de la motocicleta que se pasaba de frente, se dio cuenta que no era Elder, ella lo seguía esperando, en eso veía a un taxi que se le acercaba, bajo un poco la luna de la ventana, -“¿le llevo señorita?”- dijo una voz gruesa, -“no gracias, estoy esperando a mi novio que vendrá a recogerme”- dijo Paula nerviosa, -“no le cobrare demasiado”- dijo el conductor, -“dije que no”- dijo Paula seria, y algo asustada, -“esta que llueve demasiado fuerte, seguro no vendrá, vamos le llevo”- dijo el taxista, -“señor, que no entiende, eh dicho que no”- dijo Paula molesta, el conductor subió la luna de su ventana, pero no se movía de enfrente de ella, Paula estaba nerviosa, no podía mirar a través de la ventana, quien era el conductor, así que decidió caminar hacia la esquina de la calle, el taxi empezó a moverse al mismo ritmo que ella caminaba, Paula avanzo más aprisa hasta llegar la esquina, apareció Elder en su motocicleta, -“hey tranquila”- dijo Elder sonriente, -“me asustaste” dijo Paula asustada, -“perdón por llegar tarde, mírate estas empapada, sube te llevare a casa”- dijo Elder, -“ese taxista estaba insistiéndome mucho en querer llevarme a pesar que le dije que no, me asusto”- dijo Paula asustada, -“¿Qué taxista?”- dijo Elder al no ver a nadie, Paulina veía que el taxi ya estaba lejos, -“aquel que se fue, pero vámonos, quiero llegar a casa”- dijo Paula subiendo a la motocicleta, Elder la miro extraña, se fueron.

Una meretriz estaba por la calle, era rubia se cubría la cabeza con su casaca para protegerse de la lluvia, en eso veía el taxi pasar, ella levanto la mano, -“¡hey taxi!”- dijo la rubia, el taxi se detuvo, -“¿me llevas a casa guapo?”- dijo la sonriente, -“suba”- dijo el conductor, la rubia quiso ir adelante pero no podía abrir la puerta, -“atrás señorita”- dijo el conductor, -“vaya, creí que querías compañía adelante”- dijo la rubia, yéndose atrás, -“dime no quieres que vayamos un lugar más caliente, cobro 60 por dos horas, ¿qué dices, te animas?”- dijo la rubia sonriente, -“está bien”- dijo el conductor, -“¿vamos a un hotel entonces?”- dijo la rubia contenta, -“tengo mi propio cuarto”- dijo el conductor, ella acepto. Iban por unas calles muy silenciosas y poco iluminadas, la rubia se polvoreaba la nariz, -“la lluvia esta fuerte, ¿no?”- dijo la rubia sonriente, el conductor no le respondía, -“eres de muy poco hablar o el ratón te comió la lengua”- dijo la rubia sonriente, el taxista dio un giro rápido y entro por un callejón, la rubia se cayó del asiento, -“maneja con cuidado idiota, ¿quieres matarme o qué?”- dijo la rubia molesta, levantándose del asiento, miro por la ventana, -“¿a dónde me trajiste?, me dijiste que íbamos a ir a tu cuarto”- dijo la rubia seria, -“aquí es mi cuarto”- dijo el conductor, -“¿aquí?, a un maldito callejón, sabes que me regrésame a mi esquina tomare a otro viajero que quiera de mis servicios”- dijo la rubia molesta, al ver que no le respondió, ella quiso abrir la puerta pero un cilindro de basura impedía que saliera, -“¡déjame salir imbécil!”- dijo la rubia sacando de su cartera una navaja para amenazarlo, el conductor le sujeto del cuello y le golpeo en la cara, ella soltó la navaja, se cogía la nariz sangrando, empezó a llorar, -“¡desgraciado!”- dijo la rubia enojada, el conductor paso a el asiento de atrás, la rubia gritaba y lo pateo empujándolo hacia el asiento de adelante, luego intentaba salir por la pequeña apertura de la puerta, saco su cabeza, un poco el tórax, el conductor la sujeto de la pierna y le corto el talón, la rubia grito llorando, luego el conductor piso el acelerador, la rubia era aplastada por el auto, el tórax lo tenía atrapada, se ahogaba, escupió sangre, se desmayó, fue arrastrada hacia dentro del taxi y llevada.

-“Y tu hermana que no viene”- dijo Ana molesta, se veía preocupada mirando por la ventana, estaba marcándole a su celular, -“mamá no te preocupes, debe estar divirtiéndose con Elder”- dijo Estrella sonriente, -“sabe cómo están la situación, las calles están peligrosas y ella me hace esto, no me contesta”- dijo Ana caminando de un lado a otro, -“tranquilízate, no pienses esas cosas”- dijo Estrella, -“como quieres que no me tranquilice, si tu hermana no viene…”- dijo Ana, en eso se escuchaba la motocicleta de Elder que se estaciono afuera de la casa, Ana fue abrirle la puerta, -“¡¿Paula estas bien, porque tardaste?!”- dijo Ana seria, -“mamá estaba con Elder, me tarde porque…”- dijo Paula, -“fue mi culpa señora Ana, demore en recogerla porque no traje los papeles de la motocicleta y había una patrulla, no quería que si me detenían me encontraran sin ellos”- dijo Elder, -“pasa dentro Paula y tu muchacho en lugar de darme tranquilidad me ocasionas preocupaciones”- dijo Ana molesta, -“mamá por favor no te comportes así, estoy bien, ya no le reclames nada”- dijo Paula avergonzada, -“¡eh dicho que pases adentro, y tu muchacho vete de aquí, antes que te arreste por conducir sin papeles, tal vez esa motocicleta ni es tuya”- dijo Ana molesta, Elder la miro, se subió a su motocicleta, se marchó, -“mamá en lugar de agradecerle que me haya traído, ¿lo tratas así?, te pasaste”- dijo Paula molesta entro a la casa, -“yo debí ir a recogerte pero me colgaste la llamada, Paula ven aquí”- dijo Ana molesta siguiéndola.

Estrella entraba al cuarto de su hermana, -“Por tu culpa mi madre está echando chispas, de veras que te pasas hermana”- dijo Estrella, -“estrella déjame en paz yo estaba trabajando, no estaba haciendo nada malo”- dijo Paula seria, -“si como no, tú y Elder son santos”- dijo Estrella, -“sabes que, vete de mi cuarto, no quise escuchar a mi madre menos te voy a escuchar a ti”- dijo Paula sacándola de su cuarto y cerrando la puerta, -“que genio, pero sabes que digo la verdad”- dijo Estrella yéndose. Ana estaba en su cuarto, -“no quiero que les pase nada hijas”- dijo Ana pensativa.

A la mañana siguiente, era un día muy soleado, Ana veía a sus hijas desayunar en silencio, Paula estaba seria, -“Paula, hija tenemos que hablar, anoche echaste llave a tu puerta”- dijo Ana, -“de que mamá, de cómo ofendiste a mi novio”- dijo Paula seria, -“sé que me comporte mal, no debí gritarte así, eres una señorita, pero entiéndeme vivo con el corazón en un hilo, si ustedes no me responden, no están en casa la hora acostumbrada, pienso que algo malo les puede estar pasando, yo no soportaría eso”- dijo Ana apenada, -“mamá debes aprender a confiar en nosotras, ya te explico Elder sus motivos porque llegamos tarde, además no estaba sola estaba con él”- dijo Paula, -“lo lamento”- dijo Ana, -“espero que sea cierto, y deja de ser tan paranoica por favor”- dijo Paula tomando su mochila se fue a sus clases, Ana la miro irse, -“mamá tienes razón Paula, debes de darnos un poco de confianza, no ser muy sobre protectora”- dijo Estrella, -“tal vez tengan razón”- dijo Ana, -“mamá, Diego me ha invitado a ir al cine para ver una película de estreno, por favor puedo ir, di que sí, regresare temprano te lo prometo, antes del anochecer”- dijo Estrella sonriente, Ana la miro, -“está bien, pero me llamas cuando estés en el cine y cuando salgas y te vengas a la casa y activas tu GPS”- dijo Ana, -“si mamá”- dijo Estrella contenta.

Paula estaba afuera de la universidad, hablando con Elder, -“lamento como te trato mamá”- dijo Paula, -“la culpa también fue mía, por llegar tarde a recogerte, incluso te asustaste con ese taxista”- dijo Elder, -“pero no fue tu intención, ella está muy paranoica debe entender que se cuidarme”- dijo Paula, -“ya tranquila”- Elder abrazándola, ella le dio un beso, y se despidió.

Ana llego a su trabajo, veía a unas mujeres con vestuarios, muy llamativos, que estaban discutiendo con sus compañeros policías, -“¿qué pasa aquí porque tanto escándalo?”- dijo Ana, -“qué bueno que llego una mujer, usted nos entenderá, una de nuestras amigas anoche no llego a nuestra casa, le llame cientos de veces pero no contesta, por eso estamos aquí para levantar la denuncia, pero este hombre dice que deben pasar 48 horas para reportarla como desaparecida”- dijo la meretriz, -“con todo lo que está pasando, esto de los secuestros a estas chicas, creemos que nuestra amiga también fue víctima, ella no es de no venir a dormir”- dijo al otra meretriz, -“a ver señoritas, lo que dicen mis colegas es verdad sobre levantar la denuncia pero por estos casos en estas semanas, yo tomare su caso, síganme necesito información”- dijo Ana seria, las meretrices la seguían, -“quiero que me den sus datos de la desaparecida, fotos si tuvieran, cuando fue la última vez que la vieron, y también quiero sus datos de ustedes para saber a quién llamar si en caso tenemos noticias”- dijo Ana, -“se llama Kimberly, tiene 25 años”- dijo la meretriz, -“es la edad que tenían las demás victimas”- dijo Ana, -“por eso estamos preocupadas, ayúdenos a encontrar a nuestra amiga”- dijo la otra meretriz, Ana las escuchaba.

Más tarde, Estrella y Diego estaban en el cine, mirando la película, Paula estaba en el restaurante atendido a los clientes, miraba hacia afuera, veía muchos taxistas conversando y riéndose entre ellos, Paula seguía con su trabajo. –“La película estuvo buena”- dijo Diego saliendo del cine con Estrella, -“si estuvo muy entretenida”- dijo Estrella, de pronto empezó a llover, -“no puede ser, hoy esta lloviendo temprano”- dijo Diego, –“tomemos un taxi y vámonos, que ya va a oscurecer”- dijo Estrella mirando el cielo, -“mira, ahí hay uno, ¡taxi!”- dijo Diego silbando, ambos se le acercaron tomados de la mano, -“¿está libre verdad?”- dijo Diego subiendo a la parte de atrás con Estrella, -“¿a dónde les llevo?”- dijo el conductor, los chicos sonreían, dándole la dirección, el taxi se puso en marcha. Paula estaba en su trabajo, en eso sonó su celular, -“dime mamá”- dijo Paula seria, -“voy a recogerte al trabajo”- dijo Ana aun en la delegación, -“no mamá es cumpleaños de Elder, iremos a una discoteca a bailar, estaré en casa eso de las 2 de la mañana”- dijo Paula, -“Paula pero no me avisaste con tiempo, además como vas a salir en este clima”- dijo Ana, -“mamá estaré con Elder, en un lugar público, no me pasara nada, te llamare más tarde si”- dijo Paula colgando, Ana se veía molesta, en eso, entro un compañero policía deteniendo a un hombre, -“en la patrulla hay otro tipo, armaron un pleitos en un billar”- dijo el policía, Ana fue por el otro.

Estrella estaba mirando las fotos en el celular de Diego, iban riéndose, -“la lluvia está cada vez más fuerte, ¿por dónde estamos?, no veo nada”- dijo Estrella mirando la ventana el agua correr, -“si, está muy fuerte, oiga señor ¿por dónde estamos?”- dijo Diego sonriente, el conductor no le contesto, Estrella veía al conductor se puso algo nerviosa, -“tranquila”- dijo Diego queriendo bajar la luna del taxi pero no tenía la manija, miro por el otro lado de la ventana, tampoco tenía manija, -“¿oiga señor por dónde estamos?”- dijo Diego serio, el conductor siguió conduciendo sin responderle, -“oiga le estoy hablando ¿Qué no me oye?”- dijo Diego molesto, le toco el hombro, el conductor le sujeto la mano y le golpeo con el codo en el rostro, Estrella grito asustada, el conductor le roseo un gas, Estrella empezaba a toser, veía borrosa y mareada, se desmayó. Estrella despertaba, estaba amordazada, atada de manos, asustada lloraba viendo al conductor que le estaba atando los pies, miro a un lado y veía a Diego con l boca abierta, estaba muerto, ella grito, luego el conductor fue a tomar unas tijeras, Estrella aprovecho y saco de su casaca su celular y lo arrojo lejos, el conductor regreso por ella, la tomo de los pies y la llevaba arrastrándola, Estrella quería gritar pero no podía, solo lloraba. El conductor la subió en una mesa boca abajo, con las tijeras empezó a cortarle su ropa y a desvestirla, ella quería gritar, temía por lo que le fuera hacer, empezó a moverse, el conductor le arranco la ropa y planto las tijeras cerca su rostro, Estrella veía las tijeras y lloraba, cerraba los ojos.

Ana llamaba a su casa pero no contestaba, luego llamaba al celular de Estrella pero este estaba en vibrador, -“¿Estrella porque no me contestas?”- dijo Ana preocupada, trato de comunicarse con Paula pero no contestaba, Paula estaba bailando con Diego en la discoteca. Ana salía de la delegación, subió a su motocicleta y se fue a casa, al llegar a su casa, buscaba a Estrella por la casa pero no la encontraba, nuevamente llamo a su celular pero no le contestaba, -“¿Estrella, Paula, donde están?”- dijo Ana preocupada, -“me dijo que estaría aquí antes del anochecer, son más de las 9 de la noche, y Paula que no me contesta, que hago, como encuentro a mis hijas”- dijo Ana preocupada, -“la ubicación de GPS de su celular”- dijo Ana buscando en su celular, -“Paula dice que está en una discoteca, ahora Estrella, ¿pero dónde está?”- dijo Ana, veía que el GPS de Estrella, indicada que estaba en un lugar cerca de la playa, -“¿qué lugar es este”- dijo Ana angustiada, en eso tomo su motocicleta y fue a buscarla.

Paula sonriente fue a su mesa con Elder, tomo su bolso, y saco un pañuelo para secarse el sudor, veía su celular los mensajes y llamadas perdidas, -“es mamá que querrá ahora”- dijo Paula, leyendo los mensajes de textos, -“¿Qué pasa amor?”- dijo Elder sonriente, -“es mi madre dice que estrella no está en la casa y que no contesta el celular”- dijo Paula preocupada, -“debe estar con el novio”- dijo Elder, -“iré a llamarla afuera, y también a mamá, ya regreso, anda pidiendo algo de tomar”- dijo Paula preocupada salió, Elder la veía irse. El taxi llegaba la discoteca, se estacionaba por un lugar donde había menos gente. Paula salió de la discoteca, estaba lloviendo, intentaba llamar a su hermana pero no contestaba, -“Estrella contéstame”- dijo Paula preocupada caminaba preocupada, solo timbraba el celular, en eso al dar vuelta vio el taxi estacionado, le pareció extraño, se acercó lentamente y no había nadie, al dar vuelta la golpearon desmayándola. Diego salía a buscar a su novia pero no la encontró.

Ana llegaba la dirección, donde indicaba el GPS de su hija menor, ella bajo armada, veía que era una empacadora de pescados, entraba en silencio, con su linterna iluminaba su camino para buscar a su hija. Paula estaba desmayada, el taxista iba muy aprisa a su escondite. Ana veía una puerta detrás de un estante, ella lo movió con facilidad, abrió la puerta, había un camino con varias habitaciones, -“¿Estrella, hija estas?”- dijo Ana hablando en voz baja, toco la primera puerta pero no escuchaba nada, en la segunda puerta sucedió lo mismo, al llegar a la tercera, escucho un ruido, -“¿Estrella hija estas ahí?”- dijo Ana con voz baja, empujo la puerta hacia adentro, (Mark Lanegan- The beast in me- música de fondo), iluminaba la habitación que era un congelador, veía a Estrella semidesnuda llorando, atada de manos, colgada en un gancho de carne, alrededor de ella habían más mujeres, las victimas desaparecidas, estaban muertas, todas semidesnudas, con cortes por el cuerpo, Ana asustada miraba la escena de horror, ella lloraba, se tapó la boca de la impresión

-“Hija, ¿quién te hizo?”- dijo Ana llorando, intentando sacarla del gancho de carne, al bajarla, se quitó la casaca y cubrió a su hija, le quito la mordaza, le desamarro las manos y pies, –“¡mamá sácame de aquí, sácame!”- dijo Estrella llorando desesperada, -“tranquila, te voy a sacar hija, tranquila”- dijo Ana asustada veía los cuerpos de las chicas, -“¡vámonos antes que regrese!”- dijo Estrella llorando, Ana quería abrir la puerta del congelador pero no tenía la manija, -“no puede ser”- dijo Ana, -“¡abre la puerta mamá, por favor!”- dijo Estrella llorando, -“no puedo abrirla, esta puerta se abre hacia adentro, maldita sea”- dijo Ana nerviosa, en eso tomo su radio para pedir ayuda peor no había señal, -“no hay señal, aquí”- dijo Ana furiosa, en eso escucharon un ruido de la puerta, -“¡mamá ahí viene, ahí viene mamá no dejes que me atrape!”- dijo Estrella alterada, -“cálmate hija, o nos va a escuchar, no dejare que te vuelva atrapar pero guarda silencio”- dijo Ana tapándole la boca, la llevo al fondo de la congeladora, algunos cuerpos colgados que estaban envueltos en bolsas de platicos, Ana dejo a su hija en una esquina, -“no me dejes mamá, me va atrapar”- dijo Estrella asustada lloraba, -“cálmate hija, no te va atrapar, porque voy a matar a ese infeliz, estoy amarada, solo quiero que te quedes aquí en silencio, acabare con ese infeliz”- dijo Ana molesta le mostraba su pistola, Estrella se tapaba la boca para no hacer ruido.

Ana fue a la parte de adelante, miraba la puerta y apuntaba, esperaba que abriera la puerta aquel psicópata, en cuanto la puerta se abrió, -“¡quieto!”- dijo Ana molesta, disparando, el conductor tenia cargado en el hombro a Paula, el disparo le cayó a su hija, el conductor arrojo el cuerpo al piso y retrocedió yéndose por otro camino, -“Paula, no…, Paula, hija”- dijo Ana llorado asustada al ver que le disparo, se le acerco a verla, luego se puso de pie, -“¡maldito, te voy a matar desgraciado!”- dijo Ana enojada, salió y lo veía correr al fondo donde había varias cajas, -“¡Estrella ven ayudarme, Paula está herida”- dijo Ana llorando, Estrella fue a ver a su madre, veía a su hermana en el suelo desangrándose, -“hay no Paula”- dijo Estrella asustada lloraba, -“pide ayuda por la radio código 77, dile que estamos en la empacadora de pescado abandonada cerca en la playa”- dijo Ana, -“¿a dónde vas?”- dijo Estrella asustada, -“iré a cazar a ese maldito, saca tu hermana, aléjala de aquí”- dijo Ana seria fue tras el taxista.

Ana iba en busca del conductor, entro al cuarto de las grandes cajas vacías, no lo veía por ningún lado, ella apuntaba, estaba muy alerta, -“¡sal de ahí infeliz, sale de tu escondite, eres bueno con las mujeres indefensas, pero conmigo no te será fácil”- dijo Ana furiosa, en eso escucho un ruido a su detrás, ella voltio y disparo, pero eran unas cajas vacías que se había caído, ella se acercó por ahí, -“¡te voy a matar por lo que le has hecho a mis hijas con ellas nadie se mete”- dijo Ana molesta soltaba lágrimas de rabia, seguía buscándolo, en eso escucho un ruido volteo y disparo, había una refrigeradora descompuesta que tenía la puerta abierta, Ana se acercó con mucha cautela no había nadie, cerró la puerta, de pronto salió el conductor de una caja que estaba en su detrás, la sujeto por el cuello y se lanzó sobre ella, Ana cayó de espaldas y soltó su pistola, el conductor le golpeaba en el rostro, Ana intentaba defenderse, en eso tomo su táser y lo electrocuto en el vientre, el conductor grito, Ana lo pateo miro su arma, quiso tomarla pero el conductor le sujeto de la pierna y la arrastro hacia él, Ana volteo para volver a electrocutarlo pero el conductor le golpeo el brazo, soltó el táser, ella lo pateo en el pecho luego en el rostro, y al final lo empujo con sus piernas, luego fue por su pistola, al tomarla voltio y el conductor tenía el táser y la electrocutaba, Ana grito, -“¡muérete maldita!”- dijo el conductor Ana disparo el arma dos veces, el conductor soltó el táser, cayó muerto, Ana lo miraba, estaba cansada y adolorida, tomo su táser, voltio el cuerpo del conductor para verlo en la cara, Ana seria lo miro, luego se marchó.

Dos semanas después, Paula despertaba en el hospital, Ana y Estrella estaban a su lado, -“hija”- dijo Ana sonriente, -“mamá, Estrella, están bien”- dijo Paula con voz débil, -“si hija, tu también te vas a recuperar pronto”- dijo Ana, -“si hermanita, el doctor ya nos lo dijo, me alegra que despertaras”- dijo Estrella llorando de felicidad, abrazo a su hermana, -“ahora si se acabó todo”- dijo Ana sonriente, -“¿a que te refieres?”- dijo Paula, -“mamá mato al secuestrador, la ciudad estará tranquila”- dijo Estrella, Paula sonrió y la felicito, en eso llego Elder con un ramo de flores, Paula sonreía, -“si estaremos tranquilas por el momento”- dijo Ana miraba a sus hijas contentas.

Fin

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