Recorro mi aposento y te encuentro tan ausente.
Tus besos que aferrados a una copa de vino…
pretenden eternizar momentos de dulzura.
El espejo es tu aliado y atesora tu sonrisa.
Sin ella la penumbra se vuelve mi enemiga
Doy fin a toda copa que un día surcó tus labios.
Destrozo cada espejo que secuestró tu imagen.
Solo espero que algún día…
recuerdes nuestros juegos…recuerdes nuestro espacio.
Adiós mi amor sublime, adiós mi cielo eterno.
Allá en el infinito una estrella te aguarda…
y yo pacientemente por ti estaré esperando
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