No lograré continuar de esta manera por siempre, pero sólo un poco más. No estoy dispuesto a cambiar todo lo que ha sido durante este tiempo. Esto… es… esto… ¡ESTA NO ERA MI INTENCIÓN! No quería que todo terminara de esta forma, es por eso que tuve que dejar a un lado todo aquello que no entendía, no puedo soportarlo, no logro hacer nada más que dudar desde ese día, ya van siendo dos veces que sucede, pero en ni una de estas dos oportunidades logré sacar esto de mi corazón.
No puedo entender que tan difícil es, pero no lograré seguir de esta forma por siempre. Peor sería todo si es que al final nuestro… no importa, no, es no. Tanto que pienso en todo esto una y otra vez, pero las adversidades que encuentro no pueden ser tan difíciles de sobrepasar, ni siquiera me pueden llegar a herir tanto como lo que hace este tiempo que ahora tendrá todo congelado. Sólo espero que pueda soportar mantenerme firme y no arruinar lo poco que hay entre nosotros.
Así que, si te lastimo por esta decisión, te quiero pedir disculpas ya que no logro entenderme siquiera a mí. Esta distancia será la que decidirá si todo seguirá siendo lo mismo, si terminará o no, pero déjame soñar un poco con que no habrá un final a todo lo que estamos pasando.
Por… por lo menos puedo decir o siquiera pensar que todo tendrá un motivo, pero creo que la duda es la peor enemiga de todos, sólo una pizca es suficiente como para que no pueda dar un paso hacía adelante y no trate de volver a terminar esto y empezar algo mejor.
El riesgo es demasiado y no creo que pueda ser tan fácil de explicar, pero… bueno… ¿Qué más podría decir de esto?… al final de cuentas, así soy. Aunque me de vergüenza admitir que no puedo hacer estas elecciones de la nada ni aunque el tiempo ha pasado un poco tampoco puedo llegar a tratar de ver algo nuevo, algo diferente de lo que me llegué a imaginar, desde la primera vez que nos vimos, desde el primer momento en que hablamos juntos, desde que todo esto dio inicio hasta este momento sólo déjame decirte que… (Con voz quebradiza) sólo somos unos niños, no es como si lograra entender nada de lo que me dices o lo que siento, siquiera podría entenderme a mí mismo y lo que hago (murmurando) bueno, no estaría nada mal si trato de hacer algo por ti también, así como no me molestaría para nada el poder recibir algo de ti, aunque fuera sólo como amigos.
Pero (alegremente) gracias por todo esto, sólo una última oportunidad más tendremos de poder conocer cual será el resultado de esta pequeña historia de nosotros dos, o por lo menos eso me gustaría que pueda ser por siempre y que nunca nadie lo cambie. Hasta que podamos estar seguros de lo realmente sentimos… (con vergüenza) por favor quédate a mi lado y acompáñame, yo también estaré a tu lado y te seguiré por este camino. Pero… si esto es demasiado pedir… si es demasiado egoísta de mi parte (conteniendo las lágrimas mientras trata de parecer que no le afecta en lo absoluto) no te preocupes por mí, pues… yo no… no trataré de dete… detenerte para nada… nada… puedes confiar en mí, no me gustaría mentirte y decirte que podemos estar juntos si te quedas junto a mí si al final terminaré olvidándote… aunque creo que sería casi imposible que me olvide de alguien como tu… (tímidamente) no es que sea tan fácil el olvidarme de alguien que puede ser un fastidio en ocasiones pero que también es muy divertido al momento de pasar el tiempo juntos, así que será mejor que no pienses de más y creas que soy alguien que no puede recordar a las personas que son importantes… importantes… (alterándose un poco) no, no, no, no, nononononono… no era de esa forma que quería decir una persona importante, sino que puede ser algo como… (tratando de poner una excusa pero con demasiados nervios mientras recuerda lo que estaba diciendo) como unos amigos, como la familia… AAAaaaaaaa… cuando digo como familia no es de la manera como si se tratase que quisiera que fuéramos una familia ni nada por el estilo… no, no, no es de esa forma que quería decirlo, sino que me refiero a como uno se trata entre hermanos… hermanos… eso es, es que creo que parecemos como hermanos y nada más en este momento, es por eso que creo que eres alguien importante como si fuéramos un par de hermanos aunque seamos amigos, bueno, no es que sea que no logro entender la diferencia entre estas cosa… ¡¡¡¡YAAAAAaaaaaa!!!! Olvida todo lo que estaba diciendo, sólo dejémoslo que somos amigos y es todo.
(Haciendo pucheros) Así que… ¿Qué me dices? ¿Seguirás conmigo, aunque sea una molestia para ti? Si no quieres, será mejor que dejemos todo esto de lado para… no terminar heridos. Si lo has entendido, entonces está bien, si no lo entiendes, sólo espero que sepas lo que estás haciendo.
Nos volvemos a ver después de todo, esto no será algo fácil en este último año de primaria
Empezando nuevamente las clases de este último año de primaria, Nebu, que había estado pensando últimamente en lo que Fernanda le había dicho durante el último día de clases del año pasado, se empezaba a preguntar si sería capaz de poder cumplir con lo que ella le había pedido, pero, aunque no entendía el por qué es que ella había decidido eso, no pensaba darse por rendido.
Justamente, mientras todos los estudiantes ingresaban a la escuela, Nebu logró ver a varios de sus compañeros con los cuales, después de decirle a su mamá que iría con sus compañeros, al ser que ella lo acompañaba para el inicio de clases, se fue corriendo mientras decía alegremente – Hola, buenos días – uno de sus amigos, al verlo, levantó la mano y la agito vivazmente mientras decía – hola Nebu – para luego decir, precisamente en el momento en que Nebu estuvo junto a ellos – veo que no has llegado tarde – Nebu se rio, mientras otro compañero decía – tienes razón, el año pasado casi y llegas tarde más de una vez, espero que este año no sea así – Nebu, mientras se rascaba la cabeza como queriendo decir “Si, eso es mi culpa por que a veces no puedo levantarme temprano al quedarme despierto un poco más tarde por no poder tener sueño” sólo pudo cerrar por un momento sus ojos mientras dejaba salir una pequeña risa un poco vergonzosa y luego continuar diciendo – hablando de eso, no he visto que todos los demás hayan venido aún – uno de sus compañeros – bueno, creo que están un poco retrasados, pero tal vez sea por que es la inauguración. Pero, bueno, que le vamos hacer – otro de sus compañeros – entonces, ¿Qué les parece si vamos a jugar un poco mientras tanto? Había visto que no hay nadie en la parte de abajo, así que podemos jugar pelota allí – todos asintieron para dar su aprobación y se dirigieron hacia el pequeño patio que se encontraba en el primer nivel de la escuela.
La escuela, que estaba dividida en tres niveles, constaba que el primer y segundo nivel contaban con un patio al ser que al construirla tuvieron que anivelar la tierra y es por ello que dejaron gradas para no tener que rellenar más o tener que sacar más tierra para poder anivelar el terreno donde se construyo la escuela. En el caso del tercer nivel, fue construido por encima del segundo nivel con un corredor, rejas para evitar que los niños se caigan en casi de acercarse a la orilla y aulas en esta, así que ahí no era posible el poder jugar al ser que siempre estaban pasando durante la hora de recreo.
Mientras se encontraban juntando para poder hacer sus equipos y jugar, al ser que eran solamente tres, decidieron que era mejor que jugaran a las chamuscas y al meter un gol salía y entraba a jugar el siguiente. Esto parecía ser algo muy divertido hasta casi no prestar atención a las personas que pasaban por los alrededores. Pero, a pesar de todo, aquellos nervios que recorrían en Nebu al tener que ver a Nohemí en cualquier momento, una vez que diera inicio a los actos de inauguración, no eran más que la forma en que podía reaccionar al tener que mantener una cierta distancia de ella para no demostrar más que a él le gustaba ella, más bien, lo difícil sería el poder mostrar ser solamente amigos y nada más.
Aunque no comprendía todo lo que estaba sucediendo, tampoco podía dejar a un lado el hecho de que perdería por completo en el momento en que dejara salir sus sentimientos, pero también podía sentir que, si no tenía ni el menor cuidado, podría perder por completo el derecho de tener una última oportunidad de lograr ganar la aprobación de Nohemí, o eso era lo que él podía pensar en ese momento.
Conforme los minutos transcurrían, la hora de dar inicio los actos de inauguración, todos se dirigieron hacía el patio para poder presenciar todo el acto cívico y de inauguración, también hacían fila según el grado que les correspondían sin distinción de sección.
Estando todos formados, Nebu no dejaba de ver de un lado a otro en busca de Nohemí, aunque debía de tratar de no hacer algo como lo que estaba haciendo en ese momento, tampoco podía ir en contra de su propia curiosidad ni el ir dejando de lado por completo que no podía esconder ni describir lo que sentía en ese momento. Su corazón que palpitaba un poco fuerte, los nervios que tenía pero que mantenía la apariencia de estar completamente calmado, fue todo lo que pudo hacer.
Conforme empezaban todo y los maestros empezaron con los puntos agendados, Nebu pensaba mientras mantenía las apariencias – que raro, no puedo encontrarla por ni una parte. Me pregunto si se le habrá hecho tarde. Posiblemente se quedo dormida al quedarse despierta durante la noche por la emoción de que ya iban a iniciar las clases, aunque creo que eso sería un poco difícil de creer… puede también que se haya enfermado, si ella se enfermó, no puedo pensar en lo más mínimo en como podría ser que se sienta en este momento. Además… cuando uno se enferma… la verdad que no es para nada bueno. Cuando me enfermo, me siento de lo peor y no logro en lo absoluto tener una forma de poder sentirme bien… sólo espero que ella esté bien y si se enfermó… que se mejore pronto. Pero no puedo pensar bien en nada, no logro siquiera entender que es lo que será de este día, pero quisiera poder verla, no puedo pensar en nada más, pero debo de tratar de no hacerla enojar… si la llego a enojar, ¿Será eso algo bueno o malo?, me gustaría ver porqué se enojaría, pero también siento que no debería de hacerlo. No puedo siquiera pedir que sea como lo he imaginado, pero todos los que dicen que son novios, no puedo entender como lo hicieron. Parece ser tan fácil el sólo decir que es decir “Me gustas, quiero que seas mi novia” pero… creo que ese no puedo ser yo. En el momento en que la vi… – apretó su puño suavemente al tratar de contenerse de no mostrar nada fuera de lo habitual – con… – durante el juramento a la bandera, en el momento en que se les pidió que levantaran las manos, Nebu lo hizo mientras trataba alejar esos pensamientos de su cabeza y pensaba – por favor, aunque sé que no soy alguien de confianza, pero quisiera poder escucharla decir… – en el momento en que terminó la jura a la bandera, Nebu tenía una mirada fija y sería hacía el frente.
Sin poder escapar de su confusión, se mantuvo firme ante todo lo que pudiese suceder. Conforme todo iba llegando a su finalización, Nebu quería que ese día terminara lo más pronto posible sin encontrar alguna razón que justificara lo que quería. En el momento en que terminaron los actos de inauguración, todos se dirigieron hacía sus aulas y en busca de cual era su sección en la que estarían el resto del año. Nebu, dirigiéndose hasta las clases del último nivel, justamente en la última clase del fondo, fue que encontró su nombre en el listado mientras buscaba también el nombre de Nohemí entre la lista, llegaron unos de sus amigos el cual lo saludo con un golpe en la espalda. Nebu, aunque quería decirle algo a su amigo en ese momento, sólo se lo guardo para poder ver una ultima vez la lista en busca del nombre de Nohemí.
Su amigo, al ver que estaba buscando en el listado, dijo – ¿Aún no encuentras tu nombre en la lista? – para luego acercarse y empujarlo mientras decía – déjame buscarlo – al ser que Nebu no era tan alto, podría decirse que la lista estaba un poco más alta para que él lo pudiera ver sin tener que alzar su mirada hacía el listado para poder leerlo – ah, ya lo encontré, está… aquí. Si estas en esta sección Nebu, al igual que el año pasado estaremos en la misma sección – y luego sonrió orgulloso de haber logrado encontrar sus nombres en el listado.
Su amigo, con un pequeño golpe en el hombro de Nebu, dijo – vamos a entrar entonces a la clase, no quiero tener que quedarme hasta en los escritorios de delante de ser posible – Nebu, un poco decepcionado y siendo que no podía quedarse viendo el listado en busca del nombre de Nohemí, sólo tuvo que resignarse y entrar también a la clase.
Mientras veía que ya había varios compañeros y compañeras dentro de la clase, sólo se dirigió hacía un asiento que estaba cerca de la ventana y no se encontraba ni entre los primeros ni últimos de la fila. En sí, aunque eligió estar en ese lugar, sabía que el maestro o la maestra que les iba a dar clases podría llegar a cambiarles de asiento al final, así como fue el año pasado.
Sintiéndose un poco aliviado de alguna manera, miró por un momento la ventana mientras sus amigos estaban platicando entre ellos. En ese momento no podían decir nada de él, ya que esa era su personalidad en sí y por ende no llegaría a ser algo sospechoso que el se quedara viendo a través de la ventana ocasionalmente, haciendo las tareas para no tener mucho que hacer cuando llegara a casa o que estuviera leyendo algún libro.
Mientras el tiempo seguía transcurriendo y más compañeros y compañeras iban entrando al aula, Nebu fue devuelto a la realidad en el momento que un susurro cerca su oído le decía tan suavemente – ¿Qué estás viendo? –. Nebu, por instinto, retrocedió un poco mientras se volteaba bruscamente debido al susto y sorpresa que le habían dado al hacerle eso. En el momento en que Nebu dirigió su mirada a la persona que le había hecho esta broma, vio a Rosa con una pequeña risilla al ver la forma en que Nebu termino respondiendo ante esto.
Nebu, sentándose nuevamente y sin ningún signo de sorpresa al ver a Rosa cerca de él, sólo pudo decir – conque eras tú – Rosa – no puedo creer que hayas reaccionado de esa manera tan rápido, aunque… – Nebu – bueno, me has tomado de sorpresa. Pero no lo vuelvas hacer otra vez – Rosa – ¿Por qué? – Nebu – ¿Acaso te gustaría que llegaran cuando estas tranquila y de repente susurren en tu oído? – Rosa, poniendo su dedo índice derecho en su mentón, puso una expresión de estar pensando para luego decir – tienes razón, no creo que sea algo agradable, pero… – sonrió – creo que no habría problema mientras seas tu y no yo – Nebu, de forma instintiva, inmediatamente cubrió sus oídos. Un poco enojado, dijo – más te vale no volver hacerme algo como eso otra vez, si lo vuelves hacer… – Rosa, un poco confundida en la forma en que Nebu estaba actuando, respondió – dime Nebu – Nebu, refunfuñando, dijo – ¿Qué? – a lo que Rosa continuó diciendo – ¿Te pasa algo? – Nebu – ¿Por qué lo dices? – Rosa – bueno. Aunque es verdad que a veces parece ser un poco aburrido, pero hoy parece que estas muy atento a lo que sucede a tu alrededor, además de que nunca te había visto que te pusieras tan enojado tan fácilmente. Es más. Parece que estas más nervioso que de costumbre, como si estuvieras esperando que algo sucediera – Nebu, dejando atrás su enojo, respondió – bueno… no es que esté enojado, pero tampoco es que me vea diferente a lo que siempre hago – Rosa – eso no es cierto, en sí, has estado cambiando mucho desde el año pasado. Por lo menos así lo he visto. Pero no puedo estar segura de que sea algo como… mmmm… ¡No! No sé que es lo que te esté pasando, mejor me voy a sentar antes de que entre la maestra – Nebu – está bien – y con esto Rosa se dirigió a su asiento.
Nebu, sintiéndose ahora avergonzado por su forma de ser, pensó – no puedo creer que me haya enojado tan fácilmente por algo como eso – se acostó en el escritorio mientras ponía sus manos como si fueran una almohada por un instante para luego volverse a sentar correctamente.
El tiempo parecía no correr por alguna razón, Nebu sólo sentía que este día iba a ser un poco difícil de pasar, es por ello que se sumergió en sus pensamientos o eso debía de ser así cuando de pronto entró en la clase Nohemí, quien fue recibida por una de sus amigas quien dio un salto sobre ella que la hizo retroceder un paso y sentir que casi se caía.
Nohemí, que tenía una expresión un poco sorprendida y enojada en ese instante, dijo – oyeee… no te tires así de la nada, casi y me caigo – a lo que su amiga le respondió – jajaja… este… – se dio la media vuelta y corrió directamente a su escritorio con una gran sonrisa en su rostro. Nohemí sólo pudo dejar salir un pequeño suspiro de decepción para luego pensar – no puedo creer que me haya llegado a sorprender esta vez. Si no fuera tan sólo porque… – recordó lo que Nebu le había dicho en aquel momento en que las clases había terminado – pero de verdad, como es que pudiste decirme algo como eso de la nada. De verdad no puedo comprender que es lo que estas tratando de hacer – y con ello ella entró y tomo uno de los asientos de enfrente.
Lo que ocurría era que Nohemí no podía dejar de pensar en lo que sucedió ese día y que la respuesta que ella le dio a Nebu no era lo que quería decir. Sin embargo, también se sentía un poco feliz de haber recibido aquellas palabras, pero al mismo tiempo la enojaba y daba miedo de que terminaran los dos peleando y dejándose de hablar.
Nebu, por otra parte, ahora se encontraba feliz de ver que estaban los dos en la misma sección nuevamente. Pero también debía de encontrar una manera de poder hablarle antes de que terminara el día, ya que si no lo hacía, entonces volvería ese día como si fueran simplemente compañeros de clases que no se hablan a menos que deban de hacer alguna tarea juntos.
El día iba transcurriendo, pero en ni un momento los dos se llegaron a juntar para hablarse, más bien, cada uno de ellos se mantuvo con sus amigos como si tratasen de evitarse. Pero esto fue lo que hizo que ese día se sintiera un poco raro para ambos y que este pareciera ser una eternidad ante la falta de iniciativa de los dos.
Al finalizar las clases, los dos se encontraron justamente en la salida de la escuela, a pesar de que trataban de evitarse mutuamente. En el momento en que los dos estaban juntos, sus miradas se cruzaron por un segundo, antes de que cada uno volteara hacía otro lado mientras decían un poco avergonzados al mismo tiempo – hola – el cual fue como un inicio de un incómodo momento. Sin poder encontrar una forma de conversar, los dos caminaron juntos, como era de costumbre, en silencio. Esto era como una tortura para ambos, pero sus mentes estaban completamente bloqueadas.
Nebu, dejando atrás su miedo, dijo – e-este… ¿Cómo has estado? – a lo que Nohemí respondió – bue-bueno, bien – Nebu – que bueno – Nohemí – ¿Y tú…? ¿Cómo has estado? – Nebu – también bien – esta fue una rápida respuesta que cortó la conversación. Esto si era un poco difícil el poder continuar tratando de ser como era antes. Nebu, recordando que debía de tratar de ser como un amigo ante Nohemí y no dejar salir aquel amor confuso que empezó a sentir y confeso, trato de pensar en algún tema para continuar platicando. Por lo que vio a al cielo en busca de alguna nube e imaginar en alguna forma para poder hablar de ella, pero para su suerte, aquel día se encontraba completamente despejado.
Nebu, sintiendo esto como un golpe bajo, sólo cerro los ojos por un instante y empezó a correr mientras decía – ¡hagamos una carrera! ¡El primero en llegar hacia el árbol gana! – esto fue una sorpresa para Nohemí que la hizo sentir como una tonta al ver como Nebu la dejaba atrás.
Ella, dejando atrás aquella incomoda atmosfera, grito mientras empezaba a correr – ¡¿Quéeeee?! ¡No seas tramposo! ¡Ya verás que te voy alcanzar! – y con esto ambos empezaron a correr. Sus mochilas rebotaban en sus espaldas con cada paso que daban, se podía notar como Nohemí miraba al frente hacia la meta. Nebu, que era muy lento en comparación con Nohemí, trataba de mantener la delantera, con los ojos cerrados, en sí era una gran hazaña el no haberse tropezado y caerse mientras corría de esta manera.
Nebu pensaba, mientras corría – dime, dime ¡¡¡DIIIIMEEEEEE!!! ¿Qué es lo que debo de hacer para poder ser sólo tu amigo y no sentirme de esta forma cada vez que estoy junto a ti? ¿Acaso esto es una clase de… de venganza? ¿Cómo es que aún quiero volverte a decir lo linda que eres?, pero no puedo hacerlo. No quiero verte sonreír sólo con tus amigas, quiero poder divertirme mucho más contigo, quiero poder platicar de muchas cosas contigo, quiero ser capaz de poder jugar un poco más contigo, pero… pero ¡No puedo hacerlo así nada más! – abriendo sus ojos, veía la meta frente a él.
Estando a muy poco de lograr llegar a la meta, de pronto fue alcanzado por Nohemí, quien irradiaba una gran sonrisa mientras su cabello casi jugaba con el viento y parecía estar revolviéndose. Nohemí, dejándolo atrás y tocando el árbol, sólo se quedó por unos segundos recuperando el aliento para luego darse la media vuelta mientras se apoyaba con la mano izquierda en el árbol y levantaba su mano derecha en lo alto como queriendo decir “¡Soy la ganadora!”, Nebu, deteniéndose poco a poco, antes de llegar hasta la meta, sintió por un instante que en realidad no tenía ni una sólo oportunidad de hacer que Nohemí cambiara de opinión acerca de él y mucho menos el poder alcanzarla, se sentía una extraña lejanía que le hizo entristecerse por un instante.
Nebu, sin dejar mostrar una expresión de tristeza en su rostro, sonrió mientras decía – creo que no me fue posible ganarte esta vez – Nohemí, orgullosa de su logro, respondió – tienes razón, no podrás ganarme sin importar lo que hagas – estas palabras, aunque se tratasen específicamente sobre el juego que habían tenido, fue como un pinchazo en el corazón de Nebu, quien continuó diciendo – eso parece… jajjaajaaja. Pero, te ganaré la próxima vez – Nohemí, acercándose a Nebu, dijo – está bien, inténtalo, si es que puedes – Nebu – claro – y con ello los dos siguieron caminando. Al haber logrado romper aquella incomoda atmosfera, hizo que Nohemí volviera a ser tan enérgica como siempre y quisiera molestar un poco a Nebu en el resto del camino con quedarse un poco atrás para tirarse en su espalda y casi hacerlo caerse. Todo parecía haber vuelto a la normalidad, por lo menos, para Nohemí.
¿No puedo enojarme un poco?
El año había comenzado y el ser capaz de volver hablar con Nohemí fue toda una hazaña para Nebu, sin embargo, él aún no podía dejar de lado estos sentimientos tan desconocidos que empezaban a ser cada vez más fuertes y lo llegaban a controlar y sentir inseguro.
Nebu, tratando de seguir siendo como era antes de que todos estos sentimientos empezaran aparecer, se podía notar que nuevamente podían platicar, bromear y jugar juntos los dos, además de que mantenía la convivencia con sus amigos, así como el haber mejorado un poco en los estudios.
De esta forma el tiempo empezaba avanzar sin ni una novedad y Nohemí sentía que ahora ya todo estaba bien, al parecer esto significaba que ya no debía de preocuparse para nada por lo que en aquel momento Nebu le había dicho y esto había quedado en el pasado como un simple juego.
Ya siendo febrero, justamente el día en que se celebraba el carnaval, se podía notar como es que había varios puestos vendiendo picapica y cascarones, todos en la escuela, al ser que eses día no hubo clases, más bien lo que se apreciaba actividades en las que se mostraban algunas de las manualidades que habían hecho varios alumnos de diferentes grados y destacaron en sus aulas, estas debían de haber sido realizadas con cascaras de huevos, papel china y podrían usar picapica como principales materiales, ya que eran las que distinguían la festividad de la época del carnaval.
Por otra parte, se podía notar como todos los niños se encontraban corriendo por toda la escuela rompiendo los cascarones con sus amigos y amigas, al igual que llevando bolsas desde transparentes hasta de colores que contenían en su interior la picapica que terminarían echando en la cabeza de los mismos. Entre el esquivar y evitar terminar con picapica o que le quebraran un cascaron en la cabeza con el ser capaz de hacerle los mismo a sus amigos, todo era un alboroto en ese momento.
Había quienes estaban comprando algo para comer, mientras otras jugaban futbol con la pelota, saltando la cuerda o persiguiéndose entre sí, todo se podía ver lleno de vida y con gran diversión. Nebu estaba en ese instante jugando con sus amigos a las chamuscas, y conforme iba perdiendo un equipo el siguiente entraba así de forma indefinida.
Nohemí, que estaba con unas de sus amigas, platicaba de cosas del estudio como las clases que había tenido y que no les gustaba algunas de ellas, así como el de estar atrasadas con alguna tarea entre otras cosas. Pero por un instante se detuvieron cerca de la cancha, en sí era el patio, pero colocando sus suéteres como limites hacían lo que sería la portería. Una de sus amigas dijo, mientras dirigía su mirada hacía sus compañeros que estaban jugando – oye, ¿No te parece que Henry es muy lindo? – de pronto el tema empezaba a cambiar a cuestiones de despertar las miradas e interés por el sexo opuesto. Esto si que fue un tema un poco fuerte para Nohemí que no tenía ni idea de que decir en ese preciso momento. Su otra amiga, respondió – ehhh… así que te gusta Henry, pero para ser sincera, no le veo de donde lo has visto lindo, a mí me parece que sigue siendo un enano – Nohemí, dirigiendo su mirada hacía Henry, quien se encontraba como portero, pensó – ¿De verdad? Yo no lo veo para nada lindo, sino al contrario – recordando lo revoltoso que es en la clase – me parece un poco tonto – de pronto una de sus amigas la sacó de sus pensamientos al colocar las manos en sus hombros y decir con una forma un poco burlona – holaaaa… ¿Nohemí estas con nosotras? – Nohemí, rápidamente dio un paso atrás para luego decir – este… ¿Qué pasa? – riendo, su amiga dijo – jajaja, no puedo creer que de verdad no nos estabas prestando atención. Quien diría que estaría muy distraída en esta ocasión – su otra amiga, teniendo una idea, dijo con un tono un poco juguetón – alto. No me… ¿Acaso te gusta Henry? – Nohemí, siendo impulsada por la atmosfera, respondió – ¿Cómo crees? – luego las dos se empezaron a reír de la reacción de Nohemí.
Nebu, por su parte, que había logrado escuchar un poco de aquella conversación, esto le hizo sentirse mal. Apretando sus puños, al ser que no podía decir nada como “Nohemí, ¿De verdad te gusta Henry?” o “Eso es imposible, ya que yo soy el único para ella” pero todo esto era reprimido al tener que jugar como un amigo nada más, alguien que no tiene ni un sólo sentimiento por ella, al igual que tampoco podía estar seguro de sí Nohemí realmente siente algo por él o no.
Nebu, corriendo con todas sus fuerzas, logró quitarle la pelota a Pedro, quien era del equipo contrario, y después se dirigió hacia la portería donde estaba Henry. Henry, por su parte, se preparaba para detener la pelota y así evitar que metiera gol mientras decía – vamos mucha, deténgalo –. Nebu, sintiendo esta tristeza ante unas pocas palabras, sólo pudo detenerse por un momento para poder patear la pelota de plástico con todas sus fuerzas.
La pelota que iba hacia la portería terminó por desviarse, en sí Nebu no contaba con una buena puntería como para poder meter gol en primer lugar. Sus amigos que conformaban su equipo dijeron “AAahhh… no” “¿Cómo es que pudiste fallar?” “Estuvo cerca” mientras los del equipo contrario decían “No fue gol” “Fallo” “Apúrate, vamos a meter nuestro gol”.
Nebu, viendo que Henry tomaba la pelota y luego lo lanzaba para continuar con la chamusca, sólo pudo apretar su puño para luego correr para poder recuperar la pelota. Esto fue un poco más impactante para él, ya que empezaba a ver que no era nada en comparación con Henry y que esa podría ser una de las razones por la cual podría estar perdiendo a Nohemí, pero no puede mostrar para nada el como se siente en lo más mínimo.
Un frío llego a sentir que recorría por su pecho, pero no podía darse por vencido, puesto que si lo hacía significaría el romper la promesa que le hizo a Nohemí y demostrar que lo que siente es real y no algo fugaz. Sin embargo, esto parecía más un castigo que una oportunidad para que lograra estar con ella.
Nohemí, regresando a la clase, ya que no quería que sus amigas la siguieran molestando, vio por un instante como es que Nebu seguía corriendo y tratando de recuperar la pelota una y otra vez, cada instante que lo conseguía, se lo daba a otro compañero o él intentaba meter gol. Esto le parecía un poco genial, aunque no podía decirlo en lo más mínimo, esto no era porque fuera por la promesa ni nada por el estilo, sino era más bien porque había algo que la detenía de poder decirlo, quizás sea el orgullo o la confusión lo que provocó ese resultado, pero lo que provocaría el mantener una postura como esa por bastante tiempo no sería para nada bueno.
Al ver que sus amigas la veían desde atrás como se quedó por un momento como embobada, se dio la media vuelta y empezó a caminar más rápidamente a la clase mientras se sentía un poco avergonzada. Nohemí sentía que toda su cara estaba ardiendo y que posiblemente estaría roja como un tomate. En este momento no podía decir nada ni mucho menos responder ante cualquier cosa que le dijeran en ese instante.
Mientras se acercaba a la puerta de la clase, de pronto alguien salió de la nada y le quebró un cascaron en la cabeza, esto le dolió además de que se sentía irritada. Nohemí, aunque quería ir tras aquella niña, sólo pudo decir – aghh… eso dolió mucho – con un tono un poco enojada. Mientras miraba como se iba corriendo aquella niña de un grado inferior, sólo puso su mano sobre su cabeza donde le habían roto el cascaron para tratar de quitarse lo al igual que la picapica que contenía, para así evitar que esta se llegara a quedar en todo su cabello.
Cayendo los restos que no lograron quedar en su cabello al suelo, Nohemí entró a la clase y se sentó en su escritorio mientras murmuraba – pero que mal – para luego ver a sus amigas que entraban a la clase. Una de ella, al verla con un poco de picapica en su cabello, rápidamente se acercó mientras decía – al parecer ya te echaron picapica – a lo que Nohemí respondió – sí, apareció de la nada y luego, cuando sentí, fue un pac (esto no tiene ni un significado más que tratando de asimilar como es el sonido cuando le quebraron el cascaron en la cabeza) y ya tenía un cascaron en mi cabeza – empezaron a reírse sus dos amigas por la forma en que ella lo había dicho.
Luego de reírse un poco, aunque Nohemí le había disgustado un poco que reaccionaran así, empezaron a decir una de ella – bueno, ahora ya no podrás escaparte, es tiempo de que nos digas quien crees que es el más lindo de la clase – Nohemí, que se había agachado un poco para poder tomar unos cascarones que traía en su mochila para romperlo en las cabezas de sus amigas por haberse reído de ella, ya no sacó nada y dijo sin mostrar ni un sólo signo de interés en ello – no veo a ninguno de ellos como “lindos” más bien, parecen ser un dolor de cabeza, sobre todo cuando no está la maestra y tratan de hacer travesuras o salirse de la clase – esta respuesta inmediata y sin mostrar ni un tipo de sentimiento, les hizo tener un poco más de curiosidad al haber visto su reacción hace un rato.
Una de sus amigas volvió a decir – de acuerdo, si ni uno parece lindo. Entonces dime ¿Qué te parece Henry? – Nohemí sin mostrar ni un cambió, respondió – es un tonto – a lo que su otra amiga solamente se dio la media vuelta mientras trataba de aguantarse la risa ante el fracaso por tomar desprevenida a Nohemí de su amiga. Nohemí, viendo que habían vuelto a mencionarlo, dijo – este, Karina ¿Acaso te gusta ese tipo? – a lo que Karina respondió – claro que no me gusta, a quien le gusta es a Verónica – quien rápidamente se volteó al escuchar que la habían mencionado para responder – eso no es verdad, a quien le gusta es a ti Karina, no a mí – Nohemí, que parecía ser aun inocente ante este tipo de temas, a pesar de haber ya recibido dos veces la confesión de Nebu, dijo – entonces no les gusta a ni una. Así que, ¿Qué tiene de lindo? – a lo que Karina respondió – ahhh… no puedo creer que no lo entiendas en lo más mínimo. En realidad, si lo ves detenidamente, notaras que a pesar de ser bajito – Nohemí interrumpió diciendo – enano – lo que enojo a Karina quien respondió – él no es enano, sólo es un poco bajito que los demás – Nohemí – a eso le llamamos enano – Karina – ya verás – Nohemí rápidamente se tuvo que parar para salir corriendo y evitar que Karina la llegase a tocar. Nohemí, que se encontraba corriendo ahora dentro de la clase mientras la perseguía Karina enojada, sólo se reía sin parar mientras escuchaba lo que Karina decía, las cuales eran cosas como “¿Cómo puedes ser así?” “Sólo espera a que te atrape” “Te vas a arrepentir” entre otras cosas. Pero en eso Verónica dijo – por cierto, Nohemí, ¿No te parece que Nebu últimamente ha estado más tiempo con Rosa? – esto hizo que ella se detuviera por completo y respondiera instintivamente – ¿De qué hablas? – justo cuando Verónica iba a responder, Karina llego a Nohemí y se tiró encima de ella mientras se ría como si la victoria fuera de ella.
En realidad, Karina ya se le había olvidado por qué estaba persiguiendo a Nohemí después de unas cuantas vueltas dada a través de la clase. Verónica, por su parte, al ver como es que Nohemí mostraba interés ante aquel tema de Nebu y Rosa, le hizo pensar que podría ser esto algo muy entretenido, por lo que continuó diciendo, antes de que Nohemí pudiera quejarse contra Karina por haberse tirado encima de ella y casi botarla, – bueno, no soy nadie como para decirlo, pero parece que esos dos se están llevando cada vez mejor, hasta me parece que los dos tienen algo, quizás puede que sean novios… – a lo que Nohemí rápidamente interrumpió diciendo – eso no puede ser cierto –.
Karina al ver que Nohemí puso una expresión un poco preocupada, le hizo entender que esto sería una muy entretenida conversación, por tal razón añadió – es cierto, ahora que lo pienso, ellos dos parecían llevarse muy bien. Quizás tengas razón Verónica y pueda que sean novios – a lo que Nohemí volvió a decir – eso es imposible. No puede ser cierto, ellos no pueden ser novios, porque sino… – se quedó en silencio por un breve momento en el que aprovecharon sus amigas para seguir este juego.
Verónica, con una completa y siniestra aura a su alrededor, como si se tratase de una diablilla, dijo – bueno, no es que no haya nada entre ellos dos, aunque aún no creo que hayan llegado a ser novios, más bien, me parece que muy pronto lo serán, a menos que… – Karina, entendiendo la indirecta, terminó la frase – alguien haga algo y se vuelva la novia de Nebu antes – mientras ambas dirigían sus miradas hacía Nohemí con una expresión de “¿Ahora que vas a hacer?”.
Nohemí, que no podía decir con sinceridad lo que pasaba por ella en ese preciso momento, sólo agachó tímidamente un poco la mirada sin dar respuesta alguna. Esto hizo que sus amigas quisieran molestarla un poco más, pero en eso entraron todos los compañeros que estaban jugando y, entre ellos, Nebu parecía haberse al fin calmado.
Nohemí, al ver a todos entrar, sólo camino hacía su escritorio y se sentó como si nada. Sin embargo, sus amigas no tenían la misma idea de dejar todo esto en paz, así que se acercaron a ella y dijeron al mismo tiempo “Entonces, ¿Qué te parece…?” al ver el rostro de Nohemí que empezaba a dejar caer parte de esa dura mascara de tranquilidad y casi una lagrima empezar a salir, las dos se alteraron al no saber qué hacer y empezaron a decir, Karina – Ahh, jaja, ja… no te preocupes Nohemí, sólo estamos bromeando – Verónica – e-este… es cierto, no era más que una simple broma, sabes qué… – pero el estado de ánimo de Nohemí no cambiaba en lo más mínimo, lo que las ponía una situación un poco más difícil.
Sin poder siquiera decir algo o hacer, sólo se les ocurrió una idea al ver que varios de sus compañeros y compañeras se encontraban con picapica y pedazos de los cascarones en sus cabezas y un poco en sus hombros. De esta manera las dos rápidamente se dirigieron a sus escritorios para sacar de sus mochilas unas pequeñas bolsas que contenían unos tres cascarones. Al contar con estos, desde la distancia asintieron las cabezas en señal de que las dos sabían lo que había que hacer. Sin dudarlo ni un segundo, se acercaron a Nohemí y al mismo tiempo le quebraron un cascaron cada una. Esto fue una estrategia que tomaron rápidamente como una medida para hacer que Nohemí recuperara su buen humor.
Nohemí, poniendo su mano sobre su cabeza, y con una pequeña lagrima en sus ojos, se levantó mientras su furia se apoderaba de ella. Sin pensar en nada más, Nohemí grito – ¡Pe-pero! ¡¿Pero qué rayos les pasa a las dos?! – y con eso las dos empezaron a salir del aula corriendo mientras dejaban atrás a Nohemí.
Nohemí, sacando de su mochila aquella bolsa con picapica y cascarones que traía consigo, se levantó abruptamente para ir detrás de ella, si alguien tratara de describir en ese momento, parecía como un perro que persigue a dos gatos que le han llegado a molestar de su pacifico descanso.
Conforme iban saliendo de la clase, Nebu sólo miraba mientras pensaba – bueno… no puedo dejar de pensar que eres muy linda, pero… ¿Estará bien que me enoje contigo? Sólo por haber escuchado eso. Aunque no creo que sea algo bueno, pero quisiera poder hacer que todo esto pasara rápido – con un suspiro, murmuro – si tan sólo el tiempo fuera más rápido, pero eres una tonta Nohemí – y de esta forma terminar aquel día.
Nohemí, por otra parte, se encontraba persiguiendo a sus dos amigas mientras no podía ni siquiera decir o siquiera saber lo que sentía en ese momento, quizás hayan sido celos o posiblemente sólo se dejó llevar por la atmosfera que habían creado sus amigas. Lo único cierto es que ella estaba casi por ponerse colorada pero no a causa de estar corriendo detrás de sus amigas, sino por otra cosa más.
No tengas esperanzas en ella
Rosa, que ya había entendido que Nebu en realidad le gustaba Nohemí y que incluso pudo ser una testiga de el momento en que él se le declaró, pero no obtuvo ni una respuesta por parte de ella. Sólo podía sentir envidia desde las sombras, puesto que se encontraba justamente en lo alto de un árbol cercano, el cual escalo sólo para poder ver a un pajarito que estaba en la copa. No era su intención espiarlos, pero logró escuchar un poco de la conversación que tuvieron los dos ese día, el último día antes de que iniciaran las vacaciones.
Para Rosa ese fue un frío octubre, ya que no fue el viento que soplaba lo que la hacía sentirse así, sino más bien era el ser testiga de una confesión por parte de alguien que le había empezado a gustar hace ya mucho tiempo, pero que ahora iba tras alguien que no era ella y quien ni siquiera comprendía el valor que tenía este. Rosa, aunque no lloró, por lo menos no la vieron llorar, sólo pensaba – Ey Nebu… conque es ella quien te gusta. Pero… no es adecuado que no te acepte en lo más mínimo. Y, por lo que he escuchado, al parecer no es la primera vez que se lo has dicho. De verdad. Que absurdo… – con un profundo suspirar, acercó su mano a su rostro y, poniéndolo cerca sus ojos como si tratara de hacer un poco de sombra y evitar que el sol le lastimara con su luz, siguió con su mirada a los dos que se alejaban – dime Nebu – en voz baja – ¿Por qué no me lo dijiste a mí? – y con ello no podía siquiera ver un futuro en esos dos. Es por tal razón que se decidió en tratar de lograr ganarse a Nebu y alejarlo de Nohemí lo más que le fuese posible, aunque durante este tiempo que había transcurrido no logró hacer ni un solo avance, más bien era que por primera vez en su vida sentía miedo de arruinar todo. Este dolor en su pecho, pero a la vez el sentir como su corazoncito que brincaba de alegría cada vez que lograba platicar con Nebu, habían sido combinados con muchos otros que no tenía ni la menor idea de que eran y sólo le traían confusión al final.
Rosa, tomando nuevamente la decisión de no darse por vencida, sólo murmuró – no puedo dejar que sigas por este camino que no te llevará hacia ni una sola parte. Estoy segura de que saldrás herido si sigues así – a pesar de su edad, ella ya podía lograr entender algunas pequeñas cosas que los demás no.
Rosa, acercándose a Nebu con una sonrisa, empieza a decir – hola Nebu, veo que estas solo hoy – Nebu, que estaba sentado en su escritorio, levantó la mirada hacía ella para luego responder – Ah… hola Rosa, bueno, no es que esté solo, solamente que acabo de llegar – así es, era la hora de entrada. Rosa acaba de entrar a la clase, por lo que se acercó a Nebu antes de dirigirse a su escritorio.
Rosa, que traía puesto una bufanda debido al frío que había ese día, desprendía de ella una cierta belleza que empezaba a despertar. Se podría decir que, a pesar de que aún no usaba cosméticos como algunas de las compañeras que ya habían empezado con ello, rosa siempre mostraba ser una linda niña que está empezando su adolescencia.
Nebu, que no podía notar aún esta belleza, sólo la seguía tratando como una amiga y no prestaba ni la menor atención como otra cosa, pero debido a la edad que contaban en ese momento aún no era un poco inmaduro pensar que ellos trataban de entender un mundo completamente nuevo en el que todo era desconocido y la curiosidad brotaba a su alrededor. El terminar tomando malas decisiones podría ser un hecho, pero también significaba que podían ir mejorando poco a poco.
Rosa, que sabía que a Nebu le gustaban los tazos, sobre todo los que tenían que ver con una caricatura que solía escuchar que mencionaban mucho cuando se juntaban con sus amigos, saco del bolsillo de su falda un tazo de metal y se lo mostró a Nebu. Él, al ver el tazo de metal, no pudo ocultar su asombro y su admiración a Rosa al notar que podía contar con esta clase de tazo que es muy poca la posibilidad de obtenerlo, además de que no se pueden comprar así nada más, sino que se conseguía como premió promocional de unos resitos de un quetzal (si se preguntan qué es, es una forma en que me refiero a las chucherías o las golosinas) como serían unos Zibas, pero los de metal por lo general los obtendrías si compraras un resito de tres quetzales con cincuenta centavos como sería el caso de unos crujitos (Pienso que no pasará nada si menciono los nombres de algunas de estas, si hay algún inconveniente, lo dejaré de hacer, si no lo hay, haré una mención de estos productos con más libertad en diferentes historias). Nebu, que sólo contaba con un quetzal diario para poder comprar algo para comer a la hora de recreo, esto significaba reunir su quetzal por lo menos de casi cuatro días seguidos o juntar cincuenta len (por si acaso, “len” significa centavo, así como podrán ver que muy pronto mencionaré cosas como una choca que son veinticinco centavos, aunque también puede significar veinticinco quetzales dependiendo de la conversación) durante unos siete días, que sería casi dos semanas.
Rosa, al tener la atención de Nebu, dijo – ¿Qué te parece mi tazo? – a lo que Nebu respondió – la verdad que es calidad. Este ¿Puedo agarrarlo? – Rosa, dándoselo en la mano, respondió – claro – Nebu miró el tazo y le gusto los dibujos que tenía. Nebu también se dio cuenta que este tazo no era completamente plano como eran los que él apenas había logrado conseguir que eran de plástico, además de que había un relieve justamente siendo esta el centro y la orilla del tazo con una profundidad en medio de los mismos.
Nebu, regresándole el tazo a Rosa, dijo – este ¿Quieres jugar a los tazos más tarde? – a lo que Rosa respondió – sí – mientras pensaba – esto podría ser algo divertido – aunque en realidad se le olvidó nuevamente el motivo por el cual había traído ese tazo en su bolsa de la falda.
No es como si todos los momentos en que tuviera que tratar de adentrarse en el romance fueran necesario hacerlo ya, pero el poder jugar y divertirse con Nebu era mucho mejor que estar preocupándose por otras cosas, por lo menos no era como si su relación con Nohemí estuviese progresando, o eso es lo que Rosa creía.
Un consejo de un amigo
Habiendo sido ya un tiempo desde que toda esta historia empezó para Nebu, siempre hubo un poco de conflicto entre poder tratar de ignorar lo que sentía, el cual creía día tras días sin mostrar mejoría en lo más mínimo. Es por eso que Rosa se le acercó, siendo ya mediados de junio, diciéndole – Nebu, ya estamos por graduarnos, y ya muchos tienen el lugar donde seguirán sus estudios, pero me temo que no todos podremos seguir siendo compañeros por mucho tiempo. Sabes… me he divertido mucho contigo durante todo este tiempo, pero me gustaría poder entender algo que no logro saber de ti – Nebu, que estaba completamente absorto en sus pensamientos después de aquellas palabras, respondió – sí, las clases ya están por terminar, de verdad… tan rápido y nos estaremos graduando – Rosa, sin tratar de evitar lo que había dicho con anterioridad, volvió a repetir – Nebu, me gustaría poder entender algo de ti, así que por favor respóndeme – Nebu, dirigiendo su mirada a Rosa, que estaba parada a su lado, para ser precisos, los dos estaban en las gradas que dirigen al segundo nivel, para luego responder – ¿Qué es lo que no entiendes? – Rosa, jugando con sus los dedos de sus manos debido a lo nerviosa que estaba, murmuro – dime… ¿Hay alguien que te guste? – al ser que fue muy bajo como para que él la escuchara, Nebu dijo – ¿Cómo así? – Rosa, bajando sus manos lentamente, agachó un poco su cabeza mientras mostraba una expresión un poco avergonzada y enfadada a la vez.
Nebu, que no podía decir nada ante esta expresión que nunca había visto en ella, dijo – este… ¿Te pasa algo? – Rosa – sí – dándose la vuelta – y es que eres un completo tonto – y con ello ella empezó a subir las gradas sin mirar atrás, en realidad había perdido todo su valor que una vez tuvo, así que sólo podía escapar de ese lugar como un soldado que se retiraba de la pelea para reponer sus fuerzas y así poder volver renovado a la guerra.
Nebu, sintiendo que no podía dejar así, se levantó rápidamente y la siguió mientras decía – oye, Rosa… ¡Espera un momento! – y con esto vio como ella se alejaba. Sin siquiera dejar que esta oportunidad se perdiera, ya que en lo profundo de su ser sabía lo que ella quería saber, pero la inocencia o ceguedad de Nebu en ese momento no lo dejaba descifrarlo.
Sin siquiera dejar que todo esto se volviera un completo desastre después, ya que sentía que esto parecía a lo que había sucedido en aquel momento en que dejó de hablar por un tiempo a Nohemí, Nebu fue tras Rosa y no dejó que ella se alejara sin poder decirle claramente lo que quería. Justamente a mitad de las gradas para subir al tercer nivel, fue que Nebu la llegó a alcanzar. Así que, agarrándola de la mano izquierda, la detuvo. Rosa, por otro lado, al sentir como es que Nebu la había seguido y ahora la tenía agarrada, no lograba describir que la emocionaba por alguna razón el sentir que él la siguiera y no la dejará escapar.
Rosa, que había empezado a estar más interesada en estas clases de cosas como lo que el enamorarse, quizás por influencia de la televisión o de las personas que había visto mientras iba con su mamá a comprar en el mercado, quería también conocer si esto realmente era lo que ellos sentían o no.
Recordando por un breve momento aquel momento en que vio a Nebu declarándose a Nohemí, la tristeza en su corazón la hizo poner un poco malhumorada, por lo que dijo – Nebu… Déjame ir, déjame ir, déjame ir – mientras movía su mano una y otra vez para poder liberarse. Nebu, que no podía hacer eso, respondió – ¡no! Hasta que me digas el por qué es que corriste sin decirme lo que estabas diciendo antes – Rosa, dirigiendo su mirada a Nebu, desprendía de ella enojo, pero a la vez confusión.
Rosa, que tenía un flequillo, podía decirse que podía ser alguien que en un futuro podría volverse muy hermosa y que este le quedaría tan bien como ahora. Un escenario inocente se podía visualizar alrededor de ellos, dos niños que no entienden nada sobre lo que es el romance y que pueden llegar a cometer más de un error tratando de entenderlo, pero eso no significa que no lo intenten. Cada uno viendo desde su punto de vista y con ideas que han sacado de la nada, ya que no todo lo que creían podía ser tal como lo cuentan las historias de amor.
Rosa, poniendo más fuerza cada vez que trataba de liberarse, dijo furiosa – ya déjame en paz, niño tonto… eres un tonto. Tonto, tonto, tonto, tonto, tonto, tonto, tonto… ya déjame iiiiirrrrr – Nebu, sin rendirse para nada, dijo – vamos Rosa, no seas así, sólo dime lo que quieres – Rosa, que estaba agarrándose con fuerza de la barandilla de las gradas, se dio por vencida al no poder liberarse de Nebu para luego decir – está bien… te lo diré, pero – su expresión cambió un poco a uno triste, lo cual hizo que Nebu la soltara rápidamente mientras se disculpaba diciendo – e-este… no era mi intención hacerte llorar, yo… yo sólo… yo sólo quería saber lo que me estabas diciendo, pero… de verdad no era mi intención el que estuvieras así – esto se debía a que para Nebu Rosa parecía que estaba llorando, aunque no era así, este debiéndose a que casi estaba por derramar una lagrima ante la tristeza que sintió de pronto.
Rosa, al sentir como Nebu la soltaba, en lo más profundo de su ser gritaba – No… no me sueltes… sigue agarrándome y no me dejes, ya que, si lo haces, eso significa que iras tras Nohemí y no habrá ni un cambio por más que lo intente, aunque trate de… no… ¡No lo voy a permitir! – sintiendo como una llama se encendía en ella, Rosa dijo – Nebu – a lo que Nebu respondió un poco asustado ante aquel tono tan imponente – Sí – Rosa miró fijamente a Nebu para luego continuar diciendo – no puedo hacerme la que no escuchó nada… además de que eres mi amigo. Es por eso que tengo que decirte la verdad – Nebu, que estaba un poco confuso ahora – este… ¿Qué es lo que quieres decir? – Rosa, apretando sus puños, dijo con firmeza y pasión – Yo estuve allí – Nebu – ¿Allí? – Rosa – Así es – Nebu – este… No sé que es lo que me quieres decir – Rosa – no te hagas el tonto… sé muy bien que te gusta Nohemí, además de que… – Rosa se detuvo por un momento, en realidad no es que le faltara la determinación como para decirlo, sino era más bien el dolor que esto le provocaba al sentir que podría volverse estas palabras en una oportunidad, así como el ya no poder hablar nunca más con Nebu. Lo increíble de ese momento era que no había nadie a su alrededor que interfiriera con esto, por lo que Rosa no podía retroceder en este punto ni mucho menos evitar que el resultado fuera puesto a la luz en cualquier momento. Por lo tanto, Rosa apartó la mirada de Nebu, mientras su expresión ahora parecía como el de alguien que se sentía culpable por haber cometido algún error o problema, mientras su voz había perdido esa firmeza y pasión para volverse ahora un poco más opaco continuó diciendo – la verdad, Nebu… es que yo estaba justamente en ese lugar cuando tú le… le… – agarro su brazo izquierdo con la mano derecha mientras lo apretaba un poco como queriendo de esta forma obtener las fuerzas y el valor necesario – le pediste a Nohemí ser tu novia – Nebu, impactado ante esta respuesta, agachó la mirada por un momento mientras sus cachetes se teñían con un ligero color rosado, pero no muy visible, debido a la vergüenza que sentía ahora.
Nebu, ante un incómodo silencio, quería escapar de ahí rápidamente, pero en esta ocasión fue Rosa quien lo detuvo de huir. Por alguna razón, Nebu no podía forzar su liberación de Rosa, a pesar de tener un poco más de fuerza que ella. Sin poder voltear su mirada hacía ella, Nebu sólo pensó – Si… si Rosa nos vio ese día, debe de saber que yo… yo… – una tristeza nació en lo más profundo de su corazón – es cierto… Nohemí no me quiere como su novio en lo más mínimo, ahora me pregunto si es que el tiempo que ella me propuso es sólo otra forma de alejarme de ella mientras nada cambia. La verdad, todo ha pasado y no he logrado nada – para luego decir – dime… Rosa – Rosa, con serenidad, responde – Sí – en realidad ella también temía de las palabras que Nebu podría decir en ese momento, pero como él no la estaba viendo, no podría siquiera notar esa expresión de preocupación que se reflejaba en ella.
Nebu, tratando de mantenerse firme ante este sentimiento de dolor que había nacido en su interior, continuó diciendo – yo… – Rosa sintió como la mano de Nebu empezó a temblar – yo… ¿yo puedo… lograr conseguir… su aprobación? – estas palabras impactaron a Rosa y fue como una aguja que traspasaba su corazón. Rosa, sin saber nada de esto, empezaba a sentir lo espinoso que puede ser este camino en busca del amor en un mundo inexperto, en este que ni siquiera un adulto logra comprender a pesar de su completa búsqueda de esta verdad.
Rosa, soltando la mano de Nebu, sólo pudo encogerse en hombros mientras su mirar se dirigía completamente a sus propios pies, tratando de decir algo sólo un “Mmm… ahh… este” fuelo único que salía de ella. Entre sus pensamientos, Rosa empezó a divagar mientras se decía a sí misma – este… no me esperaba que me preguntaras algo como eso, además… ¿Por qué temblabas mientras me lo preguntabas? Es que ¡¿Acaso yo sabría esa respuesta?! ¡¡¿Acaso no entiendes nada?!! No… ni yo entiendo que es lo que estoy asiendo en este momento, ¿Por qué es tan difícil de entender? Siempre miraba en las caricaturas que todo era más simple de saber, incluso podías decir que tal personaje le gusta al otro, pero no puedo entender como es que ellos se enamoran. Sólo recuerdo haber escuchado una vez de mi prima que hablaba muy felizmente de su novio, pero no sé que es lo que realmente es eso. A… ¿Acaso necesito ser más grande para poder saber que es esto? ¿Acaso necesito crecer para poder responder a Nebu? ¿Por qué ahora no quiero seguir tratando de hablar con él? Pero también quiero saber hacía donde puedo ir con él – poniendo sus manos en su pecho, dijo con una voz un poco tímida – bue… bueno… la verdad es que… – ella volvió a quedar en silencio, por lo que Nebu presentía que la respuesta sería un “No”, sin embargo, no podía huir por siempre, aunque apenas es un niño y no comprenda lo que está haciendo, estaba dispuesto a poder cambiar poco a poco y lograr ir avanzando un poco más, sólo un poco más es todo lo que en realidad necesitaba Nebu lograr avanzar, ya que el mismo tiempo se vuelve en el maestro que tendrán que enfrentarse todos.
Nebu, tomando la mano de Rosa, lo cual hizo que ella dirigiera la mirada a él, dijo – si no sabes si es posible, no necesitas responder. Pero gracias por ser mi amiga y habérmelo dicho. Ya… ya veré que hago después – Rosa, sintiendo la cálida mano de Nebu, respondió – no es así Nebu… Yo soy tu amiga y te diré la verdad. En realidad… – sujeto con un poco de fuerza la mano de Nebu para que este no la soltara – no debes de creer siempre en una algo que nunca pasara, sería mejor que veas lo que tienes enfrente. Ya que estoy segura que puede que nunca llegue a ser lo que tú quieres – en realidad, aunque las palabras no parecieran mucho lo que diría una niña de apenas doce años, Rosa había aprendido algunas cosas de sus primas también cuando las escuchaba a veces, al mismo tiempo que trataba de decirle a Nebu que ella estaría ahí para él, también se lo decía a sí misma que no puede estar por siempre siendo alguien que espere tan inocentemente que algo suceda – es por eso que deberías de tratar de… de divertirte un poco más. Ya que… estoy segura de que alguien más te quiere – Nebu, sintiendo que esta era la realidad, en la que Nohemí no podría estar con él, también sentía que no podía mantenerse así, por lo menos trataría de respetar lo que ella quería para luego poder finalizar esta realidad o farsa, en la que él tendría que proponérselo por ultima vez y ser rechazado o aceptado.
Nebu, sintiéndose un poco mejor, respondió – tienes razón Rosa… – con una sonrisa en su rostro, un aura radiante inocente que sanaría aquellas heridas de alguien que con el tiempo ha sido golpeado y simpatía – voy a hacer todo lo que pueda. Aún no me puedo rendir, ya que también nos han dicho que muchos intentaron más de una vez antes de lograr conseguir hacer cosas muy increíbles – Rosa, que ahora estaba viendo a Nebu nuevamente, sólo dejó salir una pequeña carcajada, lo cual hizo que Nebu soltara su mano mientras decía – ¿Qué… qué te pasa? – mientras tanto, Rosa colocó sus dos manos en su estomago mientras finalmente dejó salir todo y empezó a reírse sin parar.
Toda la tensión que había hasta hace un rato se había ido por completo, Rosa pensaba – sí, tienes razón. Hay que intentarlo y hacer que esto pase de verdad. No es como si quisiera ser alguien que quedara marcada en los libros de historia, pero quiero volver a tomar tu mano, pero me gustaría que ya no fuera como amiga, sino como tu novia – Nebu, haciendo un puchero ante la forma en que ella había reaccionado, siguió diciendo – bueno, ya no te voy a contar nada – a lo que Rosa, dejando de reírse, respondió – vamos, no seas así – Nebu, dándose la vuelta, empezó a irse mientras parecía un poco enfadado. Rosa, lo siguió mientras decía – vamossss, no seas asíiii. Ya no me reiré más de ti. Bueno, mientras no hagas nada tonto otra vez o divertido – Nebu – ¿Có-cómo que tonto? – la atmosfera ahora había vuelto a la normalidad como si nada hubiera pasado.
Sin embargo, lo que tendrían que pensar más en este momento era el poder disfrutar de sus días que estaban juntos, no tendrían que irse adelantando demasiado, eso era algo que los dos habían aprendido en ese momento. Nebu y Rosa se conocían desde hace ya varios años, por lo que eran un poco cercanos y hablar entre sí no era tan difícil, sin embargo, hay cosas que empiezan a cambiar de a poco.
Un par de amigos, un inicio de romance en la que cada uno busca llegar a ganar, pero sin lograr entender como afrontarlo correctamente. Casi parecían una pareja en una que otra ocasión, si es que fueran un poco más grande, pero en este momento sólo son unos niños que están conociendo lo que es enamorase por primera vez, aunque su amor aun no sea correspondido o quizás pueda que uno de ellos termine ganando y el otro perdiendo, así como que ambos pierdan, nadie lo podría decir con exactitud, sólo futuro lo llegará a mostrar ya sea tarde o temprano.
No pude… evitar escucharlo
Ya siendo que el tiempo pasaba sin siquiera dejar rastros de ello, ya se acercaba la fiesta de independencia en septiembre y con ello también el mes de octubre en donde terminarían por completo la primaria. Nada inusual había sucedido, más bien, parecía que esta forma de poder ser sólo amigos había sido algo que Nebu logró conseguir, por supuesto que en ni un momento le fue algo fácil de conseguir. Nohemí ya se encontraba empezando también a cambiar su forma de pensar, pero no dejaba de creer que lo que estaba pasando no era lo correcto. Nohemí, mientras se encontraba estudiando ciencias sociales, pensaba – ahhh… no puedo creer que ya estemos muy cerca de la independencia, pero me pregunto si podré comer roscas y quizás algunas cocadas no estén mal, aunque el dulce de coco es muy suave. Bueno, tampoco es que no me termine empalagando después de querer comer muchos de estos – la clase estaba un poco ruidosa al ser que en ese momento no estaba la mestra debido a una reunión de maestros que tuvieron en ese momento.
Nebu, que se encontraba platicando con unos de sus amigos, desde la distancia vio a Nohemí sola. Así que, saliendo del grupo sin llamar mucha la atención, se dirigió con ella. Nohemí, que estaba sumergida en sus pensamientos, terminó soltando un pequeño grito de sorpresa cuando Nebu le habló.
Ella, un poco avergonzada por esta situación, se levantó de la nada sin decir nada, esto le pareció un poco raro a Nebu, en realidad esta sería la primera vez que ve a Nohemí actuar un poco diferente a lo habitual. Nohemí, dándose la vuelta, miró a Nebu con furia en sus ojos que hasta parecería que estaba sacando fuego de estos. Nebu, al sentir que no era una buena opción el quedarse en ahí, instintivamente empezó a dar un paso atrás, mientras mostraba una expresión de estar en problemas y no tener idea de como salir del mismo.
Nohemí, estando a punto de darle un golpe, fue interrumpida en le momento en que sintió que alguien la estaba observando atentamente. Viendo de un lado a otro por un instante, no logró notar nada fuera de lo normal, por lo que consideró que tal vez sólo lo estaba imaginando, mientras tanto Nebu empezó a irse de ahí mientras ella no prestaba atención.
Nebu, que creía que ya estaría a salvo, de pronto sintió una mano en su hombro con una fuerte intensión asesina proviniendo del mismo. Sin siquiera tener el valor de voltear a ver atrás, sólo dijo – e… e-este, discúlpeme – y con esto trato de echarse a correr, sin embargo, no se esperaba que Nohemí fuera más fuerte que él y evitara que se fuera.
Nohemí, pellizcándole en el brazo izquierdo, dijo – espero que la próxima vez no vuelvas a intentar asustarme de esa manera – para luego darse la vuelta y regresar a su asiento. Nebu, que ahora se estaba sobando justamente en donde ella le había pellizcado ya que le dolía, sólo pensó – creo que fue mala idea hablarle así nada más mientras estaba estudiando, quizás lo haré cuando no esté tan concentrada para la próxima – y con esto regresó mejor a su asiento y se quedó mirando un momento como toda la clase estaba un poco bulliciosa.
Nebu, suspirando de cansancio como si quisiera decir “Esto sí que es difícil”, pensó – bueno, no es como si todo cambiará tan sólo por estar en diferentes institutos durante básico. Pero, no sé, algo me tiene un poco preocupado por esto. No lo había pensado bien, pero Rosa tiene razón, ya estamos por terminar el año y no todos vamos a estar en el mismo lugar de estudio. No sé si siquiera podré ver a Nohemí cuando iniciemos primero básico. Aunque… – dirigió su mirada hacia Nohemí, que parecía ya estar mejor y que estaba platicando con una amiga mientras reía – no tengo ni idea de poder ganarme su amor de esta manera. Y, aunque quisiera tratar de hacer eso que dicen en la tele o lo que he logrado escuchar de los que tienen novia… – colocó sus manos su cabeza mientras los movía y se despeinaba un poco, esto era debido a que no sabía ni en qué pensar, al ser que había dejado su cuaderno de matemáticas abierto y justamente en donde estaba un problema de fracciones que estaban viendo, uno de sus amigos se le acercó y al notar esto pensó que estaba tratando de resolverlo pero que no pudo. Es por esto que le dio un golpecito en el hombro mientras hacía una expresión como tratando de darle ánimos, era algo así como si dijera “No te preocupes amigo, no eres el único que le cuesta entender las matemáticas”, aunque no fuera esta la razón del comportamiento de Nebu.
Nebu, sin siquiera tener nada más en qué pensar, sólo miró a su amigo con una expresión un poco disgustada, para luego levantarse y dirigirse hacia la puerta de la clase. Esto podría ser un poco difícil de explicar, pero en realidad no podría dejar de lado que todo estaba terminando y ni un sólo avance sucederá entre ellos dos, sin importar lo que pensaran los demás, aquellas palabras que Rosa le había dicho a Nebu al fin empezaban a dejarle ver que todo esto era un completo desastre y le hacía sentir que debía de dejar de pensar en Nohemí como una amiga, ya que no podía seguir ignorando que ella ya no era sólo una amiga más para él.
Nebu, mientras miraba por la puerta de la clase, pensaba – bueno, no puedo seguir creyendo que seamos amigos, ya que no puedo soportar para nada el ver que alguien más se le acerque a Nohemí y la trate bien, por alguna razón eso me hace… – apretó un poco el puño – no lo sé, es como si me molestara, pero no puedo decir nada y sólo debo de sonreír o alejarme un momento en lo que se me pasa. Pero… de verdad… – suspiro – esto no lo entiendo – y con eso regreso a su asiento.
El tiempo seguía transcurriendo y todo seguía pareciendo que iba bien, y con ello llegó septiembre. Justamente en este momento todos se estaban preparando para el desfile de independencia, al igual que con ello el termino de la tercera unidad y con ello la última unidad estaba por mostrar el final de las clases y su tiempo como niños de primaria para aventurarse a nivel medio entrando a primero básico.
Nebu, que estaba con unos amigos, se encontraba muy feliz de haber logrado pasar los exámenes y con ello no tener que preocuparse mucho por la ultima unidad con respecto a las notas que debía de sacar. Todos en la clase parecían estar relajados ya que casi nadie estaba mal con sus notas, a excepción de tres que no debían de descuidarse en dos cursos si es que no deseaban tener que ir a recuperación.
Todo parecía estar muy animado y algunos ya estaban hablando del lugar a donde irían a estudiar a partir del próximo año, así como otros se veían riendo mientras hablaban de todo lo que había sucedido durante estos seis años o siete, en el caso de los que también sacaron párvulos en la escuelita, y el como era cada uno de los maestros con los que estuvieron. Esto era más como un pequeño periodo que estaba por finalizar y no podría faltar recordar algunos recuerdos y pensar en alguna forma de despedirlo a lo grande. Al ser que eran niños que estaban por iniciar la adolescencia, lo que más les llama la atención era ir a dar una vuelta por el zoológico o quizás ir a ver como son las ventas de algún centro comercial, además de que toros consideraban mejor el comer algo o ir a jugar futbol como tenta entre otras cosas.
Rosa, por su parte, se encontraba con una de sus amigas platicando de diferentes cosas, pero en una de esas, su amiga dijo – bueno, ahora quisiera saber si te gusta alguno de los de la clase – Rosa, quien quedó impactada ante la pregunta que salió de la nada, sólo pudo desviar su mirada mientras respondía – pues, no creo – su amiga, ahora curiosa ante esta reacción, se acercó un poco a ella con una expresión de curiosidad en su rostro. Sin dejar que Rosa tratara de cambiar de tema, continuó diciendo – bueno, si no te gusta nadie, entonces sólo me queda averiguar quién es – Rosa, un poco alterada, dijo – pe-pero dije que no me gusta nadie – su amiga – con eso no me vas a engañar – Rosa – ¿Po-por qué lo dices? – su amiga – bueno, no es tan difícil de decirlo, se ve que estas un poco nerviosa y que escondes algo – Rosa – pero, ¿Acaso puedes saber cuando alguien te está mintiendo – su amiga – pues – con orgullo – claro que sí, yo lo puedo saber sin siquiera darme una respuesta – esta respuesta fue algo que asombró a Rosa.
En realidad, podemos decir que Rosa también ingenua en ciertas cosas, además de que por su inocencia a veces a su amiga le gusta molestarla. Sin embargo, Rosa que había creído por completo en las palabras de su amiga sobre el saber que ella quería a alguien, empezó a decir mientras mostraba una expresión de una joven enamorada por primera vez – bue… bueno – su voz se volvió un poco tenue por la vergüenza – sí hay alguien que me gusta, pero no sé como hacer que él lo sepa – esta respuesta, la atmosfera que generaba a su alrededor hizo que su amiga quedara completamente sorprendida y embobada por la belleza e inocencia que desprendía.
Ante un pequeño lapso de silencio, el cual no fue mayor a un minuto, Rosa empezó a ponerse colorada para luego levantarse de forma brusca y al mismo tiempo dándose la media vuelta, mientras decía – eres una tonta – en sí, ahora ella se sentía completamente avergonzada por habérselo dicho a alguien más sobre esto, aunque no mencionó en ni un momento el nombre de quién era esa persona.
Su amiga, reteniéndola al agarrar su muñeca del brazo izquierdo, dijo – este… no te enojes conmigo – y con ello, Rosa que no entendía nada de lo que estaba pasando, sólo se detuvo y se volvió a sentar. Esto si que era un poco extraño, ya que no había visto para nada que Rosa fuera tan obediente como para hacerle caso tan rápidamente sin decirle nada o tratar de irse.
Su amiga, admirada y atontada ante esta respuesta de Rosa, sólo pudo decir – este… está bien, creo – se quedó un poco atónita ante la expresión de Rosa, que ella no mostraba mientras agachaba su cabeza pero que ligeramente se podía notar que estaba avergonzada, pero como si fuera alguna clase de caricatura, ella casi podía sentir y ver como un brillo salía de Rosa.
Su amiga, dejando salir un pequeño suspiro, trato de mantener la calma, ya que quería decir algo como “¿De verdad hay alguien?” o “¡¡¡AAAAAaayyyyy!!! ¡¡QUÉ LINDA!!” entre otras cosas. Esto podría ser una muy mala combinación, ya que significaría que su amiga podría ahora querer conocer todo sobre lo que había sucedido y el poder ser un poco entrometida con la intención de lograr hacer que Rosa consiguiera lo que deseaba.
Su amiga, con un “mhn ng” empezó a decir – bueno, ahora será mejor que me cuentes quien es – Rosa, sin levantar la cara sólo dijo un poco rígida – es un compañero – su amiga – ya veo – luego levantó un poco la voz – ¡Eso ya lo sé! ¡Tonta! – Rosa, apretando sus puños, como si se tratara de que ahora estaba en un interrogatorio en donde se definiría su inocencia, no respondió nada. Su amiga, continuó diciendo – no puedo creer que te atrevas a decir que es un compañero de la clase si estamos hablando de que si te gusta alguien de la clase. De verdad, no sé porque en este momento parece como si te volvieras una completa tonta, a pesar de que pareces ser un poco más inteligente la mayoría de veces – con un pequeño suspiro de decepción, su amiga puso su mano en derecha en su frente mientras cerraba sus ojos – sabes, ya ni verte puedo – Rosa, ingenua ante esta declaración, respondió – pero… sólo deberías de abrir tus ojos – su amiga, abriendo únicamente el ojo izquierdo, dijo – oye, sabes, bueno… – dándose por vencida en que Rosa le entendiera lo que trataba de decirle, mejor continuó diciendo – mejor dejémoslo así. Eres un caso perdido, pero, bueno, te voy a ayudar con poder acercarte a este “compañero” y que logres decirle lo que sientes por él – Rosa, mostrando una gran sonrisa de lado a lado, era señal de lo emocionada que estaba al contar con alguien para lograr su objetivo, aunque este terminara siendo imposible.
Rosa, dejándose llevar por aquella pequeña esperanza de lograr lo que le parecía algo imposible, dijo – entonces, ¿Qué es lo que debo de hacer? – su amiga, que no estaba conforme el no contar con el nombre de quien era el niño de quien Rosa se había enamorado o ilusionado, dijo – bueno, para empezar, necesito saber quién es para poder hacer algo – Rosa – bueno, ¿Eso es necesario? – su amiga, dando un golpe en la mesa al usarla como apoyo para pararase rápidamente y acercarse un poco a Rosa, dijo con firmeza y entusiasmo – ¡Claro que es necesario! Sino como creer que me voy a diver… nhg… te voy ayudar – estaba a punto de decir “divertir” pero justo a tiempo lo cambio. Por supuesto que esto no sería lo suficiente como para engañar a Rosa, por lo que ella dijo – estabas por decir divertir ¿No? – su amiga – este – sintiendo que estaba en peligro, se apartó un poco de Rosa y dirigió su mirada a un lado por un segundo para luego verla nuevamente para decir – claro que no, no iba a decir divertir, sino diversificar – Rosa – ¿Diversificar? – su amiga – así es, debo de tratar de saber varios datos de esta persona para poder pensar en una forma de lograr hacer algo contra él y lograr que se interese en ti – Rosa – conque era eso – su amiga – así es, como ibas a creer que me voy a divertir en algo como eso – se rio un poco con la intención de mostrar que era algo absurdo, aunque tuvo que desviar un poco la mirada de Rosa, ya que en ese momento sentía que le dolía aquella mirada inocente que le creía tan fácilmente. Por ello, para tratar de evitar seguir sintiendo esa sensación de culpa por tratar de divertirse con la situación de su amiga, continuó diciendo mientras volvía a tomar asiento – bueno, dejando eso de lado, será mejor que sepa quien es para poder ayudarte – Rosa, dudando por un momento en decirle sobre quien era, su amiga siguió diciendo – bueno, no es necesario que me lo digas si no quieres, ya veremos que podemos hacer, por supuesto que no te puedo garantizar nada o que por lo menos… d – fue interrumpida ante un murmullo de Rosa que decía – es Nebu – a lo que su amiga no logró escuchar bien lo que le decía Rosa.
Su amiga, acercándose un poco a Rosa, dijo – este… ¿Qué es lo que me dijiste? – a lo que Rosa, sin poder decírselo ahí, la toma del brazo y le dijo – sígueme – y con ello las dos salieron de la clase. En cierto modo no se preocuparon por que le dijeran algo ya que se dirigieron al baño. Justamente estando frente a estos, y teniendo en cuenta que no había nadie que los escuchara, Rosa volvió a decir – es Nebu – pero su tono de voz aún era demasiado bajo como un poco difícil de escuchar bien lo que quería decir, por lo que su amiga dijo – ¿Qué cosa? – a lo que Rosa lo volvió a decir mientras desviaba la mirada a un lado, pero aún así su amiga no entendió nada, a lo que sólo su amiga pudo decir un – ¿Ah? – y con esto Rosa, apretando sus puños con fuerza, la mira fijamente para luego decirlo con fuerza – es Nebu… ¡Él es quien me gusta! ¡Me gusta Nebu! – esto en sí no fue una buena idea que lo dijera de esa forma y mucho menos así de fuerte.
Por supuesto que no había casi nadie que lo pudiera escuchar lo que Rosa estaba diciendo en ese momento, por lo que podía tener la seguridad que esto no se llegaría a dar a conocer ante los demás. Su amiga, que estaba sorprendida ante la reacción de Rosa, no pudo resistir a dejar salir una carcajada. Esto hizo que Rosa pensara que su amiga se estaba burlando de ella y que todo esto era mentira con la única intención de poder reírse de ella, por lo que se dio la media vuelta mientras estaba enojada y se proponía el regresar a la clase. Pero su amiga, dejando de reírse al darse cuenta de esto, dijo – discúlpame, discúlpame Rosa, no era mi intención el reírme de ti – Rosa – entonces ¡¿Por qué te estas riendo ahorita?! – su amiga – es que lo dijiste algo fuerte y se suponía que me trajiste aquí para que nadie lo escuchara. Por lo menos no lo gritaste con demasiada fuerza como para que lo escucharan otras clases – Rosa, sintiéndose ahora avergonzada, pensaba – es mejor regresar a la clase y ya veré que hago después – pero su amiga continuó diciendo – bueno, pero ahora ya tengo la idea de a quién estas buscando, por lo que creo que podría hacer algo para ayudarte, sólo necesito conocer un poco más de información sobre él – Rosa, al escuchar esta respuesta, se alegró y dijo con mucho entusiasmo – sí, espero poder tenerte junto a mí para lograrlo – a lo que su amiga respondió – claro que sí, tienes mi total apoyo para que lo puedas conseguir – con esto las dos regresaron a la clase y estarían muy pronto planeando su primer ataque hacía Nebu.
Por supuesto que hubo una persona que escuchó esta declaración y esta era Nohemí. Ella, que se detuvo justo antes de salir del baño al escuchar el como Rosa decía el nombre de Nebu, ahora pensaba – bueno, creo que sería mejor que él llegara a enamorarse de Rosa, aunque… – sintiendo un pesar en su pecho – bueno, no importa, entre más antes pueda darse cuenta que todo esto no funcionará, entonces será mejor – y con esto en mente salió del baño.
En sí, muy pronto podría no ser Nebu el único que recibiría un ataque para que se enamoraran de ellos. Todo el tiempo de este primer amor esta por empezar y muy pronto podría volverse un poco difícil para los dos el cumplir con el trato que tenían de que Nebu podría volver a confesarse a Nohemí y ella le daría el veredicto final.
Gracias por haber leído esta tercera parte de “Mi primer amor” esta vez titulado “Mi primer amor 3: Lo intentaré hacer a tú manera”. Si quieren saber más sobre la próxima continuación de esta u otras de mis historias, me pueden escribir en mi Facebook como Ruwels Saluwer así como mi grupo que lo encuentran con el mismo nombre o en las plataformas en que publico de forma oficial. Recuerden que tengo un apartado (No están en todas las plataformas) que se llama “capitulos con los lectores” donde voy a dejar curiosidades así como pueden sugerir temas como combinar y juntar a personajes de diferentes historias y que pasaría si se ven, entre otras cosas como curiosidades.
Hasta la próxima
OPINIONES Y COMENTARIOS