fin de una etapa dolorosa

fin de una etapa dolorosa

Cherry tree

20/12/2022

Debo confesar algo que me ha estado atormentando por años y hoy por fin tuve el valor de escribirlo, durante la pandemia entre 2020-2021 cursando 4to medio fue un proceso bastante complicado para mí, el encierro ya me había dejado débil, comencé a experimentar problemas físicos y psicológicos a un punto en que ya no los podía controlar. Estaba pálida, sin ánimos, empezaron a empeorar mis problemas con la comida, caída del pelo, cuerpo frágil, me enfermaba con facilidad, apenas me levantaba de la cama, mis estados de ánimos eran cada vez peor, lloraba todos los días en el lugar que fuera, noches de insomnio dormía 4 horas apenas, sentía que caía cada vez más profundo y no sabía cómo salir, mis pensamientos me atormentaban ya no pensaba nada positivo si no todo negativo, la voz en mi cabeza ya no decía «tú puedes» al contrario era «ya no sigas», era fatal como tenía pensamientos todos los días rodando en mi cabeza me saturaban no los podía controlar. Hasta que llego el día en que no daba más mi mente empezó a generar escenarios de suicidio, los empecé a planear algunos dentro y otros fuera de la casa, en cada rincón. Fue la primera vez en que me auto lesione cortándome los brazos, empecé a notar lo delgada que estaba se me notaban las costillas, moretones por todo mi cuerpo sin razón. Desde ese día mi mente no paraba estaba convencida de hacerlo, sería una carga menos para todos. Un día estaba sola en la casa me senté en mi cama pensando si ese sería el momento de hacerlo, no quería que fuera algo doloroso, solo pensaba colgarme, me sentía tan sola, nadie me hablaba mis «amigos» salían y ni me invitaban. De repente sentí que alguien llego era mi hermana, la mire y pensé «no la quiero dejar sola, me prometí verla crecer, quería apoyarla en cada etapa» . Fue en ese momento que tome fuerzas no se dé dónde y empecé a salir a delante sola, cada día era decirme a mí misma «yo puedo, yo quiero, soy inteligente, sé que saldré a delante, me amo, amo a mi familia», me empecé a recuperar de apoco con métodos que sabía que me servirían, notaba cambios en mí, esos pensamientos suicidas ya no estaban, ya no eran frecuentes. Podía ver que empecé a comer nuevamente, dormía un poco más, tenía más ánimos, armaba una rutina que me ayudase a combatir esta depresión, hasta que lo logre. Ahora soy una persona común que tienes sus altos y bajos como toda persona, no siempre estaré bien soy humana sufro, lloro, recaigo, pero aprendí a controlarlo, a que esas emociones no me arruinen si no que me sirvan para seguir mejorando, estoy muy contenta de poder sentirme a gusto, esto no es algo fácil de decir, comparto esto porque sé que hay miles de jóvenes pasando por esta situación que también se sienten solos, que tal vez sus familiares le dicen que exagera o que está enfermo pero no es así, el ser humano tiene que aprender a ser solidario a escuchar comprender y tolerar al otro, no puedes simplemente dejarlo pasar, si lo ayudas veras que le puedes salvar la vida a esa persona. Tampoco es un juego el suicidio, no es para burlarse ni sacarlo en cara ni mirarlo en menos, lamentablemente vivimos en un mundo donde son muy individualistas, juzgan demasiado rápido, se guían por las aparecías. no saben escuchar ni hablar, se creen superiores al resto cuando somos idénticos, todos tenemos problemas y muchas veces lo compartimos, porque no ayudar al que lo necesita?.

Se preguntaran porque no fui al psicólogo, bueno que les hubiera dicho a mis papas, que cara pondrían, se supone que soy la hija perfecta sin problemas, nunca hago nada sí que no tengo de que quejarme, espero que algún día puedan comprender el dolor que sentí durante esos años.

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