En el paraíso de otoño de tus mansos ojos, veo mi rostro
casi como si fuese mas tuyo que mio, tantas veces repetido ahí
uno a uno los momentos vividos se me atragantan y atoran
intento atraparlos para que no se vayan , pero tiene vida propia
te tiembla el labio superior levemente, señal de tu nerviosismo
te toco suave el hombro, para decir calmadamente que lo entiendo,
miento, me arde la sangre, me burbujea el estomago y todo se nubla,
pero mantengo por orgullo a ras mis reacciones, centrada en tus ojos
no recuerdo cuando fue, solo esa sensación de alegria y cálida al verlos,
las ganas de velos abiertos, sonriendo ,brillando, deteniendo el tiempo
te acomodas un mechón, apretujas las manos , desvías despacio la mirada
bueno, ya es la hora pienso, cuando intento hablar ,me miras de nuevo
y sumergida en aquel ámbar magnifico, me olvido de lo que iba diciendo
por fin levantas levemente la mano, sin separarla del cuerpo, con una adiós ,
sutil, tan bajito , que debo poner atención para a oirlo arrastrarse saliendo ,
que me urge abrazarte hasta sacarte el aire, que salgan tus ojos del apretón
y ya se van volviendo mas castaños y ya no bailan las ninfas en ellos,
supongo que me toca ser cortés y valiente , mascando el dolor, se que puedo
en una extrañisima reacción post mortem , te sonrio y despacio ,me enderezo
me giro despacio, para que no caigan los pedazos filosos ,apretando el pecho,
los sostengo despacio, y van rasgando mientras salen , yo solo agito el pelo
ya veré después, mucho mas tarde , como voy resoviendo y aceptando esto
ya veremos mas tarde , por ahora voy rumiando por la vereda , el dolor en silencio
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