El genio que si era un genio
Luisito era un chico muy fantasioso, le encantaba todas las historias de ciencia ficción,
leyendas y mitos, en realidad le entretenía mucho todo aquello que no era real o ciencia, un dia
al salir de la escuela se fueron a un parque, que para Luisito era super aburrido, él los
acompañó a regaña dientes, pero iba con una muy mala actitud y pateando piedras y
gritandoles a todos cosas horribles, por suerte la biblioteca estaba enfrente del parque, y él a
escondidas, se fué a la biblioteca, iba buscando en la sección de ciencia ficción y de repente se
cayó un libro grueso y de una pasta curiosa, la imagen era de un puerro enorme, al abrirse sale
un hombre de aspecto gracioso, tenía un pantalón acampanado de rayas horizontales, una
chaqueta de palmeras hawaianas, un sombrero más pequeño que su cabeza con una pequeña
pluma arriba, tenía un moñito rojo en el cuello y para finalizar el aspecto tan gracioso, tiene una
nariz roja de payaso que pareciera que está adherida a él.
Cuando él le habló a Luisito decía cosas incoherentes mientras con sus pies, machucaba un
sándwich lleno de mayonesa, el se presentaba con Luisito como “El genio que sí es un Genio”
claramente Luisito no podía dejar de restregarse los ojos y reírse, no solo del aspecto del
“genio” sino también de las cosas tan cómicas que decía, el genio le prometió que:
-EN TRES DÍAS TE CONVIERTO EN ALGUIEN PERFECTO
Luisito sabía que era una broma de su imaginación, pero quiso poner a prueba al “tal genio” y
le pregunta;
-¿Cómo piensas lograrlo?
– Pues lo único que necesito es que obedezcas todo lo que yo te diga que hagas, sin reclamar,
– ok, ¡hagámoslo!
-Bueno lo primero que debes hacer es amarrarte una cebolla en el cuello, NO PUEDES
QUITARTELO PARA NADA,
Luisito tiró una carcajada tan fuerte que el genio se enojó, Luisito corrió hacia la sala y le pidió a
sus papás permiso para agarrar la cebolla, la mamá estaba viendo la telenovela y ni le puso
atención, y solo le dijo, -haz lo que quieras, sin poner mucha atención. Luisito corrió a la cocina
y con dificultad amarró la cebolla a su cuello.
A la hora de la cena la mamá asombrada y llena de admiración le pregunta: –¿Qué es eso?
¿Que tienes allí?
Luisito lleno de orgullo le dice: –Una cebolla, la hermanita de Luisito no podía parar de reírse, y
le dice: –Solo los idiotas utilizan una cebolla como collar, !ha ha ha ha ha!
Pero esto no fue lo peor, lo peor en realidad estaba por venir; al llegar al colegio, uno de los
típicos chicos problema, de esos grandulones del salón de clases de Luisito, lo detiene y con
una cara de confusión le dice: ¿Qué es? ¿Qué es eso? Pero pasó algo peor, la niña más linda
del colegio se acercó a él y obviamente no pasó desapercibido, ella se acercó y sin entender
nada empezó a reirse con tanta fuerza, que no hubo nadie en el pasillo que no se diera cuenta
de tan vergonzosa escena.
Luisito regresó a casa super decepcionado y angustiado, cuando le explica a su mamá el
terrible día que tuvo en casa, ella le menciona que la cebolla en realidad sirve para comer, no
para usarla como accesorio.
El segundo día en la transformación de ser perfecto, el genio que si era un genio le dice: -Por
hoy no puedes comer absolutamente nada. Luisito pensó que en realidad era super fácil, hizo
un par de cálculos de las horas en las que no probaría comida alguna pero nunca imaginó que
sería tan difícil. El día dos no solo fue complicado por no comer, sino que en un salón en donde
el estaba esperando la próxima clase estaba la chica más guapa del colegio, y pues como
estaban solo los dos, ellos pudieron tener una pequeña plática, Luisito tartamudeaba al
contestar y era vergonzoso pero cuando hubo un pequeño momento de silencio, el estómago
de Luisito hizo un ruido muy gracioso y fuerte, era el hambre que tenía, solo que el sonido no
parecia de hambre, la niña mas guapa del cole solo hizo una cara de sorprendida y salió
corriendo, por segunda vez, había pasado un momento muy ridículo gracias a este tonto
“genio”.
Al llegar a casa, no podía creer por lo que estaba pasando, y su papá le ofreció cena, en ese
instante creo que Luis tenía más vergüenza que hambre, se fue a encerrar al cuarto, su papá
intentó tener esas charlas incómodas que tienen los hijos con los padres, y pues el papá se
preguntaba porque estaba actuando tan extraño, Luisito no supo explicar, el papá salió de la
habitación y Luisito se quedó meditando, cuando de repente un retorcijón de estómago lo hizo
temblar.
Al día siguiente, osea el tercer día y último la instrucción es:
-No puedes hacer absolutamente nada, no puedes escuchar música, no puedes leer, no
puedes tejer, no puedes jugar cartas, no puedes silbar, no puedes hacer absolutamente nada,
solo permanecer sentado casi imitando a un vegetal por 24 horas, solo allí serás perfecto.
Luisito pensó que después de la prueba de no comer esto sería pan comido, pero en realidad,
el tercer día justo cayó un sábado, día de videojuegos con los cuates, él estaba entusiasmado,
pues durante la semana no le permitían usar la consola, hasta que llegara el fin de semana,
con la misma energía con la que se levantó para irse a casa de uno de sus amigos, se regresó
a sentarse y con la cara triste, en fin, Luisito pudo terminar las instrucciones del genio, con gran
emoción y alegría intenta llamar al Genio, pero solo aparece una hoja con algo escrito:
FELICIDADES NO ERES PERFECTO, es absurdo querer ser perfecto, ¿Sabes que significa la
perfección? Es parecido a no comer, no beber, no mover ningún músculo del cuerpo, nunca
tener la oportunidad de ir con tus amigos a jugar, la perfección en realidad es aburrida. Disfruta
tu imperfección, ¡diviértete! come cosas que te hagan oler a cebolla, en realidad no pasa nada
si los demás se ríen de ti, las personas perfectas no disfrutan Luisito. Sé feliz con lo que ahora
eres. Sé feliz.
Moraleja: Siempre que intentes ser perfecto, deberíamos analizar lo que significa ser perfecto,
quizá aunque nos esforcemos demasiado siempre habrá algo que no encaje en alguna
situación y eso te vuelve nuevamente en alguien imperfecto.
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