Recorriendo el sendero de mi mente lleno de corazones rotos, rosas marchitas y mi nombre grabado en una tumba con fecha del pasado, donde fui destrozado y engañado toda mi vida con una perspectiva inocente que escondía lo que la vida era realmente
me escondí pasivamente mientras mi otro yo comprendía la verdad y cuando llego el momento le quite su tormento sucediendo su lugar dejando de ignorar con inocencia la realidad
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