hoy rompí mis nudillos
al no saber qué hacer,
bebí mucho licor de agave,
dios,
bebí más de lo que he vivido,
golpee tanto mi ropero, me dolió tanto,
aún no puedo sacarte de mi cabeza,
estoy entre la espada,
entre la espada y en lugar de una pared,
están mis riñones,
mis pulmones,
mi hígado,
todo te pertenece a ti,
pero estoy tan confundido, que puedo intercambiarlos por un par de cientos,
por no querer demostrar lo que siento,
toda la mañana he estado pensando en ti,
aunque a nadie se lo cuente,
es un secreto a voces,
a voces entre órganos,
a voces entre sangre
y a veces sobre mi.
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