Lento el tiempo que transcurre,
Tortuosos los meses que pasan cuál si fueran años…
Nunca creí que extrañaría tanto algo,
Nunca pensé que amaría tanto algo.
Hay abrazos que se hacen largos,
Y otros que cuando el frío arropa nuestro espacio añoramos.
Cuando el vacío que nos deja lo efímero, nos hace creer que perdimos,
es porque nunca hubo nada que ganar; y él nunca fue mío.
El calor que hoy siento, emana del odio que por mucho tiempo llevo dentro;
El estado mental de aquello que se escapa de la razón,
Cómo la lluvia que cae en los días que más anhelamos ver el sol.
No tengo un rumbo, aunque sé lo que quiero…
No estoy a la deriva, aunque a veces se desvíe mi velero.
Adiós hombre impasible, ve y cumple tu sueño,
Tu tiempo es tan intrínseco como la brisa fuerte que abraza a las aves en vuelo.
Nacimos con destinos diferentes,
Nada de nosotros será mutuo…
No mientras tu tiempo vuele,
Y el mío esté sujeto a lo que arrastra mi velero sobre este mar de lo absurdo.
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