Los hijos respetan a sus padres, siempre ha sido así. Me pregunto cuál es la razón, después de todo hay mucha razones por ejemplo los hijos respetan a sus padres porque debe de ser así según la biblia y la misma sociedad, otros porque aman a sus padres y también porque los admiran, incluso algunos ven a sus padres como ejemplos a seguir. Y otros porque simplemente les tienen miedo, más que sentir respeto hacia sus padres le tienen un terror inexplicable, los padres de esos hijos que les temen mayormente se siente poderosos y implacables.
Les hacen feliz saber que cada palabra que salen de sus bocas es ley absoluta que nadie puede desobedecer, como si ellos fueran reyes. Para los hijos de esos padres les suelen ser difícil diferenciar el respeto del miedo, eso me recuerda a una frase que leí en algún lugar «Nada es más despreciable que el respeto basado en el miedo» siendo honesta estoy completamente de acuerdo con esa frase, y también con está otra frase que no recuerdo donde la leí «Tener miedo NO es respetar es temer» pero lamentablemente esos padres no lo ven así, con tal de que los «respeten» son capaces de infundir más miedo. Se dicen que esas personas son incapaces de reconocer sus errores criando a sus hijos, de esa forma de criar surgen personas masoquista que jamás serán capaces de detener a las personas que los maltratan y también surgen personas que a pesar de que fueron víctima en su momento, se convierten en victimarios, que ironía de víctimas a victimarios.
Entonces eso significa que esos padres eran también víctimas que al final se convirtieron en victimarios, creyendo que al hacer que sus hijos obedezcan sin rechistar los convertían en verdaderos padres, padres que sus hijos respetaban pero en realidad la mayoría solo estaban criando a futuros victimarios.
Irónicamente todo empieza con niños asustados temblando de miedo y termina con esos mismos niños convertidos en adultos causando miedo a otros niños, es como una cadena sin fin.
Pero también están estos hijos qué cumple su dulce venganza cuando ya son adultos independientes, siendo crueles con sus padres y algunos incluso son crueles tanto con sus padres como con sus hijos. Dejan de ser víctimas atemorizadas para convertirse en victimarios de sus victimarios, que irónica es la vida. Desde de mi punta de visita es una guerra sin fin dejando heridos en cada generación, víctimas heridas tanto físicamente como emocionalmente, las heridas emocionales son las más difíciles de curar para no decir incurables. Esas heridas siempre están ahí incluso aunque no sean concientes de ellas, hasta el momento en el que esas heridas comienzan arder de dolor.
Hay tantas cosas que se pueden decir de este tema pero siendo honesta no sabría cómo entrar en detalle, bueno en realidad no soy la persona perfecta para hablar de este tema pero irónicamente estoy atrapada en esta cadena de víctimas y victimarios. Ya sé, de seguro te preguntas, ¿Si formas parte de esa cadena? ¿Cómo es posible que no puedas entrar en detalle? Después de todo se supone que ese es mi pan de cada día, pero exactamente esa es razón por la que no puedo decir más. Es imposible dar soluciones a problemas que no soy capaz de solucionar, no puedo decir el lado positivo de algo en lo que ya he perdido el positivismo y tampoco puedo decir que no pierdan la fé cuando yo ya la he perdido. Seguro en este momento te estás preguntando ¿Por qué no hablo de mis experiencias? Es porque me resulta difícil plasmar esas vivencias en letras y porque escribirlas despertaría esas vivencias, haciendo que esas voces en mi cabeza que he estado callando por años comiencen a gritar despertando esos recuerdos que tanto he anhelado olvidar. Recuerdos del pasado y incluso recuerdos de ayer. Prefiero callar para olvidar y para escapar de la realidad, después de todo todo quién querría escuchar los relatos de una desconocida.
Solo espero nunca convertirme en una victimaria más del montón de está cadena de víctimas y victimarios.
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