Juro que abrace de nuevo la felicidad, pero fue efímera.
Su piel era suave y pude rozarla con mis manos,
Su rostro me recordó a Ganímedes y su tragedia,
Porque la felicidad y la belleza son agudas.
Me susurro al oído que no le dejara
y yo me aferre a su espalda con todas mis fuerzas
y realmente era lo único que quería que sucediera,
Aquel momento es la definición más exacta del éxtasis que conozco.
El olor de la felicidad era tenue, ni dulce ni empalagosa,
Solo recuerdo mi embriaguez y la orgia de mis sentidos
Que en este momento aún obnubilan mi pensamiento.
La felicidad dormitaba, tranquila o así me lo parecía,
Y yo anhelaba que algo similar estuviera sintiendo por mi
Para que fuera una felicidad completa.
No llego la lujuria y no fue necesaria en ese momento sublime
Y aunque nada de malo tiene mezclar lo sublime con el desenfreno,
Me pareció que no necesitaba mas que lo que estaba pasando.
Fui feliz, de nuevo fui feliz y bese su piel, pero siento que pude
Hacerlo mejor para dejar al menos
huella en su cuerpo.
Aquiete mi lengua también, varias veces estuvo a punto de desatarse
Pero igualmente me pareció que no necesitaba nada más.
Cuando sentí que dormitaba tranquilo y seguro en mi abrazo
Quise quedarme ahí hasta el amanecer, cuidarle, contemplarle, extasiarme,
Pero me pudo de nuevo la razón y preferí dejarle descansar,
Para que sintiera que podía confiar en mi y que tenerle ahí era suficiente para mí.
Que ambicioso eres, me digo a mí mismo,
Sabes que ya no tienes derecho,
Que has agotado todas tus fuerzas
Que ya no produces más que compasión
Que el destino con mueca burlona te tira de nuevo al suelo
Y que la soledad que tanto pediste es tu única compañía eterna
Pero declaro que no me arrepiento de haber sonado que podía volver a ser
Que no me importa que fue efímera porque fue real
Así me tenga que refugiar en mis cuarteles de invierno,
Podre de vez en cuando acariciar la belleza de la vida
Y atesorar bellos momentos como este, así al momento siguiente
Solo sienta vacío en mi corazón.
Vuelves a ganar puta vida, que me asfixias cada vez que intento sobreponerme
No te basta con hacer de mi menos que un hombre
Tienes que demostrarme siempre que el control lo tienes tu.
Ayer abrazaba la felicidad y hoy el insomnio y la soledad vuelven a acompañarme.
así es como se juega este juego, o por lo menos en mi partida.
11/07/22
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