Caminar por la tangente recta de tus delirios absolutos, sin que los míos te nublen.
Deslizarme entre las líneas paralelas de tus piernas y subyacer hacia el infinito.
Recorrer esas curvas perpendiculares tan tuyas.
Rozar cada plano, cada punto de tu geometría analítica.
Reír en el espacio dual de nuestra simetría convexa.
Observarte soñar entre polígonos bidimensionales y pantógrafos articulados.
Perderme en tus isométricas proyectivas.
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