Soy una madre loca, soñadora, inquieta; a veces cariñosa y sensible y otras veces dura y exigente; juntas, tu y yo, disfrutamos de momentos mágicos dibujando fantasías, bailando ridículamente con cualquier melodía, cantado con voz a todo grito y desbordantes de felicidad; he vivido intensamente cada uno de los momentos contigo, me viste reír a carcajadas escandalosamente, pero también me viste llorar, gritar y enfadarme, estar cansada y enferma, me viste hacer locuras y perder la cabeza; contigo también perdí muchas veces la paciencia y hasta la vergüenza, pero gané la felicidad de poder arrancarte siempre una sonrisa que llenara mi corazón.

Juntas recorrimos muchos caminos en los que te enseñe muchas cosas buenas, pero también malas, porque también cometí errores como madre y no tuve respuestas para todas tus preguntas, pues yo no soy perfecta, aunque si intenté siempre serlo para ti; porque por ti, hubiera matado dragones, escalado las montañas más altas, viajado a la luna y luchado en mil y una batallas; porque por ti me haría marinero dándome miedo el mar; porque eres mi amorcito, mi mariposa de la suerte, un cachito de mi, la princesa de mis sueños, el tesoro que me hace sentir riqueza, eres mi luz y la estrella más brillante en mi vida; porque eres mi hija y gracias a ti, yo aprendí la lección más difícil y maravillosa de la vida…

… SER MADRE.

A mi niña.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS