¿Y si paramos un rato de tanto en tanto?

Un poco de silencio y quietud siempre nos viene bien, Si, ya se que parece que el tiempo no nos alcanza para nada, pero tal vez ese meme que nos mandaron puede esperar un poco, quizás ese videíto de YouTube que recién estrenaron no cambie mucho si lo veo en media hora más.

Le otorgamos el carácter de urgente a muchas cosas y vamos olvidándonos de lo que verdaderamente importa. ¿Hace cuánto no nos detenemos a escuchar lo que nos rodea?

Sé que en algunos lugares el sonido ambiente no es tan agradable, no siempre son pajaritos o el viento en la ventana, a veces serán bocinazos y gritos o los ruidos de una obra en construcción cercana, pero es justamente eso lo que nos hace caer en la realidad de donde vivimos.

En medio de eso, sea lo que sea, tu corazón sigue latiendo, el aire que respiramos sigue siendo una música interminable y hermosa, es allí donde descubrimos que somos mas, somos mucho más que lo que hacemos.

Somos más que esas palabras que dijimos de mala manera y debimos decir.

Somos más que ese mal paso que dimos y aun sigue doliendo (y pesando)

Somos más que esa cobardía que tantas veces nos impide hacer el bien.

Somos más que esos momentos de confusión que nos hacen tomar malas decisiones.

Somos más…

Pero para descubrirlo hay que parar, hay que escuchar a ese Dios que nos habla constantemente y que a veces no queremos escuchar, ese Dios que habla en su Palabra, pero también en el entorno, en las cosas de alrededor, en los hermanos y en nuestro interior.

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