NUESTRO VIAJE A LA COLONIA TOVAR EN VENEZUELA

NUESTRO VIAJE A LA COLONIA TOVAR EN VENEZUELA

Alicia Reyes

28/08/2016

Estamos muy emocionados mi novio y yo, nos acabamos de despertar y ya comenzamos a prepararnos para nuestra odisea, afuera aún es de noche y las negras sombras cubren por completo toda la ciudad de Valencia, en Venezuela.

Nos encontramos en la casa de la organizadora del viaje, la cual nos ha llevado por toda Venezuela para conocer algunos de los pueblos y ciudades de nuestro país, de los cuales conozco muchos sitios interesantes..

Desde hace bastante tiempo queríamos conocer esta maravillosa ciudad llamada Colonia Tovar, la cual está formada casi en su totalidad por inmigrantes alemanes y holandeses los cuales la fundaron en el año 1843, es llamada la «Alemania del Caribe» o «El pueblo alemán de Venezuela».

Es famosa por su cultura, por su clima templado y por la cordialidad de su gente. Depende básicamente de la agricultura, donde destacan cultivos de clima templado como duraznos, fresas, remolachas y otras plantas comestibles y está ubicada a 42 km de Caracas y a una altura de 1700 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con una gastronomía alemana muy variada y su especialidad son las salchichas.

Cuando nos dimos cuenta nos estaban llamando desde una camioneta, la cual estaba llena de personas que querían disfrutar del mismo viaje que nosotros, salimos y al cabo de dos horas de subir empinadas carreteras y curvas de todas clases, donde se pueden observar cantidad de precipicios que no se les ve fin, ya estamos en esta bella población, por todas partes se pueden ver casas completamente de estilo alemán, con sus techos altos y de dos aguas, la mayoría de tejas, sus calles están diseñadas para dos sentidos y por sus aceras hay muchos negocios pequeños con gran cantidad de envases contentivos de los más exquisitos dulces que se puedan imaginar.

Allí contemplamos cascos de guayaba, dulces de durazno, la riquísima miel de abejas y toda una gama de conservas, todas caseras y de origen netamente tovareñas.

Su Iglesia es una joya arquitectónica hecha por ingenieros desde el más mínimo detalle y su devoción a la Santísima Virgen una tradición sencillamente maravillosa. Se pueden ver por la mañana muchachas de bello aspecto, vestidas con su traje tradicional alemán, agradable sonrisa y azules ojos con ramos de flores para su Altar.

Otro de los detalles que causan nuestra admiración son las plantas de todos los colores, tal parece que el frío las hace más bellas y delicadas, sobre todo las rosas que lucen su color rojo bordeadas del verde de las hojas y los tallos.

Las palmeras y palmas se ven por todas partes, así como los pinos, que con su aroma nos hace pensar que ya estamos en la Navidad, es sencillamente increíble.

Una de las cosas que causa más admiración son los restaurantes alemanes, con gran cantidad de comidas internacionales, siempre con sus costumbres alemanas para todos los gustos. allí comimos con gran placer, siempre atendidos por bellas jóvenes con sus trajes folklóricos y su bella sonrisa, que agradable es estar allí, no deseo que se acabe la comida para seguir disfrutando tanta belleza y buen gusto.

Al finalizar el almuerzo subimos a unos vehículos tipo camioneta con doble rueda, la verdad que nunca las había visto ni sabía que existían en Venezuela, parecían alemanas, ya que tienen una gran fortaleza y suben maravillosamente y luego comenzamos a alejarnos de la Colonia Tovar por intrincadas montañas completamente a oscuras por la gran cantidad de plantas que tapan por completo la escasa luz del sol, subimos y bajamos cantidad de serranías de bosques húmedos y al finalizar la carretera para nuestra sorpresa apareció la playa, ya estábamos en Puerto Cruz, una hermosa ensenada con muchos botes descansando a la orilla de la playa.

Otros botes están en la orilla del mar dispuestos para salir con pasajeros por este medio se comunican los habitantes con otras poblaciones del país que quedan a orillas de la costa venezolana, para no dar la inmensa vuelta que hay que hacer por la carretera de la montaña, que tarda dos horas desde la Colonia Tovar, hasta Puerto Cruz, de esta manera los habitantes de este pequeño pueblo que son unos mil, tienen una salida por el mar, inclusive se puede ir hasta La Guaira, que es uno de los principales puertos de Venezuela o hasta el estado Anzoátegui, donde están Puerto La Cruz y Barcelona

De inmediato mi novio y yo nos dispusimos a disfrutar de las delicias del mar, nos pusimos nuestros trajes de baño y nos lanzamos al agua que dejaba ver una buena cantidad de peces casi a orilla de la playa.

Luego salimos un rato y nos sentamos en unas sillas playeras y allí nos trajeron sendas cervezas alemanas para refrescarnos, luego de un buen rato nos volvimos a bañar y al rato emprendimos la vuelta en los rústicos vehículos rumbo al hotel donde estábamos alojados.

En la noche salimos muy bien arreglados para visitar algunos negocios, tanto fuentes de soda como ventas de alguna clase de alimentos, siempre con la cordialidad de las personas que por allí pernoctan, todo el mundo nos sonríe y parece que disfrutaran de nuestra estadía en este maravilloso pueblo.

A la siguiente mañana emprendimos el viaje de regreso, cuando ibamos bajando por el pueblo de El Junquito mi novio decidió bajarse allí, ya que El iba para Caracas y nosotros para Valencia, estado Carabobo.

Y luego seguimos en nuestro camino bajando y bajando…habia mucha neblina y el conductor venia cumpliendo todas las leyes de transito…por que es una carretera muy angosta y con muchos precipicios a los costados…yo venia muy abrigada por que hacia frio…pero me sentia muy feliz de haber pasado estos dias tan maravillosos y placenteros al lado de una persona tan querida.

Así llegamos a Maracay y de allí a Valencia, estado Carabobo, donde me separé de mis compañeros y compañeras hasta otra oportunidad, siempre con la ayuda de JESUS, MARIA Y JOSE que nos acompañó y cuidó de nosotros en toda esta trayectoria.

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