A la orilla de esta verdad,
que me desborda el porvenir,
vuelvo esta noche alada,
a liberarme de tu esencia.
Aunque te conjuro en sueños,
y te veo en los sonidos,
te dibujo con fuego,
te eternizo en mis sentidos.
Alquimista transformo aquello,
en una espiral sin forma,
que ahora moldea mi vida,
y que también acepta mi sombra.
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