¿Por qué los chicos son así? Relato de vida, parte 1

¿Por qué los chicos son así? Relato de vida, parte 1

Luna

12/09/2022

Antes de empezar a narrar esta historia real, me parece importante mencionar que del tema tengo muchas dudas y sería interesante saber que opinan al respecto y si alguna vez vivieron algo parecido a esto.  Contaré la historia en partes, espero ser lo mas clara posible. 

Parte 1

Fue hace unos meses cuando, por la noche tuve un sueño con un chico, al que conocía desde hacia ya varios años; siempre me había parecido atractivo pero eso era todo, nisiquiera eramos amigos, ni habíamos tenido una conversación; solo era un conocido a quien veía en pocas ocasiones, ya que, ambos teníamos un amigo en común. El hecho de haber soñado con él, fue raro para mí porque no solía pensar en él y mucho menos era alguien con quien compartía mi día a día; pero no solo fue soñar con una persona a la que casi no tenía veía, lo que me mantuvo pensando por todo un día, sino lo que ocurría en el sueño como tal, pues en el mismo, me veía a gusto con él y su atención hacía mí era notoria; en el sueño, «yo le gustaba», me lo demostraba de muchas maneras, y su caballerosidad era otra forma de delatarse. Pasaron dos días y ya casi no pensaba en eso, hasta que de pronto, por parte del amigo en común que ambos tenemos, recibo una invitación a su casa, (el amigo en común y el chico de mi sueño son familia, primos, exactamente y viven en la misma casa). Inmediantamente, pensé que estaba destinada a toparme, aunque sea solo para saludarnos, con él… Me puse nerviosa pero algo en mí, me decía que no rechacé la invitación, no tenía nada que perder; esta vez, tenía muchas ganas de al ir a casa de mi amigo, ansiaba que su primo y yo al menos crucemos una mirada y si es posible poder charlar un rato; admito que si no fuese por ese sueño raro, no le daría tanta importancia al asunto, es más ni hubiera pensado en si vería al primo de mi amigo esa noche. 

Acepté la invitación y me dirigí a su casa; entré, conversé un rato con mi amigo pero no me encontraba muy atenta a lo que el me decía porque escuchaba de fondo a su primo hablar con otros familiares que estaban junto a él en el comedor; cuando, de repente, siento que alguien viene de ese lugar y se dirige hacia la sala, donde yo estaba, y sí, era su primo, el chico del sueño; me saludó con una gran sonrisa y dijo mi nombre en disminutivo, como si yo fuese alguien cercana a él, sinceramente, esto me gustó mucho e hizo que mi corazón se acelerará un poco, además, me sentía nerviosa y el ambiente empezó a ponerse incómodo. El primo de mi amigo (le llamaremos «Danny») se sentó en un sillón que estaba vacío a mi izquierda, mientras los tres charlabamos pero «Danny» no despegaba su mirada de mí, lo que me hacía poner más nerviosa de lo que ya estaba y no quería dejarlo notar, así que me limitaba a solo acentar con la cabeza todo lo que ellos decían. Tengo que admitir que tener un buen autoestima no es una virtud que me represente, así que sentir tantas miradas por parte de un chico atractivo, me hacía creer que algo andaba mal en mí, quizá tenía algo en mi cara, un grano, una mancha, o algo desagradable que atraía sus miradas; como cuando un amig@ tiene restos de comida en el rostro y al hablar con el o ella, no podemos apartar la mirada de su cara; exactamente creía que era eso lo que pasaba y para ese punto, ya estaba exausta mentalmente, solo quería levantarme, ir al baño, verme en un espejo y remover lo que causaba esas miradas… Cuando, de repente, mi amigo captó toda mi atención e hizo que mis ojos se expandan más de lo normal. El dijo que había notado que nosotros dos podríamos tener muchas cosas por conversar, así que nos dejaría solos para que nos conozcamos , se levantó y se fue al comedor, dejándome a mí más nerviosa e incómoda que nunca, pero «Danny» hizo que esos sentimientos negativos que habían en mí, desaparecieran, ya que, al instante en que mi amigo se fue, este dió como un pequeño salto en su asiento, acercándose mucho más en mi dirección, su sonrisa se hizo más grande, sus ojos se a abrieron a tal punto que se dejaba ver un claro interés por mí. Todo su cuerpo (sentado) estaba en dirección e inclinado hacia mí, como si quisiera verme y escucharme más de cerca. Admito que esto me hizo sentir en confianza, pues si había algo malo en mí, hubiese presenciado comportamientos diferentes de su parte, pero lo único que podía notar era una linda atención, justamente como ocurría en el sueño… Y lo primero que me dijo estando ya completamente solos en la sala, fue, un tierno: «y cómo estás, como te ha hido, cuéntame, quisiera escucharte»… 

Pront escribiré la parte 2 🙂 

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